El zodíaco es la franja celeste que recorre el Sol en su curso anual aparente, la cual se divide en 12 signos correspondientes a cada una de las constelaciones del recorrido. De este modo, cuando uno nace lo hace bajo el signo que le corresponde según el día del año. El origen del zodíaco se pierde en la noche de los tiempos hasta cerca de hace 2.500 años. Hoy en día, sin embargo, se ha convertido en un elemento común en todo tipo de publicaciones, incluidos los periódicos, gracias al horóscopo. Es decir, la predicción del futuro a través del zodíaco basada en la influencia de los astros.
Primer problema: las constelaciones tienen distinto tamaño
Parece ser que fueron los griegos quienes dividieron el zodíaco en doce partes iguales. Se trató sin duda de un acto de amor a la simetría que permite dividir los 360 grados de la circunferencia en 12 partes idénticas. El problema es que las constelaciones ni por asomo tienen el mismo tamaño en el cielo. La consecuencia es que mientras, Escorpio tiene un período de 8 días, el de Tauro es de 38. Pueden apostar a que este hecho astronómico hoy no lo refleja ningún horóscopo.
Segundo problema: la precesión
Como todo el mundo sabe el eje de la Tierra se encuentra inclinado 23º. Esto significa que la Tierra gira de un modo muy particular, semejante al de una peonza. Este movimiento de precesión produce un desfase continuo en virtud del cual el firmamento actual no tiene nada que ver con el que contemplaron quienes inventaron el zodíaco hace 2.500 años. El resultado es que los signos del zodíaco acumulan un desfase respecto al firmamento real cercano a un mes entero, en virtud del cual nadie ha nacido realmente bajo el signo que le atribuyen los horóscopos. Pueden ustedes comprobarlo en el siguiente cuadro.
Tercer problema: ¿dónde está Ofiuco?
No se puede reprochar a los griegos que no lo supieran, pero el sol recorre una constelación que no aparece en los horóscopos. Se trata de Ofiuco, y debería ser incluida en el zodíaco entre el 30 de noviembre y el 17 de diciembre. No se trata de una omisión sin importancia teniendo en cuenta que el período de Ofiuco es nada menos que el doble del de Escorpio.
Conclusiones
En realidad existen muchos más problemas, aunque sólo con los mencionados basta para justificar el hecho de que en Navarra Confidencial no tengamos horóscopo. Salta a la vista que si la astrología no tiene nada que ver con los astros, los que realmente pueden influir sobre usted, si usted se deja, son los astrólogos.
Un comentario
Como decía Chesterton, el problema de hoy en día no es que la gente no crea,¡es que se lo cree todo!