Por medio de este artículo, quisiera compartir con los lectores la inquietud con que vengo observando las contradicciones de la educación navarra. Como quizás recordarán, UPN introdujo la asignatura de Educación para la ciudadanía en 2006. Ante este hecho, los partidos abertzales no plantearon ninguna objeción, a pesar de que la ley prescribe que en esta asignatura se imparta y se haga valorar la Constitución Española a los alumnos. UPN ha negado el derecho a la objeción de conciencia a esta asignatura a los católicos. De esta forma, nos encontramos con que UPN persigue a los objetores católicos de Educación para la ciudadanía, pero consiente la objeción masiva de los independentistas. A los católicos, que «a priori» podrían ser potenciales votantes de UPN, se les aplica rigurosamente la ley. En cambio, a los radicales -que en teoría eran su mayor enemigo («los vascos»)- se les permite la insumisión a la ley. Por su parte, los abertzales socialdemócratas e izquierdistas que dicen combatir la legalidad española, se valen de ésta farisaicamente para perseguir las creencias religiosas en la escuela. Cuando va contra la Religión, Madrid y UPN no son enemigos de los vascos.
Por eso, las trabas que el ejecutivo de UPN también ha puesto a la clase de Religión Católica (quitándole horas, permitiendo que la alternativa se utilice para tiempo libre o impartir lenguas extranjeras, conculcando derechos de los docentes), son aceptadas gustosamente por los abertzales progresistas aunque vengan de UPN. Y en este caso también, UPN privilegia a los radicales y persigue a aquellos que sociológicamente pueden ser más proclives a apoyarle en las urnas.
Y es que no cabe atacar al nacionalismo por vasco, sino por ser revolucionario. Pero UPN ha hecho su guerra contra lo vasco y no contra la revolución. Por eso, ha sido estéril frente al nacionalismo y ha contribuído a la labor cultural e ideológica de quienes decía combatir. ¡Paradojas de este Viejo Reyno!
8 respuestas
D. Esteban
¿Qué puede esperar de un partido que desde el gobierno financia la enseñanza en euskera en sitios como Lodosa, Fontellas, Tudela, Cortes o Viana?
Dicen que es porque es patrimonio común. ¡Común! ¿con quien?. Porque he preguntado y me dicen que no tienen clases de Jotas de picadillo, de esas que si que son comunes con Mallén, Tarazona, Logroño, Calahorra…
Osea que uno puede ir por esos pueblos navarros riberos y escuchar niños aprendiendo «Kamatxo Kampora» pero no les escuchará aquello de
«Todas las mañanas
cuando me levanto
…»
¿Qué puede usted esperar?
El Departamento de Educación de Navarra está en manos de gente de CCOO y afines. UPN puso en manos del CDN la Consejería de Educación en la persona de Carlos Pérez Nievas. CDN ante la falta de militantes y simpatizantes a los que poner al frente del Departamento recurrió a gentes de CCOO y afines, de ahí los cambios ideológicos en la política educativa de este gobierno de UPN. UPN cuando cesó a Pérez Nievas no realizó ningún cambio y ha continuado con estas personas en los puestos directivos del Departamento.
Pues habra que hacer limpieza de sectarios varios en educacion como en Alemania donde nazis y comunistas, tanto da, tienen prohibida la docencia para que no hagan proselitismo de la dictadura
claro que aqui como no se puede fumar ahora aprocechemos el papelito para cogernosla a escala industrial. Y mientras el brujo malo RUB-AL-KAABA nos cuela la nueva EA. .. con una T de por medio. E. T. A.
¡Bien por el articulista! Como dice en su escrito, lo que más caracteriza al nacionalismo no es ser vasco, sino su carácter revolucionario. Por eso, cuando lo que viene de Madrid va contra la religión o los valores tradicionales no les parece mal ser español. Ahí demuestran su carácter extranjerizante y, por lo tanto, no-vasco.
Y me atrevo a decir más: UPN ha sido inútil contra el nacionalismo porque su máxima aspiración ha sido que Navarra no fuera Euskadi. Pero el nacionalismo no es sólo un peligro para el estatus jurídico de Navarra, sino más aún para su identidad cristiana. De tal manera que para estar contra el nacionalismo también había que estar contra Educación para la ciudadanía, porque ésta también atenta contra la identidad cristiana de Navarra. La prueba es que el nacionalismo apoya Epc aunque venga de Madrid.
D. Esteban.- Para Ud Católico = votante de derechas= UPN. Abertzale = antirreligioso.
Con categorías tan rígidas y bastas, todo lo que construya a partir de ahí, si no compartimos su base, se cae como un castillo de naipes.
El mundo es un poquito más complejo que «su» visión del mismo.
Si el gobierno (cualquier gobierno) permite a los Católicos ser objetores a la educación para la ciudadanía, tendrá que reconocer igual derecho a los Musulmanes, o budistas… o a los ateos, faltaba más.
