A no ser que la selección balompédica de este bendito país, nación, estado, república coronada o lo que sea gane un partido importante no hay forma de oír a un locutor ese «viva» tan políticamente incorrecto. Y cuando esto sucede me vuelvo a preguntar por qué razón ha de ser políticamente incorrecto desear que viva tu propio país. Es algo extraño. ¿Es que hay algo equívoco en la palabra España? Es como si el dichoso vocablo pudiera significar al mismo tiempo una cosa y su contraria. ¿Por qué no nos entendemos?
¿O no será que en el fondo todos sabemos perfectamente qué es, qué representa y qué significa la palabra España y que por eso la manejamos como si fuera dinamita?. Siempre me ha parecido un poco simplista la teoría de «las dos Españas». Puestos a simplificar ¿por qué no decir Al-Andalus en vez de España musulmana?; ¿Sefarad, en vez de España judía?; ¿Imperio napoleónico, en vez de España afrancesada?; ¿»Viva Rusia», en vez de España roja?; o ¿»born in the USA», en vez de Spain?. Los ideólogos anticatólicos y antiespañoles suelen acusar a los católicos y españoles de monopolizar el término España o sus símbolos. Pero casualmente en todos estos ejemplos históricos que acabo de mencionar (y seguro que me dejo alguno) siempre ha existido una parte que asumía con normalidad el término España y que -al parecer- identificaban con una tradición muy concreta y otra parte que en mayor o menor grado lo rechazaba. Hay algo subconsciente en todo esto que se refleja en los aspavientos de los nacionalismos separatistas y que rezuma en la manera de actuar de quienes, en teoría, no tenemos ningún problema. La palabra España suele ser sustituida en muchas conversaciones por puntos suspensivos. La bandera o el himno suelen ser considerados por sus mismos partidarios como elementos netamente políticos, o sea, opinables o partidistas. Todo esto es muy sospechoso, y más a ojos de uno que es «navarro lo primero, y por navarro español». ¿Nos ayudará la terapia futbolera a encontrarnos a nosotros mismos?
17 respuestas
Karmelo, no le parecerá tan plausible (según la RAE: merecedor de aplauso, admisible, recomendable) cuando paralelamente identifica la bandera española con lo burlesco o carnavalesco.
¿Le ha pedido a usted el Sr. Vecino que luzca la bandera o sólo demanda que se respete si la publicitan otros como ocurre con otros símbolos? Usted dice que la respeta, (y para demostrar que Vecino miente señala que ha habido una en la Plaza del Castillo, ¡gracias!) pero paralelamente la caricaturiza con la mención a los calzoncillos y habla de pestilencia, intransigencia, xenofobia… Pues para mi que le molesta. Aclárese.
D. Karmelo
Le contestaré con la misma intransigencia, exhacerbado nacionalismo y xenofobia con la que usted me contesta a mí…
No espero que lleve la bandera de España ni en la camiseta, ni en el cuello ni en los calzoncillos. No lo espero.
Gracias a Dios no está hecha la miel para la boca del asno.
Disfrute de Salou con su camiseta de tirantes del kukusumusu. Esa si que la puede llevar. Le quedará de perlas.