Hemos comenzado con esta imagen para aclarar una cuestión previa: no existe la bolsa USA, la bolsa francesa, la bolsa alemana o la bolsa española. Existe UNA bolsa. Una economía. Un mercado. Por esa razón tampoco existe una crisis en los EEUU. No existe un mercado para los EEUU y su crisis y otro mercado para los demás. Así pues, en todo el tiempo que en Navarra Confidencial llevamos hablando de los EEUU, las subprime y la crisis del sector financiero, no hemos estado hablando de los EEUU. La crisis era nuestra crisis, y era insensato no querer verlo.
Sin embargo dentro de la crisis, que es una, hay distintos elementos, y cada uno de estos elementos experimenta la crisis siguiendo sus propios tiempos. Así, por un lado tenemos la economía real y por otro la bolsa. Dentro de la economía real, a su vez, tenemos el centro (que son los EEUU) y tenemos la periferia de la conomía (que somos el resto). Son tres elementos, pero que actúan de forma interdependiente. Las crisis graves tienen lugar en el centro. Cuando una crisis nace en el centro del sistema, es sólo cuestión de tiempo que afecte a la periferia.
Consideramos por tanto muy relevante el siguiente dibujo, que expresa gráficamente lo sucedido en las dos últimas recesiones en Norteamérica. La tabla muestra cuándo se ha iniciado la recesión, cuándo ha empezado a caer la bolsa, cuándo ha terminado la recesión y cuándo se ha recuperado la bolsa.
Los casillas coloreadas de rojo representan trimestres en los que se ha producido una contracción del PIB. Las casillas amarillas son períodos durante los cuales no se ha contraído el PIB, a pesar de lo cual el National Bureau of Economic Research (órgano encargado de determinar el inicio y el final de las recesiones en los EEUU) ha considerado que formaban parte de la recesión. En las dos últimas recesiones puede observarse que la bolsa empieza a caer un trimestre antes, aproximadamente, de que empiece a contraerse el PIB. La bolsa de referencia, por las razones obvias que apuntábamos al principio, es el SP 500.
En el caso de la recesión del 90, observamos que la bolsa también anticipa el final de la crisis, y empieza a recuperarse antes de que termine la recesión. Hay que pensar por tanto que la bolsa comenzó a subir aunque los datos que se seguían publicando de la economía seguían siendo negativos. Hay que estar atentos a esto. La economía, de hecho, aún seguía contrayéndose.
En la recesión del 2001, por el contrario, la bolsa siguió cayendo mucho después de que se hubiera recuperado la economía.
Otra diferencia relevante es que en la recesión de 1990-91 el SP 500 descendió alrededor de un 20%. En la del 2001, lo hizo casi un 50%. En el 2000, sin embargo, cuando se vivió el estallido de una burbuja bursátil. El ratio precio/beneficio del SP 500 era entonces de 30. Actualmente es de 17. En 1990 se encontraba alrededor de 15.
Warren Buffet dijo que si des estudio del pasado pudiera deducirse el comportamiento futuro de los mercados, entonces los hombres más ricos del mundo serían los libreros. Asumimos por tanto que la crisis actual no será ni como la de 1990 ni como la del 2001, pero todo parece indicar que se parecerá más a la primera que a la segunda.
Terminamos con una mención a lo que pasó en esta orilla del charco tras las recesiones de 1990 y 2001 en los EEUU. Europa entró en recesión generalizada a partir de mediados de 1992. La crisis USA había empezado casi un año antes y había acabado para cuando comenzó en Europa. En 1993 se produjo la última recesión que ha habido en España. Alemania y otros países europeos comenzaron a entrar en recesión a partir del tercer trimestre del 2001.Unos 6 meses después de que comenzara la crisis en los EEUU y cuando ya allí estaba dando sus últimos coletazos.
La crisis es una, los tiempos tres. Los únicos que coinciden son los de la bolsa. La crisis en la economía real de los EEUU ha empezado probablemente en los alrededores de noviembre. Sea recesión, sea desaceleración lo que haya de venir, no tengan duda que llegará inexorablemente. En cuanto a los tiempos, en virtud de todo lo expuesto, hagan ustedes mismos sus cálculos.