Y a los abertzales, claro.
Por tanto sin la EPC, el niño/a será educado solo en los principios morales de su religión/no religión, sin relación alguna con los valores tenidos por tales en nuestra sociedad.
O en ningún principio en absoluto, claro.
Así que, precisamente para evitar que los niños católicos sean vejados con la EPC, tendremos niños educados -o no educados- con muy diferentes criterios sobre derechos y deberes públicos y privados. Unos querrán que la ley dependa de un libro sagrado, que es distinto -e incompatible- con el libro sagrado de otros.
En suma, el multiculturalismo, que ha sido un desastre en todas partes, y seguro que Ud. no apoya, pero del que paradojicamente los objetores a la Educación para la Ciudadanía son los mejores promotores.
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Mire, yo creo que antes que Católico, o Musulman, o abertzale, somos ciudadanos. Y ciudadanos españoles. Y aunque la Santa Sede tiemble, antes que la moral del Papa, tenemos que enseñar a nuestros hijos (que serán los ciudadanos del mañana) los valores MINIMOS que han de compartir entre sí.
Luego, además de estos valores mínimos, con fundamento laico, las religiones pueden dar sus fundamentos, y ser más elevadas y exigentes todavía.
Pero no al revés.
Tenemos que conseguir un asenso sobre algunas cuestiones fundamentales: el valor de la convivencia, el respeto al Derecho, los valores democráticos, la separación de Estado y religión, el respeto a la diferencia (no la mera tolerancia), la autonomía de la ley sobre la moral religiosa, el valor de la paz, la igualdad jurídica de las mujeres, etc, y sobre todo, darle a todo esto un FUNDAMENTO LAICO completamente AUTÓNOMO de toda religión en concreto (aunque inspirado en los mejores valores de las religiones).
Y claro, aquí no cabe el «yo doy la EPC que esté conforme a MI ideología». Esa es la trampita de todos, cumplir la ley «a mi modo». No nos engañemos jugando al solitario.
Tenemos que implicarnos en inculcar valores, y por la mejor vía posible: la educación de los niños. Respetando la religión, faltaba más, pero sin sustentar en la religión las claves de nuestra sociedad.
De otro modo, tendremos ciudadanos/as solo de nombre, que no compartirán lo que no quieran. Una ciudadanía «a la carta».
Sr. Spurgus:
De la lectura del artículo se sigue que precisamente esa identificación que se ha dado en Navarra entre voto católico y UPN es totalmente falsa porque este partido, de hecho, hace una política laicista en educación. UPN ha podido hacer colar esa política al voto tradicional porque ha venido explotando el miedo a la anexión a Euskadi (¡que vienen los vascos!). Al final, parece que lo único a lo que puede aspirar un navarro en política según esta formación es a no ser Euskadi. De este modo, se dejan los demás principios morales de lado porque se supeditan a la cuestión nacional.
Es lo mismo que ha hecho el nacionalismo vasco. Recordemos que Sabino Arana levanta la bandera de la independencia en nombre de la religión. Para él, España era sinónimo de irreligión y blasfemia. Pero al final, al poner por encima de todo la cuestión nacional,es decir, el objetivo de no ser España por encima de cualquier otro valor, se consigue el fin contrario que se pretendía: el trasvase de los vascos a la revolución.
El articulista acierta al sacar a la luz la falsa contraposición entre nacionalismo y no-nacionalismo. El pretendido abismo entre vascos y navarros no es más que simple apariencia. Lo prueba el hecho de que ambos «bandos» coinciden en apoyar Educación para la ciudadanía. Ambos comparten el mismo laicismo.
Aparentemente antagónicos, en realidad UPN y abertzales coinciden en ser nacionalistas. Por eso UPN impone en educación los valores que comparten los partidos abertzales. ¡Ambos son hijos de la misma madre!
Nacho.
Si no le entiendo mal:
UPN y los abertzales son nacionalistas.
UPN es un partido laicista.
Los abertzales son laicistas como lo demuestra el hecho de que apoya la educación para la ciudadanía.
Parece un disparate, pero coincido con Ud. en algunas cosas.
En efecto: Si rascas un poco, bajo UPN late un cierto separatismo, en forma de amenaza latente (navarra es navarra y no se toca). Serán cosas carlistas. No sé.
Los abertzales son laicistas. Bueno, eso se lo paso: relativamente mas que UPN o PP, pero tienen otra religión.
Aunque entiendo lo que quiere decir, no puedo estar de acuerdo del todo con su tesis de que UPN es laicista. O tal vez si, pero no ha salido del armario. Como la mayor parte de la sociedad, por otra parte. Muy interesnte, de todos modos. Me lo anoto.
Particularmente, creo que el laicismo es la mejor y más lógica postura política y social.
Aunque me temo que quizá Ud.no esté de acuerdo con mi punto de vista.