Y además -además del alivio demostradísimo que supone para las arcas del Estado la labor educativa y asistencial de la Iglesia- están las otras cuentas no tan contables de la Iglesia Católica. Piensen en la realidad de esta Navarra floja de hoy y traten de recontar las horas de voluntariado católico que se invierten por amor a Dios y su Iglesia en los rincones más insospechados, incluyendo el voluntariado radical de los sacerdotes y consagrados de toda clase. Cuenten la embajada humanitaria de los misioneros navarros. Piensen por un momento en una Navarra sin colegios ni instituciones asistenciales, sanitarias, educativas o deportivas. ¿Cuánto valen las javieradas? ¿Y las catequesis? ¿Y los paseos de San Miguel? ¿Y todas las manifestaciones de religiosidad que aún se mantienen con vida y pasan de padres a hijos con sentido? ¿Cómo sería de pobre, también en sus aspectos más materiales, una Navarra sin comuniones, sin confesiones, sin unciones de enfermos, sin matrimonios, sin bautizos, sin confirmaciones, sin ordenaciones? ¿O sin funerales? ¿Y qué pasa con los consejos espirituales? ¿No tendrán alguna repercusión, siquiera sea indirecta, en el bienestar general de toda la comunidad? La presencia de la dimensión religiosa de la vida, protagonizada de forma coherente desde hace muchos siglos entre nosotros por la Iglesia Católica es una riqueza tan evidente y tan invisible como el aire que respiramos.
Un comentario
Pero a pesar de todos esas verdades hay que justificar la conveniencia de poner la «X» en la Declaración del IRPF, defender que la Iglesia es la única entidad que merece confianza para recibir lo que los contribuyentes queremos que administren.
Así además de administrar eficazmente y ahorrar millones de euros al Estado en el plano sanitario, educativo, se puede ejercer la caridad: dar de comer a los millones de hambrientos, dar de vestir a los millones de desarrapados, enseñar a los que no saben…
¿Hay alguna organización aconfesional y laica que se quiera dedicar eso menesteres…? Seguro que no: preferirán repartir condones, píldoras del día después, promover abortorios, celebraciones del orgullo gay, etc, etc. Que nos conocemos a estas altura, vamos…