No es una noticia actual sino de 2018, pero por eso mismo nos interesa más en este momento. La noticia, por cierto, es que aquel año el Ebro estaba lanzando en 20 días al mar el mismo agua que toda España consumía en un año.
¿Por qué interesa más esta noticia al ser de 2018? Pues precisamente para tomar perspectiva y ver que la abundancia de lluvias que ahora desborda los cauces y llena los pantanos no es una situación puntual. El clima español es así desde tiempos remotos, con o sin cambio climático. Si algo sabemos es que casi siempre vamos a estar en una de estas dos situaciones: o que nos falta desesperadamente el agua o que nos sobra por todas partes. Es por ello que somos un país que no se puede permitir el lujo de no tener grandes obras hidraúlicas o de carecer de un plan hidrológico nacional.
Por supuesto se trata de almacenar agua para cuando falte y de trasvasar sólo cuando sobre, pero no sólo eso. Acabamos de sufrir una DANA devastadora y seguimos sin tomar ninguna medida eficaz al respecto. Estamos discutiendo para repartir las responsabilidades lo que hicieron los políticos o los responsables de la AEMET o de la Confederación Hidrográfica en las últimas dos horas antes del cataclismo, pero volvemos a olvidar que lo realmente importante es lo que se hace o no se hace 5 años antes. Si no se hace nada los 5 años antes, poco se puede hacer a última hora. Las responsabilidades hay que buscarlas por tanto mucho antes de la riada.
Parece por otro lado que no hemos aprendido nada hasta ahora. Sabemos sin ninguna duda que volverá a haber más riadas igual que volverá a haber más sequías, ¿dónde están sin embargo los planes para hacer frente a esas futuras riadas? ¿Qué grandes obras se han previsto ya para la Comunidad Valenciana? Que dimitan Sánchez y Mazón puede ser muy interesante desde el punto de vista político o muy justo desde el punto de vista ético, pero eso no evitará futuros desastres si no se acompaña de grandes obras hídricas. Al final ni tenemos obras ni dimiten Sánchez y Mazón, y es probable que entre ambos sucesos exista una relación.
Por lo demás, los embalses y pantanos no sólo sirven para tener una reserva de agua o para frenar una riada, también sirven para generar energía. No tenemos baterías para guardar la energía sobrante en algunos momentos que producen los aerogeneradores o las placas fotovoltaicas, pero los pantanos pueden ser esas baterías. Esa energía renovable que no se usa cuando se produce, puede utilizarse para volver a subir el agua de un pantano y tenerla disponible en reserva para generar energía hidraúlica en el momento que sea necesario. Si tenemos pantanos, desniveles y energía renovable para volver a subir el agua al pantano, es casi como si tuviéramos baterías para guardar energía. En vez de eso tenemos caos, improvisación, un muro y mercadeo de pobreza. Es más, tenemos una banda de chiflados pretendiendo destruir los pantanos y renaturalizar los cauces. En tal caso habrá que resignarse a pagar cara la electricidad, a la dependencia energética y a recordar que lo natural es pasar sed todo el tiempo que no estamos inundados. Por alguna extraña razón a eso en vez de estupidez lo llamamos progreso y parece pese a todo lo sufrido que seguimos sin aprender.
Un comentario
Con respecto al último párrafo decirles que ya tenemos los reactores nucleares, se usan de noche cuando la demanda eléctrica es baja y los reactores no se pueden bajar de potencia como la calefacción de casa