Por si la natalidad en España no fuera un problema de primera magnitud, la crisis ha impuesto un nuevo descenso que reduce el número medio de hijos por mujer hasta 1,4. Un descenso que acaba con el timidísimo repunte de algunos años que, a su vez, sucedían a brutal descenso previo. Baste señalar que en 1976 cada española tenía una media de 2,8 hijos.
A nadie se le escapa que, existiendo aproximadamente el mismo número de mujeres y hombres, hace falta que cada mujer tenga 2 hijos para garantizar el relevo generacional. Una población de 100 personas con un indicador coyuntural de la fecundidad de 2 hijos, tendrá en la segunda generación un relevo exacto de 100 personas. Si como en la actualidad los hijos por mujer son sólo 1,4, eso significa que la segunda generación sólo representará el 70% de la primera. No resulta exagerado por tanto afirmar que nos encontramos ante una auténtica emergencia a medio y largo plazo porque en 5 generaciones, con esta progresión, sólo habrá 23 personas sobre la población inicial de 100.
¿Veremos algún día un decretazo del gobierno obligando a cada mujer a tener 3 hijos?
Teniendo en cuenta lo que defendía inmediatamente antes e inmediatamente después de los últimos decretazos aquél que los ha dictado, no resulta impensable que quien hoy defiende la anticoncepción masiva, el matrimonio gay y el aborto, dentro de unos años tenga que obligar a las mujeres a tener al menos 3 hijos. Más vale ayudar a las familias ahora porque las matemáticas nos abocan inexorablemente a uno de estos 3 escenarios a medio plazo: aumenta nuestra tasa de natalidad, equilibramos el colapso generacional con población inmigrante o directamente asistimos al exterminio poblacional de los navarros. Que nadie diga luego que ninguno lo avisamos.