¿A quién ve como sucesor de Sanz?.
No sé qué otros candidatos pudiera haber, pero yo creo que Yolanda Barcina tiene grandes cualidades para ser sucesora digna de Miguel Sanz.
No es la única respuesta jugosa de la entrevista:
¿Usted cree que UPN tendría que haber designado a otro candidato en las pasadas elecciones forales?
Los relevos hay que prepararlos y si no se había hecho, el relevo precipitado tampoco era una solución. No lo sé. No cabe duda de que no es lo mismo un político con el impulso inicial que después con el paso del tiempo… Es como una locomotora que al principio tiene mucho fuelle y luego se va apagando. Pero al final, Miguel Sanz puede decir que desde que tomó las riendas de UPN, el partido no ha perdido el poder. Y hay que reconocérselo.
¿El tiempo ha ido distanciando a Jaime Ignacio del Burgo y a Miguel Sanz?
Tengo que decir que lo de "la voz propia" no me gustó nada, porque eso al final es hacer propaganda a Uxue Barkos. Y se ha explicado muy mal. Dicho eso, yo con Miguel Sanz he mantenido una relación muy cordial y en los momentos más claves de su vida política le he ayudado. Sin embargo, yo hace tiempo que dejé de ser miembro del comité ejecutivo, me he dedicado a mis labores en Madrid y pese a que algunos piensan que uno está en el mundo de la intriga permanente, no he estado en ninguna. Pero ha habido un momento en que sí le ayudé a Miguel Sanz, y es a ser presidente del Gobierno.
¿Se siente querido y reconocido en UPN?
Yo puedo decir que las bases de UPN siempre me han acogido con un gran cariño y afecto, y creo que es el denominador común del partido. Si algún dirigente puede tener alguna reticencia… Pero yo me siento respaldado por el partido.
Por último, dos preguntas a Del Burgo sobre lo mejor y lo peor de Miguel Sanz:
¿Cuál es su mayor mérito?
Yo creo que haber impulsado el progreso en Navarra. No cabe duda de que su gestión es verdaderamente digna de valorar. Su mérito es haber dirigido a Navarra a través del Gobierno hacia unas cotas extraordinarias de bienestar.
¿Y su demérito?
Haber configurado un partido excesivamente personalista, donde hay muy poco lugar para el debate interno. A pesar de que UPN es asambleario, lo cierto es que al final hay un exceso de poder personal. Pero quizás no es nuevo, pasa en todos los partidos.