Incluso entre los defensores de la libertad de educación existe un cierto debate respecto a si el sistema de conciertos actualmente vigente no equivale ya al cheque escolar e iguala sus expectativas. La respuesta para los partidarios del cheque escolar es claramente que no, puesto que el sistema de conciertos sigue otorgando todo el poder al gobierno, que es quien concierta, mientras que el cheque escolar otorga todo el poder a las familias.
Características del cheque
-
En el modelo concertado, el dinero lo da o no lo da el gobierno al centro concertado. En el modelo del cheque escolar, el dinero lo entrega o no lo entrega cada familia con su cheque. En el modelo concertado, el poder lo sigue teniendo el estado. En el modelo de cheque escolar, el poder lo tienen los ciudadanos. Subvencionar a los estudiantes otorga más libertad a las familias y a los colegios.
-
El cheque escolar efectivamente es un problema para algunos colegios, concretamente para los que no tengan demanda de los ciudadanos.
-
El modelo no favorece a la educación pública ni a la privada, sino a la mejor educación, que lógicamente será la que elijan los padres. La educación pública no tiene nada que temer mientras ofrezca mejor calidad que la privada.
-
Si la demanda de privados es mayor que la de públicos, habrá que privatizar centros públicos o cerrarlos y abrir otros privados. O a la inversa. Sería una consecuencia de la libertad. Pero nadie mejor que los propios ciudadanos para decidir cuántos colegios públicos quieren y cuántos colegios privados.
-
La cantidad de estudiantes, plazas y colegios necesarios permanecerá constante con uno u otro modelo. Lo que cambiará será la distribución del tipo de colegios. Esto ya no lo decidirá el estado sino libremente la demanda de los ciudadanos.
-
Es también la demanda de plazas de las familias la que debe determinar las líneas que debe ofrecer en cada curso cada colegio, la apertura de nuevos colegios o el tamaño de los colegios, no la imposición administrativa del estado ni la ideología de los gobiernos.
-
El cheque escolar devuelve la capacidad de decidir a las familias quitándoselo al estado. La educación deja de depender de quién gane las elecciones lo que al final favorece a la calidad educativa y a todos los ciudadanos. No hay calidad allí donde no hay capacidad de elegir otra cosa. No hay calidad sin libertad.
-
Una vez que los ciudadanos se acostumbren a decidir por sí mismos, será difícil que el estado vuelva a quitarles esa libertad. Es comprensible por tanto que se resista a dársela.
-
El miedo al cheque escolar es sólo miedo a la libertad, miedo a lo que puedan elegir libremente los ciudadanos. O deseo de imponer a las familias una decisión que ellas no tomarían. A ambas cosas se le pueden poner algunos nombres.
-
¿Y qué sucede donde no llega la enseñanza privada? Entonces y sólo entonces acaso tiene sentido que llegue la enseñanza pública como única oferta. Sin embargo esto supone un cambio total de la concepción estatalista actual, puesto que la intervención pública pasa de ser la norma a convertirse en la excepción, ya que sólo se daría con carácter subsidiario, que es de hecho el único sentido de la intervención pública en un estado libre y moderno.
Noticia relacionada: ¿Elegimos de manera totalmente irracional la educación que queremos?
3 respuestas
Muchísimas gracias por un tema bien tratado y detallado. Pero tambien hay inconvenientes al sistema (que apoyo). Uno de ellos es que la conversión de público a privado no es nada sencilla.
La opcion mejor para familia y estudiante es el cheque escolar. La izquierda preferira poder insertar el chip del relativismo en el cerebro estudiantil con «EDUCACION PARA LA TIRANIA»
No nos engañemos: también tienen miedo al cheque escolar muchos centros concertados que viven del statu quo y solo necesitan negociar periódicamente con las administraciones. A los padres los van perdiendo de vista. Han pasado de ser clientes a rehenes porque el verdadero cliente de la concertada es, de facto, la administración.
Pongamos el caso de los padres objetores: los centros concertados los han acallado y presionado para que no enturbien su relación con la administración. Al final los concertados se pliegan a las exigencias de la administración a costa de su propio ideario.
Pregunten a Ezponda si respalda a los padres objetores o se pliega a las exigencias del Departamento de Educación. Intentará nadar y guardar la ropa, pero todos sabemos lo que está pasando.