Sanz avisa sobre el Convenio: “Es la viabilidad económica de Navarra lo que tenemos en juego en estos momentos”

Hace tiempo que lo venimos denunciando: existe un gran agujero en las cuentas forales. Aunque es cierto que los ingresos fiscales se han desplomado por la crisis, no es menos cierto que los gastos –paralelamente- han seguido creciendo y creciendo. Se nos decía, especialmente desde el PSN, que eso era lo que teníamos que hacer para salir de la crisis. El problema es que en vez de salir de la crisis nos hemos metido en un agujero tremendo, provocado por el enorme desfase entre lo que gastamos y lo que ingresamos. El agujero lo compensábamos con la deuda, hasta que los mercados han dejado de prestarnos. Para colmo de males, la recaudación apenas aumenta nada respecto al año pasado.

En este contexto es en el que se puede entender que Miguel Sanz advierta de la necesidad de actualizar el Convenio Económico con el estado para modificar la actual fórmula de ajuste fiscal con el estado sobre el IVA y lo Impuestos Especiales, reclamando más dinero para Navarra por esos conceptos y asegurando que es lo que le “preocupa” en estos momentos, porque es nada menos que “la viabilidad económica de Navarra lo que tenemos en juego”.

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11 respuestas

  1. Tiene razón el Presidente de Navarra en este punto, pero parcialmente. Y ello por dos razones: a) se podía y debia haber contenido el gasto desde el año 2006 (mucho antes de la crisis) a la vista de la recaudación; b) se podía haber utilizado las competencias normativas de Navarra para elevar algunos impuestos, con lo que hubiera crecido la recaudación.
    Hay además una contradicción con declaraciones anteriores, como por ejemplo, las alabanzas que hizo cuando se modificó el Convenio en 2003; por último, tocar los ajustes fiscales en el IVA y en los Impuestos Especiales es una fórmula complejísima que afectaría indirectamente al Concierto con el País Vasco, no por nada, sino porque desde 2002 la fórmula es la misma en ambas Comunidades y no creo que el Estado vaya a decir sí a Navarra y no al País Vasco, aunque estando ZP vaya usted a saber.

  2. Añado: aunque los criterios por los que se rigen las «economías domésticas» no son idénticos a los que deberían regir para las «economías públicas», quizá sean comunes los de sentido común, por ejemplo, no gastar (gasto recurrente) más de los que se ingresa (mejor, una parte de los que se ingresa), no invertir (a crédito) por encima de una prudente capacidad de devolución (antes de la burbuja, te daban una hipoteca hasta 70/80% del valor del piso y la cuota del préstamo no debía superar el 50% del sueldo disponible). Hay que ganar las elecciones con los criterios expuestos por Pepiño (prox Presidente?) en el Congreso, no en la práctica: se acabó el todo gratis, se acabó el todos tenemos derecho a todo … Y en ningún caso subir impuestos, y menos IS e IRPF, tampoco para los que ganan mucho con su trabajo: sí que cada uno pague lo que use y/o gaste, etc.
    (respetando el principio de equidad y actuando la administración en los campos tradicionales, sin caer en el arbitrismo)

  3. Desde hace muchos -muchos- años el sector público en Navarra está creciendo más deprisa que el sector privado. Es el resultado de la instauración de una socialdemocracia avalada por UPN contrariamente a sus principios fundacionales. Y este extracrecimiento público está siendo financiado con deuda que se pagará a costa de reducir otras partidas presupuestarias. Miguel Sanz quiere ahora reclamar más dinero del Estado central para seguir sus mismas políticas socialdemócratas de incontenido gasto público. Parece no darse cuenta que el sector privado autóctono adolece en Navarra de una progresiva torpeza y parálisis, e incluso de un «abandono» del sector industrial dejándolo únicamente en manos de las compañías multinacionales.

  4. Lo que pone en peligro la viabilidad de Navarra es una partitocracia voraz que consume los recursos de la sociedad para que unos pocos disfruten de la vida.

    La cuestión es sencilla si Navarra tiene una capacidad de recaudación de 3.000 millones acomodemonos a esa cifra. Si te endeudas para pagar órganos, organismos, organillos y empresas públicas sin utilidad te empobreces y un principio de economia es que hay que devolver las deudas con los intereses.

    La viabilidad de Navarra se garantiza volviendo a las enseñanzas de nuestros mayores: una austeridad rayana en la racanería. No podemos ir por la vida fanfarroneando como si fuesemos de Bilbao.

