Han votado sólo 1.453 estudiantes de un total de 8000. El 81% “pasan” del tema a pesar de los esfuerzos del rectorado que incluso contrató a un grupo de teatro para que animara a los estudiantes a votar. Según informábamos hace días en Navarra Confidencial Ikasle Abertzaleak -rama estudiantil del conglomerado batasuno- ya se benefició del pasotismo y dejadez en la última ocasión. En diciembre de 2003, de 8000 votantes acudieron a las urnas menos de 1000. IA obtuvo 427 votos; Grupo Universitario 274 y Erdaldatu 272. Solo participó el 12 % del censo. Lo que se suele decir en estos casos es que «los batasunos acuden todos» y no deja de ser verdad aunque muchos nos preguntamos dónde estaban o en qué pensaban los otros 7000 estudiantes que no acudieron a votar. En esta ocasión, a pesar de la irrupción en segundo lugar, con 9 representantes, de la candidatura denominada Sadar el número de votantes no ha llegado al 19% y la lista nacionalista ha vuelto a ser la más votada. La candidatura Sadar (408 votos) busca al parecer soluciones reales para los estudiantes en vez de hacer política en la UPNA, algo que lleva años intentando Grupo Universitario. Sus declaraciones son muy políticamente correctas, y quizá en algunos aspectos mas de fondo no estén dispuestos a dar batalla, pero el tiempo lo dirá. Grupo Universitario (5 representantes con 248 votos), que había sido mayoritario en años mas duros, y alternativa en solitario al nazionalismo de la extorsión y el miedo con todo lo que ello ha supuesto, se queda ahora en tercer lugar. Sus siglas merecen un respeto porque daban la cara cuando condenar un atentado de ETA era una respuesta heroica. Por último, el grupo Erdaldatu Estudiantes Progresistas (4 representantes con 197 votos) cercano en muchos aspectos de contenido a IA pero supuestamente mas de izquierdas y menos nazi también consigue representantes. IA y ERDALDATU abanderan el fomento del «euskera» a su estilo, por encima de la realidad y las demandas, mientras que los otros dos grupos quieren que no se haga bandera de la lengua. Los de IA estaban nerviosos porque está vez no lo tenían tan fácil, y de hecho solicitaron la retirada de las candidaturas de Grupo Universitario y de Sadar por defectos de forma pero la Junta desestimó el recurso. Finalmente han conseguido su objetivo con 581 votos y se demuestra que a quienes más les gusta la democracia representativa es a quienes prefieren la violencia para imponer sus ideas. Si comparamos este sistema con el de elección indirecta (por delegados de curso) que se sigue en la Universidad de Navarra nos surge una duda: ¿cuál es finalmente más democrático?