La jornada “El euskera en Navarra, presente y futuro”, organizada por el PSN, sirvió ayer para que el líder del PSN pudiera desarrollar su discurso político en torno al vascuence. Jiménez se mostró partidario de «ajustar» la ley del vascuence en «algunos de sus aspectos», «, y se declaró favorable a ofrecer enseñanza pública en euskera en la zona no vascófona, pero «siempre que haya demanda y no requiera un alto gasto». No obstante, el líder socialista también sostuvo que «ni hay que imponer, ni impedir» el euskera, y que no se debe potenciar una «reuskaldunización» como «quieren los nacionalistas».
Más combatividad en los ponentes
Más abruptos y combativos se mostraron algunos de los participantes, como la viceconsejera de Política Lingüística del Gobierno vasco, Lurdes Auzmendi, que aseguró que “El Gobierno foral es un muro cuando se quiere abordar el tema del euskera». O Mikel Belasko, declarando que «el euskera ha sido una lengua viva en Navarra pero invisible para la administración». El escritor Aingeru Epaltza llegó a asegurar que «hay un discurso oficial supremacista frente al euskera».
¿Cuál es la realidad del euskera en Navarra?
El vascuence en Navarra se enfrenta a dos severos problemas, ambos bastante incontestables. El primero de ellos se refiere al uso real del euskera en Navarra. La imagen que ilustra esta información muestra a Roberto Jiménez con unos cascos atendiendo a la traducción simultánea. Es la prueba viviente de que Navarra no es una tierra bilingüe como vienen a asegurar quienes pretenden rediseñarla. El siguiente mapa, elaborado por el propio gobierno vasco nacionalista en 2006, revela cuál es el uso real del euskera en la Comunidad Foral, que no pasa del 6,5% de la población navarra. A la vista de este mapa, el vascuence no sólo no es invisible para la administración sino que de hecho se encuentra notablemente sobrefinanciado y sobrerepresentado. Naturalmente siempre podría estar más sobrefinanciado y sobrerepresentado. La realidad a la hora de usarlo es la que es, no obstante, y difícilmente será de otra manera sin imponerlo.
El segundo elemento, aparte del desuso, es el rechazo que produce en una parte de la población navarra el euskera por la forma en que el nacionalismo, convirtiéndose en su principal verdugo, lo ha contaminado. Una manifestación evidente de esta contaminación euskericida la pudimos observar en el último Nafarroa Oinez, al que por cierto acudió Roberto Jiménez acompañado de una nutrida representación socialista. Es probable, sin embargo, que hasta el día siguiente al leer Navarra Confidencial no hubiera reparado en los dibujos realizados por los niños que colgaban de las ventanas de la ikastola que acogía el evento. En ellos Navarra aparecía como un territorio más de la CAV teniendo como bandera común la ikurriña. Es casi seguro que no vio aquellos dibujos porque entonces quizá se hubiera cuestionado el sentido de su presencia en aquel acto.
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5 respuestas
Me aburre. Me aburro. Me aburro muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo. Con el puñetero tema del vasco. Pero es que me aburre. Salvo cuando veo a dos militantes haciendo esfuerzos sobrehumanos para hablar entre ellos en el euskera recién aprendido y al final, terminan, hablando en castellano para entenderse. Y eso lo he visto, una, dos, tres, cuatro, mil veces. Es patético. Eso, y los agurhablantes. Agur, aitá. Y a partir de ahí, no saben ni decir el día de la semana en vasco. Me aburrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.
No sabía si tomar los calificativos de abrupto y combativo como un halago o como una crítica, hasta que he caído en la cuenta, no sin cierta decepción, de que el redactor de la noticia no estuvo escuchándome en la jornada que el PSN organizó sobre el euskera en Navarra, y se basó en los twits emitidos desde la cuenta del propio PSN. En concreto este: «@PSNPSOE: @MikelBelasko: «el euskera ha sido una lengua viva en Navarra pero invisible para la administración»». A partir de esta cita nuestro beligerante redactor deduce alegremente el carácter abrupto y combativo de mi intervención. Nada de eso hubo, ya que difícil era hacerlo cuando mi exposición iba dirigida a mostrar la convivencia de las lenguas en Navarra en los últimos 2.500 años. Se habló de celtas, de iberos, de romanos, de latín, de lenguas romances… y, sí, dije que el euskera fue una lengua invisible para la administración navarra desde la aparición de los primeros documentos en el siglo IX hasta que el Amejoramiento y la Ley del Vascuence la declaran lengua propia de Navarra y cooficial en parte del territorio en 1982. Más de mil años en los que la producción de documentos oficiales en euskera fue nula en Navarra. Esa era la invisibilidad a la que me referí, y un hecho sobre el que difícilmente se puede discutir. Por lo demás, la idea principal que quise transmitir es que a pesar de esa invisibilidad, a pesar de no haber sido una lengua de prestigio, ha sido durante 2.500 años vehículo de comunicación de muchos navarros. Y, para sorpresa del confidencial, se va a seguir utilizando durante unos cuantos años más al menos. Por supuesto, en convivencia, ojalá feliz y armónica, con el castellano (antes llamado latín), como lo lleva haciendo en los últimos 2.000 años.
Pero hombre don Mikel. Que se carga usted el acto. A ver si la gente al final no va a sacar en claro que el Gobierno de Navarra es malísimo, «supremacista» y antivasco. Lo dicho, que se carga usted el acto.
Yo sólo por malmeter. Resulta que nadie habla vasco y que aquí somos más forales que las cadenas.
Pero resulta que los nombres de chico más puestos en Navarra en el año 2010 fueron: Iker, Aimar, Oier, Mikel y Xabier… vamos, de un español profundo. Creo que todos tienen orígenes de la Betica Romana.
Por no hablar de los Aroa, Haizea, Eider, Unai, Eneko, Aritz o Beñat, que siento ser tan ignorante, no se si hacen pis de pié o sentados.
Pero aquí todos somos recios navarros que odiamos lo vasco. Todo. Todos.
Un poquito de coherencia por favor. Si les jode que haya gente que hable en vasco… la puerta está abierta. Y si no, digan abiertamente que esta sociedad se está euskerizando y vasquizando cada día más. Por la inacción de los que deberían hacer algo. Taparse los ojos es absurdo. Y cobarde.
A ver si alguien se despierta.
D. Mikel, ¿podría usted explicar por qué tenemos que gastarnos el dinero de los contribuyentes (o sea, mi dinero) en poner escuelas vascófonas en zonas de Navarra no vascófonas?; ¿quién es aquí el supremacista, o imperialista cultural?.
Después de ver los dibujos de los niños de Ikastola, ¿me podrá decir usted en serio que en las ikastolas no se da una manipulación política encubierta?.
Lo que dice usted es muy bonito, Sr. Mikel Belasko,eso de la «convivencia, ojalá feliz y armónica, con el castellano»; muy bonito, sí. Sólo tiene un problema: que no me trago que lo piense usted sinceramente; hace ya mucho tiempo que los nacionalistas vascos han dejado de ser para mí personas de confianza en este asunto.