El dato resulta estremecedor. Cuando en mayo de este mismo año el consejo general de Caja Navarra decidió aprobar la segregación de todo el negocio financiero a favor de Banca Cívica, según los datos facilitados a la CNMV el valor del patrimonio traspasado era de 658 millones de euros. Sin embargo, cada acción de Banca Cívica valía ayer en bolsa tan sólo 2,15 euros. Es decir, que el valor total de Banca Cívica es de 1.068 millones de euros y la parte que le corresponde a Caja Navarra (el 16,1%) tan sólo vale 171 millones de euros. Podríamos pensar que la CAN valía 10 veces más hace tan sólo cuatro años, pero es que ha perdido 487 millones de patrimonio desde mayo de este mismo año.
Noticia relacionada: CAN valora en 658 millones el patrimonio quetraspasaría a Banca Cívica http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/mas_navarra/can_valora_658_millones_patrimonio_quetraspasaria_banca_civica.html
13 respuestas
Y el Bardenero Mayor….¿qué opina de todo esto?
Nada porque los papeles comprometedores estarán a buen recaudo en una oficina en Sevilla, de Cajasol o tal vez del PSOE… (¿hay diferencia?).
Pues mas o menos habra perdido lo que han gando Goñi, Oderiz, Plaza! arbeloa, Mendia, Pacual……. Pero no pasa nada, los navarros seguiran comprando acciones y manteniendo sus cuentas en la Banca CiNica de los coj…. Porque ¿como no voy a tener cuenta aqui si la he tenido toda la vida y ademas quiero llevar al nene a las colonias de fuenterrabia….?
Me aburre tanta queja y tanto vamos a tonar medidas y seguir viendo como se forran y les siguen haciendo el rendez-vous a unos ladrones de guante blanco
Que verguenza. No solo nos roban a todos los Navarros, tambien nos tomas por estupidos y al final quebraran el sistema por enriquecerse ellos (¿enriquecer viene de Enrique?). En fin, es lo que nos merecemos por ser tan pasivos.
¿Y qué dice Diario de Navarra de todo ésto? Quizá no diga nada desde que Miguel Sanz escogió al director del Diario – Luis Colina – como consejero de Caja Navarra. Y Enrique Goñi escogió a Bañón Irujo, Presidente del Consejo de Administración de la Información, como director de inversiones de la Corporación de Caja Navarra. O sea que el Diario de Navarra quedó con un esparadrapo en la boca.
Desde el advenimiento a España del presente sistema cleptocrático, es obvia la connivencia entre la clase política mediocre vasalla VERGONZANTE de la clase financiera. No descubrimos nada cuando la vida real evidencia la mentada connivencia en forma de continua devolución de «favores» entre unos y otros, siendo los políticos los encargados de limpiar el polvo de los zapatos de los que les corresponden despectivamente y por encima del hombro con las migajas con las que, desde el principio del mundo, se premia A LOS DESPRECIABLES SERVILES.
Muy certera la palabra CLEPTOCRACIA para definir la madeja política tejida por los partidos políticos que han copado las instituciones durante los últimos treinta años.
¿Cómo si no ha de definirse un sistema en el que los partidos políticos que ganan las elecciones (y por lo tanto copan las instituciones) reciben para poder ganarlas créditos millonarios de las Cajas de Ahorro y después los dirigentes de esas mismas entidades, entre los cuales se sientan los propios representantes de los partidos agraciados con los créditos y con los puestos, CONDONAN los créditos y los intereses a los partidos políticos.
Me da que Aristóteles, Rousseau y Montesquieu no soñaban con algo parecido.
Que clima de crispación y acritud; con los esfuerzos que se han hecho para salir a Bolsa, que es donde se retratan las personas jurídicas y las sociedades. Ahora que la CAN no es una caja sino un banco paupérrimo, se les ocurre cobrar comisiones de mantenimiento (10 euros). Y ahora nos vendrán a contar la historia de que al ser una entidad privada (Banca cívica, vaya nombrecito), el Parlamento y el Gobierno Floral o Forestal (que no el Foral, pringado hasta las cejas) no pueden intervenir. Hay que hacerles un monumento por suscripción popular, sin cargo a impuestos, y en vez del Monumento a los Fueros, poner el Monumento a los Huevos. ¿Qui prodest? Los viejos aforismos romanos sirven para explicar la situación. A los de siempre, los PTVs, la oligarquía navarra casposa hasta más no poder. Eso sí me alegro mucho de los que hayan perdido dinero comprando acciones de Banca Cívica, porque advertidos del desastre, estaban. En el pecado llevan la penitencia. Dentro de las cajas con las que hacer una SIP y después salir a Bolsa, la más apropiada era Cajasol. Ya puestos, nos podríamos haber integrado con la CAM, intervenida por el Banco de España, a través del FROB y el negocio hubiera sido completo.
