Recordamos sin embargo que la recesión, técnicamente, supone dos trimestres de crecimiento negativo. El mes de enero, por tanto, sería el momento de inicio del siniestro cómputo. Siendo necesarios seis meses para completar el ciclo, es aún prematuro hablar técnicamente de recesión, pero al menos está fuera de toda duda que en enero habría empezado a correr el cronómetro al entrar la economía en un momento de contracción. Naturalmente seguiremos muy atentos a estos indicadores en los meses sucesivos. Insistimos en este dato del ISM no sólo por su relevancia sino porque, a diferencia de lo que puede ser pronóstico u opinión, este dato es un hecho nos guste o no.
En cuanto a la bolsa, se hace preciso recordar una vez más que tiene un tiempo propio, distinto al de la economía. Muchos indicios apuntan a la formación de un suelo alrededor del mínimo marcado durante la jornada de pánico del 22 de enero, en torno a los 11.937 puntos. Hoy es la primera vez que hablamos de recesión en los EEUU, y hemos esperado a hacerlo con un dato relevante en la mano. El dato, sin embargo, corresponde al tiempo de la economía real. En el tiempo de la bolsa, hace ya meses que se viene apostando por la recesión, por lo que el dato no es bueno pero no es sorprendente. Sin embargo, si con la publicación del ISM manufacturero le dábamos una vida extra al gato, hoy con el ISM servicios no nos queda más remedio que quitársela. Quedan seis… esperemos.