En diciembre del año pasado el Pew Research Center hizo públicos los resultados de una encuesta llevada a cabo en Egipto, Turquía, Líbano, Jordania, Pakistán, Indonesia y Nigéria. En dicha encuesta, apenas anterior a las revueltas populares que estamos viviendo en la cuenca del Mediterráneo, se preguntaba a los habitantes de los citados países su opinión sobre cuestiones como la democracia, la religión y el terrorismo. Los resultados son tan interesantes como escasamente tranquilizadores. ¿Son las revueltas a las que asistimos un paso desde o hacia este tipo de planteamientos? La encuesta puede consultarse en la web del PRC. Como ejemplo, estos son los resultados en Egipto, uno de los países donde la revuelta ha conseguido la caída del régimen:
El 84% de los egipcios considera que la pena por apostasía (abandonar el Islam) debe ser la muerte.
El 82% está a favor de que a las adúlteras se las castigue a bastonazos en público.
El 77% cree que al ladrón hay que cortarle las manos.
El 95% considera que es bueno que el Islam juegue un papel en la política.
El 59% se mostró partidario del fundamentalismo.
El 49% de los egipcios se declararon simpatizantes de Hamas, el 30% de Hezbollah y el 20 % de Al Qaeda. Otro 20% mantiene una opinión favorable respecto a los atentados suicidas.