Muy acertado el comentario de Arana; con dinero público se compran o se condicionan o se coartan partidos políticos. Eso sí cuando no pueden pagar, no hay que preocuparse, ya se provisionará y pagaremos los demás, tengamos o no cuenta en la inefable cajilla
El patrimonio de los navarros sufre milmillonario quebranto y el séquito del expresidente ejecutivo de Banca Cívica Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta lo componen además de 8 secretarias, su secretario Alberto Pascual y su jefe de gabinete Juan Plaza, chofer, seguridad, coche de lujo, piso de 400 m2 en la calle Serrano de Madrid, su despacho de madrid ocupa toda la planta más el despacho de Pamplona, obsequia con relojes de lujo cohechiles a cargos públicos que cesa, le dan el crédito para que compre acciones de Banca Cívica y le suscriben seguro millonario, le aumentan exageradamente el sueldo en vez de DESPEDIRLE que sería lo correcto.
Sueldos de Banca Cívica
Colectivo de ciudadanos contra la indefensión
Ahora que está de moda preguntarse qué hacía uno en tal o cual fecha importante, preguntaremos al director de Banca Cívica, el navarro Enrique Goñi, qué hacía usted cuando en época de crisis, de paro, hipotecas impagadas que dejaban a la gente en la calle perseguidos de por vida porque entregar el piso no basta, porque existía tal o cual póliza de seguros inexplicada y encajada en la letra pequeña. Repito, ¿qué hacía usted desde su puesto de gerente? Respuesta: subirse el sueldo del nivel estratosférico al nivel galáctico. Casi 4 millones anuales de los 977 que pidieron de ayuda pública. Naturalmente que el staff directivo cobrará a tono con su jefe. Eso sin contar el espeluznante seguro de vida del señor Enrique Goñi. Y otra vez los seguros en todos los enjuagues.
Un desahuciado será un descuido social con problemas para relacionarse. El señor director de Banca Cívica será efusivamente recibido en cualquier sitio. Desde este colectivo apuntamos que legalidad no es honestidad.
Tocomocho foral
Hace tan solo un mes que Banca Cívica salió a Bolsa. Su cumplía al fin el objetivo por el que habían venido batallando sus actuales directivos desde hace un año. Desde entonces hasta ahora, el valor de sus acciones ha bajado un 20%. Dicho de otro modo, quienes aconsejados por los directores de las oficinas en las que tienen sus ahorros invirtieron en acciones, pongamos, 10.000 euros, hoy en día cuentan tan solo con 8.000. ¡Así es la Bolsa, amigos!
Junto a esta noticia, otra referida a Banca Cívica ha aparecido estos mismos días: la Comisión Nacional del Mercado de Valores informaba que durante los seis primeros meses de 2011, los ingresos de los veinte principales directivos de la entidad habían crecido un 46% respecto al mismo período de 2010. Es decir: el negocio no anda bien, pero a los negociantes les va de cine.
Sanz, Barcina y los demás políticos que impulsaron el proceso de privatización de Caja Navarra, así como Goñi, Asiain y los demás directivos que la han llevado a cabo, han vendido humo a los impositores de la entidad y a la ciudadanía navarra con sus continuas campañas de marketing llenas de huecos eslóganes (“tú eliges, tú decides”) y envueltas en fatuas autoalabanzas de modernidad. Mientras tanto, claro está, “ellos elegían, ellos decidían” llenar sus bolsillos con retribuciones vitalicias y sueldos de infarto.
Nada más crearse Banca Cívica tras la unión de Caja Navarra, Cajasol, Caja Canarias y Caja Burgos, la entidad apostó por salir a Bolsa y buscar inversores extranjeros. Primero llegaron a un acuerdo con JC Flowers, tiburón financiero yanqui especializado en bancos en apuros y negocios similares (Japón, Holanda, Alemania,..), quien finalmente se echó para atrás sin aportar sus 450 millones de euros: Flowers no terminaba de fiarse del invento.
Tras este fracaso, Banca Cívica anunció a bombo y platillo un plan para instalarse en EEUU y captar allí 300.000 clientes en cinco años. Con ese fin abrió en New York una oficina de 820 m2, sita a escasos metros de la sede del FMI. Pero la Reserva Federal yanqui no aprobó su licencia para operar en el país y les cerró la sede. Segundo batacazo a un proyecto lleno de sueños de grandeza y realidades de baratillo.
Mientras esto ocurría, proseguía el proceso de demolición gradual de la CAN y su conversión en un Banco privado. El pasado 18 de mayo, el Consejo General de CAN tomó dos medidas trascendentales. La primera consistió en traspasar a Banca Cívica el 100% de sus activos. La segunda, autorizar su salida a Bolsa y aprobar la entrada de socios financieros.
Lo primero suponía la desaparición pura y dura de la CAN como entidad financiera y su disolución dentro de Banca Cívica, donde controlaría tan solo el 29,1% del capital. La sede social se fue a Sevilla y la operativa a Madrid. Lo segundo suponía abrir sus puertas a la entrada del capital privado, la gran Banca y los Fondos de Inversiones. Desaparecía así el carácter público y social de la antigua CAN y el ánimo de lucro de sus nuevos propietarios tomaba el timón de mando.
