Los profes de las clases particulares no irán a la huelga, no. Para ellos lo importante es seguir arañando unas horas de aquí y de allá. En parte para desarrollar una vocación docente que no encontró una vía más vistosa. En parte para ayudar a recomponer en cada fracasado escolar los efectos de un sistema educativo que hace aguas por todas partes. Si los colegios, institutos y universidades fueran lo que dicen ser en su alambicado lenguaje académico-pedagógico no tendrían por qué existir esos otros profesores en las tinieblas de la bambolla académica, o en la nocturnidad de la economía negra.
Hay que ver de lo que pueden ser capaces los padres de tantas criaturas extraescolares. La de sacrificios que harán para tratar, por la vía de la clase personalizada, de enderezar la carrera de sus vástagos. No tengo ni idea de cuántos son. Ni de cuánto dinero mueven. Ni de qué beneficio final aportarán a la sabiduría general. Lo que todos sabemos es que son muchos, que son necesarios y que no van a hacer huelga.
Un comentario
pensé que un día los maestros protestarían por la LOGSE; vana esperanza