  5. Estoy de acuerdo con Iturbide, salvo en el primer párrafo, que parece de un discurso extraído de la extrema derecha (que afortunadamente no existe en Navarra, aunque respeto su opinión). Creo que, teniendo razón en el resto, austeridad (tampoco hace falta ser rácanos), las cuentas se equilibrarían y que ahora no venga MS echando la culpa al Convenio y a los ajustes IVA, porque el problema no está ahí. Y lo digo con nombre y apellidos porque estuve en las bambalinas del Convenio de 1990 (siempre dije que estaba mal negociado, cosa que me costó la reprimenda de Juan Cruz Alli y de Javier Pomés). Aunque Juan Cruz sea compañero y amigo mío sigo pensando que se equivocaron al negociar el Convenio pensando que el hecho de que el Ministro de Hacienda fuera navarro (a la sazón Carlos Solchaga) facilitaría las cosas. La reforma del Convenio de 1998 no supuso gran avance (más bien copiar a los vascos) y la del 2003 (ultima por el momento) mejoró algo pero repito la culpa no es del Convenio, sino del despilfarro de nuevos ricos en que nos metimos (y ello es extensible al resto de España) a partir de 2006.
    Ya sobre el Consjero de Economía y Hacienda ni merece la pena opinar, porque a los cadáveres políticos se les entierra y se les hace una misa.
    Aunque nada tenga que ver con la noticia, dos cuestiones: a) porque el inefable Director General de CAN no nos comunica su sueldo (según mis noticias apócrifas es de 2.200.000 euros anuales, pero mejor no creermelo porque me deprimo); b) Si la CAN nos cuenta el rollo de la transparencia, del tú eliges-tú decides, que haga pública el Director su declaración de bienes y sus rentas, así ganará en credibilidad (y que conste que personalmente ni le conozco ni tengo amistad íntima ni enemistad manifiesta, sólo un préstamo con la CAN, puesto que el resto de mi pequeña fortuna la he trasladado a otra entidad navarra).
    Por último, que me enrollo bastante, ¿alguien conoce que en el caso de Banca Cívica los 25 miembros del staff de la CAN cobran más que el director de Caja Burgos?

  6. Sluuurp! tema más atractivo, colega.

    De jovencito, me enseñaron en la Uni, esta cuna de liberales económicos, eso ue se llamaba el «presupuesto base cero» y que consistía algo así como en elaborar cada año, los presupuestos partiendo de cero. NO añadir un x por ciento a las partidas y seguir tirando, sino conocer las inversiones a realizar, y prever los gastos ordinarios. Me pregunto si esta práctica se estila en la administración y el gobierno de navarra, concretamente. Si hay quien sepa, que responda, please…

  7. Y otra cosa más, respecto a los salarios relacionados con la CAN y similares. Deberían estar obligatoriamente en internet, a un par de «clics» del ciudadano más vago que quepa imaginar. Esto, y muchos otros precios.

  8. Sr. de la Hucha la calificación de una aseveración mía (espero que no sea una descalificación) como de extrema derecha creo que requiere una aclaración por mi parte.

    La consideración como de extrema derecha de una opinión no me quita el sueño pues peores cosas me han llamado. Y ya estoy acostumbrado a la practica habitual de colgar una etiqueta a determinadas proposiciones y ahorrarnos el esfuerzo de pensar, aunque considero que no es su caso.

    Y ya que el concepto de «partitocracia» le parece extremoso, quizas por no ser un concepto demasiado académico, lo llamaré en términos más académicos «Estado de partidos» o «democracia de los modernos». Invento alemán cuyos orígenes se remontan a Weimar y desarrollado y perfeccionado por los Aliados para establecer la República Federal Alemana y que se caracteríza por superponer a los mecanismos parlamentarios el sufragio proporcional dando cuotas a los partidos segun los votos, de tal manera que los partidos se hacen órganos estatales. La consecuencia es la confusión de los clasicos poderes del Estado de tal forma que solo mantienen su vestimenta formal

    Este fenomeno, que he llamado partitocracia de modo vulgar, tiene múltiples consecuencias. Pero en el plano político-económico se caracteríza por la proliferación de puestos públicos que ocupan disciplinados militantes. Ejemplos como la I República Italiana deberían estar en la mente de todos o la transformacion de la CAN en una hidra de puestos directivos (relojes incluidos).

