Se acerca la época de las prematriculaciones y las plataformas promotoras del modelo D se movilizan para hacerle publicidad. Paralelamente, los profesores del PAI pueden acabar en la calle en esta Navarra diversa, progresista, euskaldún, pública, laica, pansexual y plural. Aseguran los promotores del PAI que el euskera es una apuesta de futuro y que el modelo D, en su 70% público, ofrece fabulosos resultados académicos. Lo primero es discutible, lo segundo no: el modelo D, particularmente en la enseñanza pública, ofrece resultados bastante lamentables, particularmente comparando con los colegios concertados de los modelo A y G. De hecho cuesta encontrar datos públicos al respecto mostrando el detalle desglosado de los resultados de la enseñanza en euskera, obviamente se encontrarían ampliamente publicitados si fuera de otro modo.
El caso es que motivos objetivos y diferenciales para matricularse en el modelo D podemos encontrarlos. En vez de inútiles horas de dedicación al estudio y la formación, los alumnos del modelo D se orientan más bien hacia la construcción nacional de Euskadi y el activismo contra el fascismo, el machismo y el capital. Entender lo que se lee, las matemáticas o la competencia en ciencias son cosas que ya si eso vienen después.
El modelo D ofrece además, frente al aprendizaje fundamentalmente teórico y académico de otros modelos, formación en cuestiones prácticas como el dibujo, la decoración, las artes plásticas, la regulación del tráfico, el canto, o la pirotecnia. A la hora de publicitar la matriculación en el modelo D, ¿cómo dejar al margen todas estas ventajas académicas prácticamente exclusivas de esta opción? ¿Que otro modelo ofrece el mismo tipo de formación?
Resulta irónico que todo el año se estén promoviendo y tolerando este tipo de actividades y después, cuando llega el momento de fomentar la matriculación, se mencionen otro tipo de actividades y resultados más o menos ilusorios frente a la formación que realmente garantiza este modelo. ¿Qué sentido tiene permitir todo esto durante el año y taparlo durante la campaña de matriculación y su publicidad como si fuera una vergüenza? ¿Se toleraría si fuera una vergüenza? ¿Entoces por qué se tapa? Y si no, ¿por qué no se publicita? ¿Dónde pueden acudir, si no se les indica, las familias que quieren educar a sus hijos en el activismo político, el feminismo radical, el extremismo nacionalista, el odio al vecino fascista que piensa diferente o el uso y manejo de pirotecnias?
Por lo demás podría decirse que el modelo D vende mucho humo, pero no sólo en el sentido figurado sino en el sentido más literal.
