El caso Monedero ha crecido en las últimas horas. Los testimonios contra él se acumulan. Al parecer, el comportamiento de Errejón no era excepcional sino la norma en el mundillo podemita. El próximo salpicado podría ser Iglesias. El modelo de mujer en el nuevo orden social podemita ideal parece que era la groupie, la fan obnubilada, medio chiflada, cabezahueca y dispuesta a todo para ser la elegida del líder. Podemos más que un partido es una secta tántrica. En el partido morado podemos encontrar que todo lo que denunciaban como machismo lo han elevado a la máxima expresión de puertas del soviet para adentro. Las mujeres ocupan una posición sumisa y subordinada respecto al varón. Los que dirigen el relato y toman las decisiones son hombres. La misión de las mujeres es ratificar acríticamente a su líder y seguirle al baño cuando va a refrescarse. Todas son fotocopias. Todas vuelcan su furia desatada al inexistente enemigo exterior incapaces de ver que el enemigo está dentro.
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El octavo pecado capital es la hipocresía, y Podemos sabe un rato de hipocresía. Los testimonios primero contra Errejon, ahora contra Monedero, mañana contra el que todos intuimos, no sólo ponen de manifiesto un comportamiento totalmente contrario al que se predica por parte de sus figuras masculinas, sino también por las femeninas. Las masculinas porque tratan a las mujeres como ganado, y las femeninas porque se dejan tratar de ese modo. Todas las defensas feministas caen cuando el enemigo es de los míos, porque se han tragado el discurso de que el problema es la ideología en vez del comportamiento. Son totalmente incapaces de reconocer a los enemigos internos, lo mismo que son totalmente incapaces de ver algo que no sea malo fuera de su muro ideológico.
🇪🇸 | Una de las mujeres que ha denunciado haber sufrido presuntos abusos sexuales por parte de Juan Carlos Monedero, afirma que hizo llegar un aviso a la Secretaría de Feminismos, que dirigía Ángela Rodríguez, Pam, ex mano derecha de Irene Montero, quien decidió no intervenir. pic.twitter.com/oupi8ZKZsg
— ʜᴇʀQʟᴇs (@herqles_es) February 20, 2025
🔴 Iglesias mantuvo a Monedero en Canal Red tras conocer las denuncias por acoso sexual
— La Razón (@larazon_es) February 21, 2025
➡ Anunció su salida de la fundación en septiembre y siguió en «Canal Red» hasta enero https://t.co/2sWWZUvdh5
La hipocresía femenina en el ámbito de Podemos resulta tan llamativa como la masculina. Si en el sector masculino la hipocresía es el Torrente que llevan dentro, en el sector femenino es la traición permanente a todo su discurso. El yo sí te creo hermana decae por completo cuando la hermana señala con el dedo a alguno de los prebostes del soviet supremo. Entonces aparece la omertá feminista para proteger a los líderes de la secta. La magnitud de la hipocresía es proporcional a la fiereza con la que señalan y persiguen a los herejes, reales o no, en el perímetro exterior de la secta. Todas las informaciones de las últimas horas resultan escandalosas no sólo por los comportamientos de los afectados, sino por el comportamiento encubridor de las guardianas de la ortodoxia.
La ex militante de Podemos Raquel Ogando que le filtró a ABC los audios que han destapado el caso Monedero
— Renacido 🇪🇸 (@Renacidoaqui) February 20, 2025
“Antes de pasárselo a ABC se lo pasé a medios de izquierda”
Toda la izquierda mediática guardando silencio
Que puñetera vergüenza #Horizonte pic.twitter.com/XRQJ76NObQ
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Las informaciones publicadas y los testimonios aflorados, por otro lado, evidencian también la complicidad en la omertá de la prensa progresista. La hipocresía, la sumisión sectaria, las gafas de madera ideológica y la doble vara de medir adornan a los medios y pseudomedios de la izquierda con idéntico esplendor que a la dirección política de la secta. El timo es por tanto estructural. No es que Errejón o Monedero tal y cual, es que la hipocresía y el silencio cómplice es el modus operandi habitual en todos los estratos de este mundo circular.
3 respuestas
Ahora sí que se puede decir «eres mas baboso que uno de podemos»
Son fariseos con filacterias laaaargas.
Las mujeres comunistas se rodean de hombres comunistas y les pasa eso. El problema es el comunismo, ideología nihilista e inmoral, que da lugar a comportamientos inmorales. Luego se quejan.