¿Hasta dónde tiene sentido pagar por la UPNA?

¿Existe algún límite razonable al gasto de la UPNA? Estamos convencidos de que la lógica así lo impone. En este sentido podría pensarse en tres tipos de límites, dos de carácter relativo y uno de carácter absoluto. El primer límite sería cuánto es razonable gastar en la UPNA en virtud de los resultados que ofrece. Sin embargo se trata de un límite relativo puesto que podríamos seguir gastando en la UPNA, por intereses políticos o por lo que fuera, mucho más de lo que tendría sentido en función de sus resultados. El segundo límite quedaría marcado por lo que costara el mismo servicio que ofrece la UPNA en una universidad privada. No tiene sentido pagar por un servicio que se puede obtener en el sector privado por menos dinero. No obstante sigue siendo un límite relativo, porque aunque resultara absurdo podríamos empeñarnos en seguir pagando. El límite absoluto sería la falta de recursos del estado. Esto es, cuando los ingresos y el dinero prestado que puede captar el estado -como en la actual situación- no son suficientes para mantener el gasto. Interesa recordarlo en la medida en que desde algunos sectores se piensa que el endeudamiento sin complejos y el gasto incontrolado garantizan los servicios públicos, cuando lógicamente sucede todo lo contrario.

Los límites de la UPNA

Con esta pequeña introducción, podemos dar un paso más allá y plantearnos no sólo lo que podríamos hacer en el supuesto hipotético de que dejara de existir la UPNA, sino incluso si nuestra mejor opción para formar estudiantes navarros es invertir nuestro dinero en la UPNA.

¿Existen alternativas para los 8.000 estudiantes de la UPNA?

Un sencillo cálculo demuestra que sí. El siguiente cuadro muestra cómo podríamos formar a esos 8.000 estudiantes por menos dinero del que nos cuesta la UPNA.

–          El 10% de los alumnos más brillantes, los 800 más capaces y con mejor expediente, podrían estudiar en las mejores universidades del mundo. Hemos consultado las webs respectivas y los gastos totales de un curso para un estudiante de Medicina en la universidad Johns Hopkins, incluida su manutención, ascenderían a unos 45.000 euros. Algo más baratos nos costarían los estudios en la universidad de Columbia o en Harvard. Con una inversión de 36 millones de euros podríamos tener anualmente a 800 de los mejores estudiantes navarros formados en todos los campos del saber en las mejores universidades del mundo, con todos los gastos pagados como premio a su esfuerzo.

–          El 40% siguiente de estudiantes podría ser matriculado en la Universidad de Navarra, la mejor universidad privada de España, con un coste de 22,4 millones de euros. En el último ranking de universidades publicado, el QS World University, la UNAV ocupa el puesto 353 de 500. La UPNA ni siquiera aparece.

–          El 50% restante de estudiantes podría ser matriculado en cualquier universidad pública de España, de nivel equivalente a la UPNA, con los gastos pagados.

¿Cuánto merece la pena pagar por la UPNA?

La suma de todas las cantidades anteriores ascendería a 74,4 millones de euros, inferior a los 75,9 millones que la UPNA tiene de presupuesto, sin bajar el nivel general de nuestros universitarios, sino más bien todo lo contrario. De hecho, en unos pocos años habría en Navarra miles de profesionales formados en el top 10 de las mejores universidades del mundo. La reflexión que les trasladamos es si merece la pena pagar por la UPNA más de lo que nos costaría una alternativa equivalente, como por ejemplo la que les hemos expuesto.

¿Cree usted que merece la pena pagar más por la UPNA que por una oferta equivalente alternativa?

