El rescate de Irlanda

Pocas dudas existen sobre las causas de la quiebra de Irlanda: el estado irlandés no ha sido capaz de soportar el peso del rescate de su sistema bancario. El rescate cuestiona una vez más el mito de que el estado no puede quebrar. Irlanda encarna la demostración empírica de que el supuesto rescatador se convierte en rescatado. El problema es que los rescates financieros distan mucho de ser inocuos. Cantidades ingentes de dinero se han utilizado para rescatar a los bancos y ahora hay que utilizarlas para rescatar a los estados.

¿De buena nos hemos librado?

La idea que da sentido al rescate del sistema bancario irlandés primero, y a la del propio estado irlandés ahora, es que la situación sería todavía peor de no haberlos rescatado. Algo que, por otra parte, se ha convertido en el principio que está guiando las acciones de todos los estados. El rescate de irlanda costará a cada irlandés 23.000 euros. Podía pensarse irónicamente que menos mal que les han salvado. Puede que el rescate bancario al final les cueste tanto como el dinero de la cuenta que tienen en el banco. No presumamos demasiado porque la deuda exterior neta de España por habitante es de unos 21.500 euros. Portugal dice que no será la siguiente. Pero como no nos fiamos mucho de los políticos, veamos lo que decían ayer los mercados.

CDS (prima de seguro por riesgo de impago) de Irlanda

525

CDS (prima de seguro por riesgo de impago) de Portugal

457

Estamos seguros de que los políticos no nos mentirían en un asunto como éste, pero el riesgo de quiebra de Portugal es muy elevado a juicio de los mercados. Señalamos que no nos ha gustado ver la forma en que subían los CDS de Bankinter. Por lo demás puede que no nos parezcamos mucho a Irlanda, pero a juicio de los mercados nos parecemos muchísimo más a Portugal que a Alemania. A la vista están los resultados.

Bankinter SA

444

CDS de España

282

CDS de Alemania

38

Más libertad (y más responsabilidad) para los ahorradores

Un par de diputados conservadores plantearon recientemente al Parlamento británico introducir la posibilidad de que los clientes pudieran elegir si el banco podía o no podía prestar su dinero a terceros. Eligiendo esta modalidad, el banco se limitaría a custodiar el dinero.

En esta línea, ¿se pueden evitar las crisis con más regulaciones y con más estado? Puede que debamos reflexionar sobre la posibilidad de que en el futuro los clientes debamos tener más libertad para decidir sobre todo lo que hacen los bancos con nuestro dinero. Además de si queremos que nuestro dinero sea prestado a terceros, tal vez también deberíamos poder elegir si queremos que el banco utilice nuestro dinero para préstamos inmobiliarios, para comprar títulos o para operaciones de riesgo. A lo mejor podemos compartimentar por seguridad o por rentabilidad lo que el banco hace con nuestro dinero y asumir las consecuencias como cuando se invierte en un fondo.

Los rescates deben tener un límite porque los rescatadores no son los estados. Es la sociedad civil la que está rescatando primero a los bancos y luego a los estados. Tampoco nos engañemos con el mensaje que la izquierda está mandando a sus electores mas excitables. La izquierda no tiene un modelo económico alternativo que no sea el albanés, el cubano o el de la RDA. Lo único que está haciendo la izquierda es proclamar el fin del capitalismo mientras les presta camiones llenos de dinero a los banqueros.

Que rescaten a las zapaterías o que quiebren los bancos

¿Hubiera sido peor que los bancos quebraran? Entonces la reforma del sistema quizá deba ser ésa y no la dudosa hiperregulación que proclama la izquierda. Las medidas a adoptar quizá deban volver a crear las condiciones en las que la quiebra de los bancos no hubiera costado más que su rescate. Para que si volvemos a encontrarnos en esa misma situación en el futuro, podamos dejar caer a los bancos y que paguen sus responsables. Hubo en tiempo en que teníamos una palabra para definir ese escenario, la palabra era “capitalismo”.

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4 respuestas

  1. Las quiebras de los bancos siempre han sido un desastre, pues comercian con el crédito de las personas, y la confianza es esencial. Vivimos en la economía del crédito: el 90% del dinero (en realidad el 95%) es fiduciario, no existe ni siquiera en papel. Y ya el billete de papel es fiduciario, pues no tiene otro soporte que la garantia del estado/estados.

    La quiebra del sistema supondría la pérdida de valor del papel moneda, no les digo ya de los apuntes en cuenta (dinero bancario), derivados de los créditos, préstamos, giros, recibos, facturas, letras, etc… simplemente, sería un infarto de miocardio de nuestro corazón, que es dinero.

    Por eso no se puede dejar quebrar así a lo bestia a un sistema financiero (porque Irlanda, como Islandia, como Grecia, y como seguramente ocurrirá con España y Portugal, quebrar, ya han quebrado). Lo jodido es que nadie lo dice y que nadie quiere sacar conclusiones, arremangarse y poner fin a esta época postcapitalista… y aún hablaban del fin de la historia, ¡Ay Fukuyama… si tú supieras…!

  2. Lo curioso del tema es que como he leído en un titular de Cotizalia (www.cotizalia.com) los bancos irlandeses aprobaron los famosos stress tests (pruebas de esfuerzo). Y rescate de Irlanda es porque sus bancos se han vuelto insolventes, el Estado ha asumido sus pérdidas y ha generado una déficit presupuestario terrible que no ha podido ser cubierto en el mercado de deuda pública.

  3. Para Juan Velarde el primer punto para «salir» es decir la verdad. Lamentablemente para un bar de pintxos en Pamplona el rescate sólo le permitirá salvar el puente foral y las Navidades y respirar una temporada más. Ojalá que aproveche el tiempo para reorganizar el negocio, que ya no podrá ser el mismo.

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