    Por tanto mi critica a la partitocracia (por no ser un sistema representativo según la mejor doctrina alemana) se deriva del hecho que consagra la primacia de las facciones políticas sobre la gente común que es la protagonista de todo gobierno democratico que se precie. Y recordando una frase de Hamilton sobre el tema, este decía que no debemos caer en el error de suprimir la libertad para acabar con las perniciosas facciones pues ello sería tanto como acabar con el oxigeno para que no exista el fuego. La desactivación de los efectos de las facciones en el juego político necesita del mecanismo institucional representativo pero ello excede con creces de esta contestación (que espero disculpen por su extensión).

  9. Para Iturbide, 6 septiembre 2010 en 10:19 am, con buen humor:
    Ya que citas a Bilbao, recuerdo lo publicado el 26 de mayo de 2010 en todos los medios incluyendo naturalemente Navarra Confidencial y Diario de Navarra, de los que copio después de transcribir tus palabras, siempre (tambièn en este caso) oportunas:
    «La viabilidad de Navarra se garantiza volviendo a las enseñanzas de nuestros mayores: una austeridad rayana en la racanería. No podemos ir por la vida fanfarroneando como si fuesemos de Bilbao.»
    Navarra Confidencia: deuda de los ayuntamientos de Bilbao y de Pamplona, a 31.12.2009, respectivamente: 3,9 millones (deuda por bilbaino: 11 euros) y 69,0 millones (deuda por plamplonés: 349 euros) si bien es cierto, según el Diario de Navarra del 26 de mayo de 2010, que la deuda de Pamplona habría crecido notablemente en los primeros meses de 2010 : «… la deuda viva del Ayuntamiento de Pamplona asciende a 83,6 millones de euros. La cifra es la más elevada de las registradas en los últimos once años, pero sitúa a la capital navarra en el cuarto puesto de la clasificación de las ciudades atendiendo a la deuda por habitante.» Concluyo citando a Navarra Confidencial de esa fecha: «Pamplona se sitúa con 349 euros de deuda por habitante en la parte baja de la tabla. No puede dejar de llamar la atención, no obstante, que quede demostrado que una ciudad como Bilbao puede gestionarse sin endeudar al ayuntamiento. Matrícula de honor en esta asignatura para Iñaki Azkuna (PNV).»
    PD Hay un chiste de Forges, reciente, sobre un tipo de Bilbao casado con Itziar, políglota experta con ayuda de un diccionario.
    Siempre con buen humor.

  10. Oscar:
    Me has «pillao». Claro que siguiendo la broma te diría que ahora los de Bilbao hacen como haciamos los de Pamplona.
    Un abrazo y gracias por hacernos sonreír.

  11. A Iturbide.- Vaya de mi parte el agradecimiento por su interesante opinión, que a mi al menos no me parece nada extremista, sino puro realismo descriptivo, pura conciencia de lo real.

    Esta partitocracia de la que habla es la «oligarquía electiva» de Norberto Bobbio y Hegel (es imposible no distinguir entre la minoría con iniciativa que sustenta el gobierno y la masa pasiva de los gobernados). O para Schumpeter, que considera la democracia como la pugna pacífica y regida por el derecho, de varios grupos -élites- por alcanzar el poder político.

    La democracia «real» es concebida como un régimen con «formas de democracia», un revestimiento formal regido por un derecho de procedimiento que encauza y encubre, en suma, la pugna de dos, todo lo más tres grupos minoritarios pero influyentes (élite), quienes agitan diferentes reclamos o espantajos para polarizar a la masa (pasiva) en torno a sí, de forma meramente instrumental.

    Muy bien: parece que esto es lo que hay. Sin embargo, la democracia tiene otro sentido, el clásico, que hemos de esforzarnos en imponer, además de la realidad desencarnada, y de una cierta ritualización de la sempiterna lucha por alcanzar y mantener el poder de grupos humanos enfrentados. Es la lucha contra el poder mismo, una vez constituido, alcanzado y mantenido el poder. Frente al viento y la marea del Poder la lucha contra el poder, el control de la élite al mando, mediante los medios a nuestro alcance, a saber: a) la separación de poderes;b) el juego de la Opinión Pública; c) la educación política de los ciudadanos para inculcarles las obligaciones que han de asumir para defender la democracia contra el Poder absoluto.

    En eso todos los ciudadanos (masa pasiva) tendríamos que estar unidos contra las elites. En eso estriba, creo yo, el desafío de la democracia occidental, y la actual lucha contra el poder.

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