Ayer fue un día curioso. La lectura de las noticias el 28 de diciembre, tradicionalmente, consiste fundamentalmente en intentar descubrir la inocentada, separándola del resto de noticias. Decimos sin embargo que ayer fue un día curioso porque la mayor parte de las noticias que no lo eran parecían inocentadas. ¿Y qué significa eso? Pues a lo mejor que nos estamos acostumbrando a que lo inverosímil se convierta en norma y la anormalidad en una cosa rutinaria, como el estado de alarma. Cualquiera de estas noticias podía haber sido una inocentada:
-La factura de la luz subirá un 9,8% a partir de uno de enero.
-El líder de la ilegalizada Batasuna afirma en una entrevista que publica ‘The Wall Street Journal’ que ETA está lista para dejar la violencia
-El 24 horas de Gran Hermano sustituirá a partir del día 30 a CNN+
-El PNV podría haber propuesto a Uxue Barkos encabezar su candidatura en Navarra
-Diputados y senadores reducen sus vacaciones navideñas a un mes
-España expulsa a dos diplomáticos rusos por espías y Rusia a dos españoles
4 respuestas
Es el Gran Teatro del Mundo….
O la vida al revés.
La verdad es que esas noticias no hay por donde tomarlas.
Ah ¿pero los diputados no estaban de vacaciones perpetuas? Ahora resulta que eso de aguzar la vista para mirar la mano del portavoz (si, no, abstención) y pretar el botón (sí, pretar que no da ni para apretar) es un trabajo. Cosas veredes…
Ahora un poco en serio. Tenía entendido (se ve que escojo muy mal mis lecturas) que lo de ser diputado era una función y no un trabajo, la función de representar a la gente -bueno no, como eso da mucho trabajo y el populacho huele mal decimos que representamos a algo mítico como la soberanía nacional-. Y claro ejercer una función no sabe de horarios ni de fiestas.
¿Qué mejor ejemplo de la falta de representatividad de los diputados que esa conversión de la función representativa en un cómodo puesto de trabajo a las órdenes de su jefe de filas? Es lo que tiene esta partitocracia que esconde su deprimente realidad bajo conceptos respetables y generalmente respetados.
Tiene Ud. mucha razón en su crítica, Sr Itúrbide. O el diputado toma la responabilidad de pensr y decidir por si mismo, o no hacen falta 350 peleles en el congreso y otros 264 senadores: bastará con un representante de la ejecutiva de los partidos más votados, con poderes para «pretar el botonico».
¡Imagínense la pasta que ahorraríamos en viajes, dietas, coches oficiales, salarios, cotizaciones y jubilaciones «de luxe»!
Venga, vagos, a currar, o a casa… que no necesitamos tantos mercaderes para el mismo negocio.
sería estupendo vivir en una democracia … pero por ahora nos tendremos que contentar con vivir en una dictadura de partidos. Y de no cambiar la ley electoral, en una dictadura de los partidos bisagra nacionalistas …