De un artículo periodístico del 10 de septiembre del 2010 se desprendía este titular: “Sacerdotes guipuzcoanos apoyan al proetarra Arregui contra Munilla”. En la lectura del artículo propiamente dicho, firmado por F.J.F. de la Cigoña, en ningún momento se habla de alguna vinculación directa del exfranciscano José Arregui con la ETA. Lo que se dice es que uno de los firmantes de una carta en favor de Arregui es un sacerdote de apellido Trebiño, condenado por dar asilo “a unos etarras que huían de un triple asesinato”. Sólo puedo pensar que quien ha escrito el titular no ha leído bien el artículo; prefiero pensar eso a que haya habido mala fe.
Conozco algo a José Arregui; en concreto, durante varios años he asistido a la celebración de la Pascua oficiada por él, en las inmediaciones de Pamplona. Jamás he oído de su boca una sola palabra por la que pudiera colegir que justifica el terrorismo. Tener que hacer esta defensa resulta, cuando menos, violento.
Se puede estar más o menos de acuerdo con cuestiones de funcionamiento jerárquico (conflictos que siempre ha habido, y mucho más graves), se puede orientar la pastoral de diversos modos; se puede, en fin, considerar inoportuno e incluso desleal con su obispo a un sacerdote, pero de ahí a arrimarlo a la ETA hay un abismo. Puedo decir que tengo el honor de disentir de algunos planteamientos de José Arregui: escucharle siempre ha sido un motivo de profunda reflexión y de contacto con un hombre que busca con bonhomía (y, como él diría, con la ambigüedad del corazón que a todos los hombres nos caracteriza) seguir a Jesucristo. Siempre le he oído hablar del amor, del perdón, de la gracia. Creo que el periódico que le ha colgado semejante epíteto debería rectificar o si no justificar debidamente acusación tan grave.
Javier Horno
2 respuestas
He tenido el placer de conocer a Jose Arregui, de hablar con el, sobre todo, de escucharle. No tanto como el autor de la nota, pero coincido con el en que jamas he podido escuchar de su boca nada que no sea un profundo deseo de paz y de concordia, como el mas propio de un apasionado seguidor de cristo Seguro que con errores y desaciertos, como todos. La nota infamante del periodico (no se cual) parece mas bien una venganza contra un adversario ideologico. Deberia retirarse, o explicarse y probarse. En otro caso, es una infamia y un delito.
«EL HONOR DE DISENTIR», SR. HORNO GRACIA, CADA VEZ ESCRIBE USTED PEOR