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13 respuestas

  1. compruebo una vez más que, con ocasión de los discursos en la apertura de curso en la UPNA, los comentarios de lectores terminan desvirtuando el núcleo del artículo de NC, algo que -cuanto menos- enerva, hace perder el tiempo, no enriquece. Pienso que se puede evitar.
    Surge ahora otra oportunidad para tratar asuntos académicos, que significa en parte profesionales bien preparados para Navarra y el mundo (¡tenemos que exportar talento!), y el conocido I+D+I para mejorar nuestra competitividad.
    Este artículo de opinión requiere, me parece, algunos matices:
    a) las instituciones universitarias tienen de algún modo su tamaño ideal, su «talla»: una oferta de calidad no se puede garantizar a 5.000 ó 20.000 estudiantes indistintamente. No da igual ‘llenar’ otras universidades de estudiantes navarros, al margen de su expediente.
    b) el presupuesto de cada universidad es también variable en términos relativos. Cuanto mejor se gestione, se pueden reducir ciertos gastos fijos, y bastantes variables. Pero el costo de la investigación, y según en qué áreas, puede llegar a ser exponencial. Según qué baremos se tomen en consideración, muchas universidades españolas pueden ser más ‘costosas’ o más ‘económicas’ que la UPNA.
    c) tengo idea de que un estudiante navarro que estudia en una uni fuera de Navarra «con los gastos pagos», tiene unos gastos mayores a 4.000 euros/año: vivir fuera de casa es mucho más costoso (o no comprendí bien cómo se confeccionó la tabla-gráfico).
    d) Y, por último (por hoy), una idea que se me ocurre de interés: las universidades son instituciones centenarias, multiseculares. El tiempo dirá en qué medida son suficientes o sobran unas 70 universidades en España. Por lo pronto, ya se ha publicado en la prensa la posible «fusión fría» de un grupo de universidades que, con el tiempo, puede resultar muy fructífera.

  2. Realmente, a nuestros amigos de NavarraConfidencial el árbol no les deja ver el bosque. Dice muy poco de ellos que intenten vender a los lectores el alto coste de la UPNA basándose exclusivamente en la formación. Señores, como bien saben pero no quieren contar, la Universidad es bastante más que la Docencia, es formación en libertad e igualdad, desarrollo social y avance de conocimientos, es una formación integral del individuo a ser posible sin ningún tipo de corsé.
    Honestamente, se le podría dar la vuelta a la tortilla y pensar en la siguiente pregunta:
    ¿Hasta donde tiene sentido pagar por la UNAV?.
    Saludos cordiales
    Noemus

  3. Creo que la dificultad radica más en conseguir una gestión eficiente, con un estatuto funcionarial en un mundo bastante endogámico y politizado, que en un cálculo grueso de importes.
    Lamentablemente la UPNA no es centenaria, pero ya ha adquirido los vicios de las públicas más antigüas…
    La preocupación de Navarra debería ser alcanzar la mejor preparación y empleabilidad de su gente, sea donde sea y cueste lo que cueste. Desde aquí reivindico la obligatoriedad curricular de estudiar al menos un año fuera antes de los 18 y al menos otro, a partir de esa edad.

  4. Recuerdo que hace unos años leia un artículo del Profesor Barea sobre financiación de la Universidad, que no olvidemos es un Servicio Público Educativo. Pues bien el partía del dato de que la segmentación social de los alumnos en la Universidad española no se ajustaba a la estratificación social de la sociedad española, pues habia una sobrerrepresentación de la clase media-alta y de la clase alta. Teniendo en cuenta que la Universidad española se financia mayoritariamente a través de subvencion directa de la Administración autonómica o estatal llegaba a la conclusión de que el sistema de financiación vigente era un sistema regresivo, es decir, que se financiaba con subvenciones a la parte más pudiente de la sociedad.

    Probablemente el debate más realista sea el discutir si la subvención directa a la Universidad es un sistema justo y eficiente de gestionar el dinero de los impuestos más que hacer brillantes ejercicios de dificil realiación a medio plazo (ya se sabe la política es el arte de lo posible).

  5. Me parecería mejor
    1º un sistema de admisión de estudiantes basado en la capacidad que hayan demostrado en la secundaria y en la prueba de admisión específica, con independencia de su capacidad económica: es decir una «admisión ciega», que dicen en Yale, Harvard (y muchas universidades públicas americanas, que cobran «lo suyo», singularmente a los estudiantes de otros Estados de la Unión), etc.
    2º un buen sistema de ayudas (no necesariamente becas, como en Harvard, Yale y universidades públicas americanas), etc. a los estudiantes según sea su necesidad económica y su rendimiento anual.
    3º un buen sistema de formación terciaria al margen de los sindicatos: sí, los sindicatos (españoles) son los responsables principales del desprestigio de la la formación terciaria en general: siguen sin renunciar a gestionar todos los millones que les llegarían de ser los titulares de la FP y sobre todo los empleadores de una masa ingente de docentes
    4º no subvenciones directas fundamentados en simplemente en que es «público», a los Servicios Públicos (Educativos) los contribuyentes (excepto Carmen Calvo) les pedimos que sean eficaces: ¡el dinero no es suyo!

