Casi nadie sigue creyendo a estas alturas, como veremos a continuación, que la banca española es la champions league de la banca. Es por ello que resulta legítimo cuestionarse en qué medida las fusiones en proceso entre las cajas de ahorro son un síntoma de debilidad o fortaleza. La semana pasada, sin embargo, quienes anunciaron la primera fusión de su sector en esta crisis fueron dos bancos: el Sabadell y el Guipuzcoano. En este caso es más fácil realizar un diagnóstico porque ambas entidades, a diferencia de las cajas, cotizan en los mercados. Nuestra primera referencia, por tanto, es la evolución bursátil de ambos valores a los largo de la crisis. No nos sorprende comprobar que el pasado viernes el Sabadell y el Guipuzcoano cotizaban, respectivamente, un 62,4% y un 71,3% por debajo de sus máximos de los últimos 5 años. ¿Cómo serían las gráficas de las distintas cajas de ahorros que se están fusionando si cotizaran en los mercados? De momento tenemos a nuestros bancos y con eso tenemos que conformarnos. En todo caso resulta orientativo el caso de los bancos que, como los que nos ocupan, sí cotizan, operan en el mismo mercado que las cajas y tienen un tamaño similar a muchas de ellas.
Las siguientes imágenes corresponden a otros dos bancos muy distintos. En este caso es precisamente por ello por lo que la comparación resulta relevante. Se trata del Santander (valdría casi lo mismo el BBVA) y el Deutsche Bank. Si intentáramos jugar a buscar diferencias entre las gráficas anteriores y éstas podríamos encontrar algunas interesantes. Por ejemplo que el Deusche Bank se encuentra un 285% por encima de sus mínimos, por un 215% del Santander, un 20% del Guipuzcoano y un 19% del Sabadell. ¿Moraleja? El banco con mejor comportamiento desde sus mínimos es el extranjero. El segundo mejor comportamiento es el del banco español más grande y con más negocios fuera de España. Los bancos centrados en el mercado nacional no sólo es que tengan peor comportamiento relativo, es que han perdido todo el rebote desde marzo del 2009 hasta casi volver a sus mínimos. Sería discutible otorgar a todas estas gráficas un papel predictivo, pero a nadie se le puede escapar su papel descriptivo.