El reverso tenebroso de las medidas anticrisis

El Gobierno de Navarra hizo ayer balance del año pasado celebrando sus medidas anticrisis, asegurando que generaron una inversión de 835 millones y contribuyeron a la creación o mantenimiento de 12.767 puestos de trabajo. A juicio del consejero de Economía Alvaro Miranda, el Plan Anticrisis «ha tenido un efecto claro sobre la economía y, sobre todo, ha servido para que la destrucción de empleo en Navarra haya sido menor que en otras partes de España». Una de las medidas estrellas desgranadas durante la comparecencia fue el famoso Plan Renove Auto Navarra, que con 3,9 millones de euros de subvenciones desencadenó la venta de 6.377 coches por un valor de 106 millones de euros. ¿Aspectos negativos del Plan? No debe constar ninguno, o al menos no se encuentra ni en relato de los medios de comunicación ni en la propia web del Gobierno. ¿Será que no los tiene? La lógica nos indica que sí existen contrapartidas negativas a los planes anticrisis del Gobierno.

Reducción al absurdo

Si gracias al Plan Anticrisis se han generado cientos de millones de euros y se han creado o mantenido más de 12.000 puestos de trabajo, la conclusión lógica es que la crisis se hubiera superado de una manera tan sencilla como habiendo multiplicado por cuatro la cuantía del Plan Anticrisis. Multipliquemos la cuantía del Plan por diez y, sosteniéndolo en el tiempo, en unos años creceremos más que China y superaremos como primera potencia a los EEUU. La economía navarra jamás volverá a entrar en recesión. Los mercados internacionales, perplejos, ofrecen crédito ilimitado y el rendimiento de nuestra deuda pública pronto se sitúa por debajo del de Alemania. No sólo no tenemos paro sino que tenemos que buscar mano de obra barata en Luxemburgo. El problema es que en el mundo real nada de esto está pasando.

La máquina del movimiento perpetuo

Todo lo anterior no es real porque el Gobierno de Navarra, a pesar de las apariencias, no ha descubierto la máquina del movimiento perpetuo. Y es que aunque nuestros gobernantes no lo hayan incluido en el balance, el Plan Anticrisis sí tiene un coste. Es más, previsiblemente el coste es mayor que el beneficio. Es por eso que no tenemos movimiento perpetuo. Es más, ni siquiera tenemos crecimiento neto del empleo.

El dinero que va a un sector, es el que deja de ir a otro

Si el Plan Renove Auto no ha servido para vender coches que no se hubieran vendido sin el Plan, entonces no ha servido para nada. Pero si ha servido para vender unos coches que de otra manera no se hubieran vendido, entonces se han vendido 6.377 coches por valor de 106 millones de euros que de otro modo hubieran acabado en otros sectores. Todos esos sectores han resultado perjudicados. No es que los 106 millones se hayan generado de la nada. Simplemente se han desviado hacia el automóvil. En el balance gubernamental se computa el beneficio al sector del automóvil, pero no se computa el perjuicio de 106 millones al resto de sectores.

Efectos perversos sobre el sector del automóvil

Al desviar 106 millones de euros a un sector en detrimento de otros, se acentúa artificialmente el ajuste del resto de sectores mientras se evita artificialmente el ajuste en el sector del automóvil. ¿Se han mantenido algunos empleos en el sector? Entonces se habrán destruido el mismo número o más en otros sectores. La prueba es que el paro se ha duplicado desde el inicio de la crisis. Otro efecto perverso es que de esta forma también se ha mantenido artificialmente alto el precio de los coches nuevos y artificialmente bajo el de los usados. El conjunto de los ciudadanos, incluso quienes hayan aprovechado la ayuda para comprar un coche, probablemente han resultado perjudicados. Naturalmente en cuanto se han acabado las subvenciones las ventas se han desplomado de una forma brutal (Navarra encabezó la caída en febrero con un descenso del 49,2%). No hemos hecho más que malgastar 106 millones de euros, perjudicando a otros, para evitar la caída de un sector que finalmente se ha desplomado. El balance del Plan no menciona este hecho.

Finalidad recaudatoria

Otro aspecto oscuro del Plan Renove Auto, estrella del Plan Anticrisis, es que redirige las ventas desde otros sectores en los que sólo se paga el IVA hacia otro en el que además se paga un impuesto de matriculación. Con el mismo gasto, el Gobierno cobra más impuestos. El Plan beneficia la recaudación de la Hacienda Pública a costa del resto de sectores que no son el del automóvil. Y se trata sólo de un ejemplo. A pesar de todo, nos tememos que porque los perjuicios intervencionistas de los planes anticrisis sobre el creamiento de la economía siempre son mayores que los beneficios, la recaudación fiscal lleva estancada dos años. Para no extender innecesariamente el análisis mencionaremos además que los planes anticrisis se han financiado con un dinero que no tenemos, lo que ha aumentado nuestra deuda y deteriorado la calidad de nuestro crédito (y con ello los intereses a pagar). Sólo lo mencionamos pero se trata de otro efecto perverso.

Mala estrategia política

El capítulo final nos lleva a considerar que el Plan Anticrisis, por si fuera poco, es un suicidio político. Si UPN convence a su propio electorado de que la mejor política son las medidas intervencionistas, el gasto público y la planificación de la economía, entonces está pidiendo a gritos que todos los votantes se echen en brazos de partidos de ideología socialista. Lo cierto es que Navarra ha capeado un poco mejor que los demás la crisis financiera, pero no gracias a los planes del gobierno sino a pesar de ellos. La demostración a escala nacional es el fracaso de los faraónicos planes anticrisis de Zapatero. Es precisamente  todo lo que no es gobierno, que en Navarra es un poco mayor que en otras comunidades, lo que nos ha mantenido por encima del nivel medio.