  6. La propuesta parece exagerada, pero en el fondo me parece razonable. Un sistema para premiar el esfuerzo y que conseguiría que nuestros alumnos estudiasen en las mejores universidades. Parece difícil aplicarla a toda la UPNA, así que se podría probar esta fórmula u otra parecida con la posible facultad de Medicina.

  7. Si los navarros, a través de nuestro Parlamento, hemos decidido que necesitábamos una Universidad Pública, la hemos construido y la hemos puesto en marcha debemos asumirla con todas las consecuencias, sin ponerla en cuestión y sin enfrentarla a la otra Universidad.

    Lo que necesariamente debiera exigirse, también a través del Parlamento, es:
    a) Una gestión eficiente de los recursos que los navarros ponemos en manos de la Comunidad Universitaria. Por lo datos conocidos no creo que se pueda firmar que la gestión económica de la UPNA sea de las que destaque por su eficiencia (Máximo rendimiento, Menor gasto)
    b) Excelencia académica tanto en la docencia como en la investigación. Es cierto que la UPNA no aparece en los primeros puestos de los Rankings que miden esta excelencia pero hay que tener en cuenta que es una universidad muy joven. Seguimiento anual del progreso en este campo.
    c) Coordinación con la universidad privada. Las dos tienen el mismo objetivo: la formación universitaria de los ciudadanos, a través de la docencia y la investigación. La coordinación entre ambas instituciones mejoraría el servicio y abarataría los costes.

    Si además de esto se lograra que la UPNA fuese un centro de referencia para la enseñanza en valores para la convivencia, evitando la presencia de determinados elementos que se aprovechan del espacio universitario para fines que no le son propios, podríamos estar satisfechos con nuestra primera decisión de dotarnos de una Universidad Pública.

    Por lo visto hasta ahora, nos queda un gran camino por recorrer.

  8. Estoy con José Ramón. He manifestado mi oposición a la implantación de Medicina, pero lo de «cerrar» la UPNA es demasiado (quizá tenga que ver con las «dosis de provocación» que dice el slogan del medio).

    Resulta difícil plantear ahora un ultimatum y que si no llegamos a un nivel de docencia e investigación X, cerrarla, porque esos temas son una carrera de fondo. De la noche a la mañana no se monta un equipo de investigación para ganar el Nobel.

    En cualquier caso hay un doble camino para prestigiar la Universidad desde el principio y con cierta rapidez:

    a) Buenos profesores. Buenos. Formidables. Los mejores. Pero tenemos un problema. El sistema de acceso a la docencia está viciado. Premia al que es de la cuerda del que ya está dentro. Y ni ANECAS ni Certificaciones consiguen acabar con el cáncer. Una verdadera e imparcial encuesta de calidad del profesorado podría poner unas primeras reglas del juego, pero ¿quien le pone el cascabel al gato?

    b) Buenos alumnos. No nos engañemos. A la UPNA no viene lo mejor de España. La UN tiene un programa para atraer los mejores expedientes de España a estudiar a la Universidad. Pagándoles incluso parte de la matrícula o la matrícula entera. Alumnos buenos prestigian a una universidad y retroalimenta el sistema, porque a buenos alumnos, profesores más entregados, mejor formación, mejores antiguos alumnos, mejores alumnos, profesores más… ¿Pero cómo se come esto en una Universidad llamada a ser «igualitaria»? ¿Aceptaremos ahora en expulsar de la Universidad al que no apruebe la mitad de los créditos matriculados, por ejemplo?. ¿Cobraremos el triple, o el valor real de la formación a terceras convocatorias?.

    Insisto, creo que la UPNA es necesaria, pero también es necesario agitarla bastante. Otro problema: ¿quien la tiene que agitar? ¿el Parlamento? ¿esos?… que Dios nos coja confesados.

  9. Estoy bastante de acuerdo con todo lo que se ha expuesto. Y por no redundar en lo mismo quiero analizar otro aspecto.
    Cuanto dinero mueven las dos universidades? Esto beneficia a todos los navarros ¿o no?.
    Cuando termina el curso y los estudiantes vuelven a sus ciudades de origen, la ciudad se queda casi muerta; en cambio durante el curso da gusto pasear por las calles. bien sea parte vieja, o Iturrama, etc.
    Todo ello mueve hosteleria, transportes, residencias, alquileres, etc.
    Se sale del contenido academico que se ha estado analizndo hasta ahora, pero creo debe tenerse encuenta, como un añadido a lo que se discute.

