Ayer, en los colegios electorales de Navarra, volvieron a dar el espectáculo la clase política. A estos señores cada día se les ve mas el plumero; por que, ahora, no se molestan, ya, en disimular su egoísmo y la enorme autoestima que les da el pensar que están en posesión de la verdad y creerse los padres de la patria. Y me explico:
Acudo ayer al colegio electoral de mi barrio donde salude a mis vecinos y me solidarice –una botella de agua y cuatro bocadillos de jamón- con aquellos que desarrollaban su labor –altruista, obligada y mal pagada- todo en la mesa electoral; con el presidente y dos ayudantes.
Eran las seis de la tarde y ellos llevaban allá desde las ocho de la mañana. Casi con lagrimas en los ojos me dieron las gracias de tamaño detalle –absolutamente desacostumbrado en estos eventos democráticos. A las diez de la noche habían parado, por turnos, media hora para comerse un bocadillo, estaban agotados y les quedaba lo peor.
A las doce treinta de la madrugada me llamo mi vecino, de escalera, Manuel –sesenta y nueve años, y vive solo- para ver si lo podía ir a buscar a la audiencia, donde había entregado los votos, las actas y demás material de la mesa; tal y como corresponde a las labores atribuidas a un presidente de mesa electoral. Con las prisas, el pobre, no llevaba ni la cartera para coger un taxi. Salí para halla y ya me estaba esperando cuando llegue. Con una indignación bochornosa me relato, durante el camino de vuelta a casa, las incidencias del día.
Desde que yo les había visitado –con los bocadillos- a las seis de la tarde- nadie, absolutamente nadie, se había acercado a ellos con cordialidad; ni les habían ofrecido ni un café. Los, antes llamados, interventores de mesa y ahora denominados apoderados (Esto suena mucho mas grandilocuente y acojona mas) – son, simplemente, los representantes de los partidos; ahora resulta, que los han levantado de las mesas, con lo que se acabo el compañerismo y la cordial convivencia con los ciudadanos-trabajadores del evento y pululan, a “trote gorrinero”, de aquí para allá, increpando continuamente a los ciudadanos que están trabajando –sin descanso- en las mesas electorales; solicitando sus actas y haciendo valer sus derechos de una forma absolutamente insolidaria, maleducada y amoral.
¡Mira tío! no te lo puedes imaginar: todos endomingados. Nada mas llegar, y sin venir a cuento, ya hemos tenido bronca con uno; diciéndonos que ni se nos ocurra no entregarle las actas a el, en representación de su partido y a nadie mas; que nos quedásemos con su cara. ¿tu te crees que me puede hablar a mi así un niñato de estos que no ha dado palo al agua en su vida y que se atreve a darme un tratamiento de autoridad y acatamiento; acojonándome, de entrada, en plan castrense?.
…Te quieres creer que no hemos podido levantar la vista de la mesa durante más de tres horas en el recuento de votos y que, para entonces, ya estábamos agotados. …Te quieres creer que los niñatos estos, de los partidos políticos, no se han dignado ofrecerse para ayudar en nada, ni para traernos un café durante las diez y siete horas que hemos estado trabajando, casi ininterrumpidamente. Y no solo eso, sino que han estado continuamente incordiando con la peor educación que te puedas imaginar.
Mira me voy con la sensación de que me han explotado y de que les estamos haciendo el negocio a estos impresentables maleducados y perdonavidas.
Los tenias que haber visto, como corrían de mesa en mesa atentos como si les fuese la vida en ello. Solo atentos a sus resultados y a sus intereses sin ningún atisbo de solidaridad. Son gente esta –hoy me he convencido- a quien nosotros les importamos una M. solo están atentos a su propio negocio y se la suda el buen hacer democrático y todo lo demás; no siembran nada mas que insolidaridad, indecencia y egoísmo.
Créeme, amigo, que con mis setenta y cuatros años tengo experiencia en la vida: “estos tíos son unos impresentables que nos tienen dominados y explotados” y nada mas. Lo chocante es que se les ve el plumero desde kilómetros y nadie hace nada; si yo tuviese treinta años no me sacaba de la puerta del Sol ni Dios.
Era la una de la madrugada cuando dejaba a mi amigo y vecino Manuel; una buena persona; amable y solidario con sus vecinos; un trabajador nato de los que levantaron, con su esfuerzo, este país -ahora empobrecido
Un comentario
El domingo 22 lo dediqué a realizar funciones de apoderado de uno de los partidos políticos, concretamente en Berriozar.
Todos y cada uno de los apoderados e interventores de los partidos demócratas se comportaron con exquisita educación y espíritu de servicio. Los interventores/apoderados de Bildu, por el contrario, portaban pegatinas alusivas a presos de ETA, como siempre, «respetando la legalidad».
Fui incluso testigo de que a uno de los apoderados de mi partido se le tachó de facha de m. por negarse a admitir un DNI vasco (como si yo quiero votar con el carne de Caprabo)…A mi misma, un interventor de Bildu me dedicó unos «cariñosos» piropos.
Mi aplauso y agradecimiento a todos los interventores y apoderados de todos los partidos demócratas que el domingo dieron la cara por defender la democracia.