El humo del tabaco es una de las substancias perjudiciales que afectan al hombre moderno.
Es una de las que –además- se puede prescindir voluntariamente. La mayor parte nos las dan servidas, sin que podamos defendernos contra ellas. Pongo por ejemplo; contaminación por tráfico de todas clases, por fabricas, por desinfectantes, pesticidas, aditivos a diestro y siniestro en productos alimenticios, de higiene personal, de limpieza, radiaciones y ondas que llenan el espacio que habitamos…Y eso sin contar las muchas de las cuales no tenemos noticia, porque no nos la han querido dar.
Hay otras de las que también podemos prescindir voluntariamente, pero no son tan perfectas para desviar la atención de otros peligros para la salud, pues solo afectan a quien las consume y no se puede explicar porqué los no- consumidores siguen contrayendo enfermedades que no deberían de contraer si el motivo único fuera la substancia en cuestión.
Eligiendo el tabaco, este problema queda vencido, pues se dice que afecta a todos aquellos que dan unas bocanadas en cualquier sitio y que por eso, también enferman de las mismas enfermedades.
No existe comprobación posible fiable de que el humo del tabaco nos afecte a los pasivos, ya que todos somos pasivos desde bebés y no existe ningún nivel comparativo con no- pasivos. Esto en humanos. En animales si se han hecho pruebas y se ha visto que afecta solo a los sometidos a muy grandes concentraciones durante largos periodos de tiempo. Además no hay ninguna diferencia encuanto a contraer enfermedades achacables al humo del tabaco en pasivos, entre países fríos, donde la vida se hace siempre en el interior de los edificios y países tropicales, donde no existen fumadores pasivos, pues toda la vida se desarrolla al aire libre..
Pero eso no hace falta decirlo, porque si no pudiera achacarse todo al humo del tabaco, seamos o no fumadores, la gente empezaría a pensar qué es lo que está envenenando nuestra vida y nuestro planeta. Y como no se va a poner remedio, pues mejor no se habla.
Además, con todo esto, se consigue algo muy deseable: la crispación. Se provoca problemas en la familia, los grupos de amigos ya no salen juntos, se discute, se riñe, se margina, se rompen tradiciones entrañables (los puros en las bodas, en el frontón, etc), se acaba con las ganas de salir de muchos….¡¡Se divide, se enzarza y sobre todo……se aparta la atención de otras cosas, para la que no nos han dado voz ni voto!!
Esta es mi modesta opinión.
Un comentario
Pues mire, doña Elena, yo estoy encantado con que ya no se pueda fumar en locales cerrados. Habría sido genial que de paso también se hubieran solucionado todos los males del universo, pero me alegro de no haber tenido que esperar a convertirnos en un país tropical para poder vivir siempre al aire libre.