  10. Le pido al director a ver si hay alguna forma de agrupar foros por temas, porque si no se pueden perder algunas discusiones… Actualmente hay tres foros abiertos sobre la UPNA.

    En el otro he planteado un tema que puede resultar interesante. Las Universidades y Escuelas norteamericanas se financian a través de donativos y captaciones masivas de fondos (fundraising) entre amigos, antiguos alumnos, empresas, fortunas… Esas aportaciones son directamente deducibles de los impuestos que esa persona física o jurídica vaya a pagar.

    Por qué nigún político se atreve a modificar esta ley en España donde sólo puedes -con un truco- deducirte un 35% de la aportación como gasto?.

    Quizá es que la UN sería capaz de captar mucha pasta y la UPNA no, y claro no nos van a volver a sacar los colores ¿no?.

  11. Hola noemus,

    Estoy totalmente en desacuerdo contigo. Yo creo que de las universidades tienen que salir buenos cirujanos, buenos ingenieros, buenos arquitectos, buenos juristas, y no profesionales incompetentes políticamente correctos. Me da pánico pensar en una universidad destinada a hacer arquitectos libres e iguales sin corsé (sea lo que sea eso)… y que luego se caigan los puentes. Por otro lado, ser libre creo que no lo da la universidad, y añado que por suerte.

    Por lo demás, es evidente que lo discutible es la UPNA y no la UNAV. Una razón es que la UPNA se paga con dinero público, por lo que no se le puede aplicar el principio de que cada uno con su dinero que haga lo que quiera. Otra razón es que si la UPNA se mantiene para cumplir una serie de fines, si llegara un punto en que costara menos cumplir con esos fines matriculando a los alumnos en universidades privadas carecería de sentido mantenerla. Y a ese punto se podría llegar si la UPNA se gestiona mal o se limita a ofrecer servicios redundantes.

    Otro punto que añado es que, en mi opinión, la UPNA (y por tanto su rector en el ejercicio de sus funciones) tiene que ser exquisita en su neutralidad política e ideológica, puesto que es una universidad financiada con el dinero de todos los contribuyentes al margen de cuál sea su ideología. Quiero pensar que en esto estamos todos.

    Por último, mi preferencia personal sería que en Navarra lo que hubiera fueran al menos dos o tres universidades privadas, que compitieran a muerte entre ellas. Y que a los mejores alumnos la administración navarra, en vez de mantener ella misma una universidad, les pagara la carrera en la que ellos eligieran.

  12. Este conjunto de comentarios ofrecen a mi gusto una buena cantidad de aportes de gran interés y calidad. Me permito advertir que, desde el punto de vista jurídico -tanto del derecho romano como del político y constitucional- se distingue un servicio público de un servicio de interés público. Mientras la iniciativa social sea capaz de sacar adelante proyectos de todo tipo, no se requiere un servicio público: el Estado puede ayudar de modo subsidiario. Es y ha sido siempre así en el ámbito educativo y, en concreto en el de la universidad. Y si nos animamos a remontarnos a muy antiguas épocas griegas, la «obra» o «servicio» público, o ‘liturgia’ (del original indoeuropeo «leit» = pueblo, y «eurgeia» = obra o acción de bien o de interés común), se emprendía y realizaba por el conjunto o parte de la sociedad.
    PS. puede un filólogo corregirme ‘eurgeia’: puedo estar equivocándome en la transcripción del término a nuestra escritura arábiga.

  13. «Contribuyente»,das en el clavo, politización y endogamia. La Universidad no es para estabular gente durante unos años para que no estén el las listas del paro, ni dar un título a todo pichichi sino al que lo merece, ni para tener otro pesebre para políticos, ni un puesto de funcionario para inútiles recomendados. Más libertad, de mercado también, y ya veremos. Sí tener en cuenta que un impulso puede ser necesario para crear un Universidad, o para mejorar su rendimiento, pero mantener a un muerto viviente a costa del sufrido contribuyente NO. Y menos aún para dejar a los nazis campar por la Universidad como si de su particular Auswitchz se tratara. Yo los he visto, yo los he sufrido, y 20 años después siguen ahí … ¿para qué está el rector?

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