La salida a Bolsa se produjo el 21 de julio de 2011. Al final, todas las intenciones iniciales se materializaron a la baja. Así, en vez de sacar tan solo el 40% del capital, se tuvo que vender el 47,5%. Con ello, la participación de la CAN en Banca Cívica pasaba a ser, de aquel 29,1% inicial, a un mero 15,28%. Eso significa que esa sucursal de Banca Cívica que tienes en tu pueblo o barrio ya no pertenece a Caja Navarra, como quieren seguir dando a entender, sino que es propiedad, en un 84,72%, de otras entidades o accionistas. Por otro lado, si en un principio se barajó que el precio de salida de la acción sería entre 2,7 y 3,8 euros, al final se optó por el importe más bajo, es decir, 2,7 euros. Se reconocía así que el valor real de Banca Cívica era bastante menor del pregonado.
Pocos días antes, la Autoridad Bancaria Europea había hecho públicos los resultados del test de estrés de 2011 realizado a los bancos de 21 países europeos. De los ocho suspendidos, cinco eran españoles. El aprobado se situó en 5 puntos y Banca Cívica logró un 5,6 lo cual fue presentado como un gran éxito por la entidad. En realidad se trataba tan solo de un aprobado raspado que le situaba en la cola del pelotón bancario español, a distancia considerable de la puntuación media del conjunto, que fue de 7,1 puntos.
Desde entonces, la cotización de Banca Cívica en Bolsa no ha hecho sino bajar. Tan solo en la primera semana perdió el 10% de su valor de salida. Justo al cumplirse un mes, la pérdida es de un 20%. La acción ha bajado de 2,7 a 2,16 euros. Como se ve, el “mercado”, es decir, los grandes bancos y fondos de inversiones que mueven la Bolsa, no parecen tener la misma opinión sobre Banca Cívica que la que pregonan sus directivos.
Esos son los riesgos de abrir las puertas al capital privado. En un mercado dominado por el ánimo de lucro y la más descarnada especulación, la valoración de Banca Cívica es algo aleatorio que no depende de su propio valor real y utilidad social (mucho menos aún del que pueda tener para la sociedad navarra), sino por las expectativas que para la especulación puedan tener sus acciones. Y así, en el contexto de filibusterismo bancario que vivimos, Banca Cívica se convierte en mero peón de una partida de ajedrez que podrá ser utilizado o, incluso, sacrificado, en función de los superiores intereses y apetitos de los grandes reyes de este juego.
Los impulsores del desmantelamiento y privatización de la CAN (Sanz, Barcina, Goñi, Asiain,..) deberían responder, no solo económica y políticamente por el estropicio causado, sino también penalmente por lo que su actuación hubiera podido conllevar de malversación de fondos públicos. Y el Parlamento Foral, debiera de enderezar los entuertos cometidos, recuperar el carácter público y social de la CAN y dar un fuerte tirón de orejas, bolsillos y cargos a todos estos vendedores baratos de crecepelo.
A perro flaco todos son pulgas; tras el test del stress, pueden hoy viernes consultar en todos los periódicos serios de uno y otro signo y siempre de carácter nacional (ABC y EL PAIS, por ejemplo, que son los que leo para contrastar opiniones) que el Comisario de Mercado Interior ha señalado la necesidad de revisar la capitalización de 16 entidades bancarias europeas, siete de ellas españolas: si no se me olvida ninguna son Bankinter, Banco Popular, Bankia, Banco de Sabadell, Novacaixagalicia, Caixa de Onteniente y…. Banca Cívica.
Ello se debe a las exigencias del TIER III de Basilea y aunque el Banco de España se ha rasgado las vestiduras, sabe perfectamente que estas entidades financieras están tocadas. Las tres últimas no representan mucho, pero las cuatro primeras sí. ¿Alguien se va a fiar de nosotros (y me refiero a España no a Navarra ni a Sevilla)?
Menos mal que Banca Cívica ya no es navarra, sino multirracial, pero esto se veía venir y lo llevo anunciando hace un año, malgré moi.
Hace falta otra vuelta de tuerca para expulsar del sistema financiero a las entidades contaminadas; practiquemos cirugía invasiva y acabemos cuanto antes con esto, porque las empresas y por tanto el empleo están al borde del caos más absoluto y esto no lo arregla nadie
Sueldos millonarios,jubilaciones casi inmorales con el dinero de todos,salida en bolsa engañando a los sufridos impositores ofreciendo de palabra unas garantias y estabilidad que no se la creian ni los direcctorcillos que ofrecian el pasaporte a la ruina.SINVERGUENZAS,MANGANTES,VIVIDORES.Os habeis reido de todos.Lo que en su dia fue orgullo navarro,hoy es varguenza «NACIONAL».