Los defensores del aborto argumentan que lo que se elimina al abortar no es un ser humano. Aseguran que no está claro qué es un ser humano. O que el feto es un ser vivo pero se ignora de qué especie. Todo esto, al menos, en el plano teórico. La realidad es que, en una entrevista concedida a la revista Elle en febrero del año 2008 cuando estaba embarazada de 18 semanas, la ministra de Defensa Carmen Chacón relataba que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue la primera persona del partido en conocer su embarazo, y que a partir de entonces, cuando la llamaba por teléfono, lo primero que le preguntaba era: «¿Cómo está nuestro niño?».
El hecho es que Carmen Chacón dio a luz a mediados de mayo del 2008 con dos semanas de adelanto, y que la noticia de su embarazo se hizo pública a mediados de diciembre del 2007. Un sencillo cálculo muestra que si Carmen Chacón reveló a Zapatero que estaba embarazada tuvo que ser en algún momento anterior a que este hecho se publicara, cuando sólo estaba embarazada de dos meses y medio, por lo que se deduce que Zapatero llamaba “niño” al hijo de Carmen Chacón como poco cada vez que la llamaba a partir de las 10 semanas de embarazo.
El aborto: un crimen bárbaro lleno de hipocresía.
La Ley del aborto impulsada por Zapatero permite el aborto libre hasta las 14 semanas y hasta las 22 cuando el embarazo estorba el completo bienestar psicológico de la madre. Puede que Zapatero no sepa qué es aquello que ocupa el útero de una mujer embarazada cualquiera cuando aborta a las 10 semanas, pero él mismo lo llama “niño” en el caso de las ministras embarazadas.
16 respuestas
Irene.- ¿Ud. contesta explicándose por extenso «para insultar»? («insultantemente») qué curiosa manera de razonar tiene.
Que sepa que la ironia no es un arma que se pueda manejar bien en una conversación escrita: da lugar a malentendidos. ¿Vé? Yo creyendo todo el rato que estaba tratando con una persona adulta, en actitud de respetuoso dialogo, y resulta que Ud quería insultar(me).. (esto sí es una ironía).
NO se preocupe, que no me tengo por insultado, mujer. Ya le decía que no tiene por qué leer ni contestar.. no me reproche a mí su falta de tiempo, o su desinterés, o su miedo por contrastar ideas… pero no me conteste para insultar, hija…
Estimada Sra.- Ud. no me puede dar -ni quitar- carnet de católico, ni de nada. Aunque lamente su adscripción al sector neofarisaico, no le voy a echar de la Iglesia Católica. En ella cabemos todos: incluso Ud.
Desde luego, si he incurrido lo que ud llama soberbia intelectual (y falta de caridad, que seguro que sí), le pido disculpas ya mismo. Como si le escandaliza lo que le digo. Si es intelectualmente honesta, llegará un día en que cambiará su fe tan llena de hollín por una cosa de verdad, y no un sistema de seguridad… aunque ya veo que le han avisado a Ud. de que satanás (con rabo y todo, que lo visto) andaba por Pamplona.
Saludos,