Como el Desgobierno de España se empeña en que hagamos memoria, la mía me trae a la cabeza un informe que, fechado en junio de 1984, no tiene desperdicio. Tal documento llama la atención a los militantes de cierto partido político ordenando que “se abstengan de pedir nuevas competencias vía orgánica de transferencias complementarias”, y exigiendo volcar todos los esfuerzos en consolidar el funcionamiento de descentralización administrativa con que fueron creadas las Comunidades autonómicas. Deja muy claro que una carrera por lograr competencias complementarias a las ya transferidas en aquel momento puede desembocar en una discusión teórica del modelo de Estado y que eso es inasumible. Textualmente, se lee: “Los criterios en materia autonómica han de desarrollarse en el marco amplio de reafirmación de la convicción en el modelo de Estado que configura la Constitución española de 1978” (sic).
Abundando en el tema, llama la atención sobre ciertos proyectos regionales de defensores del pueblo y recomienda no llenar España de defensores que, por otra parte, poco pueden defender debido a su estrecho margen de competencia y maniobra. Dice el informe: “No procede su creación si se pretende contener el gasto público. Existe una vía alternativa más útil, eficaz y económica, como son las Comisiones de peticiones de las asambleas legislativas de la Comunidades autónomas, a las que se debería potenciar y dar a conocer” (sic). En el colmo de la sensatez, se recomienda vivamente la adopción de medidas legislativas en materia de viajes al extranjero, proponiendo sean evitados en lo posible. Finalmente, el informe centra también su atención sobre los canales autonómicos de televisión y, al efecto, dice: “Teniendo en cuenta la actual coyuntura económica se desaconseja la tramitación de proyectos que puedan suponer ―como de hecho suponen― un coste tan elevado como gravoso”.
El documento habla de más cosas, pero lo expuesto es lo más significativo.
Bien, ¿sabría decir el lector que partido político fue el que firmó y entregó este informe a su cúpula directiva el 2 de junio de 1984? Es un informe que no tiene desperdicio, pues previene de ciertos cánceres como la proliferación de defensores del pueblo y la ruina que supone el mantenimiento de canales autonómicos de televisión. Puedo añadir que el documento fue valorado y aceptado en su totalidad, sin cambiar ni una coma, y que quedó incorporado a la hoja de ruta del partido. Valen las apuestas. ¡Venga, hagan juego señores…!
Les doy la solución: el informe fue dirigido y redactado por el secretario de política autonómica del PSOE Salvador Fernández, con la ayuda de un competente equipo de colaboradores. Lo tengo ante mí (en su día me lo facilitó un amigo) y no hago más que frotarme los ojos porque aquel PSOE nada tiene que ver con el PSOE que ha destrozado a conciencia don José Luis Rodríguez Zapatero y sus palmeros (por cierto, acojonados al ver peligrar la mamandurria y no tener oficio ni beneficio). Crudo, muy crudo lo tienen el de la ceja y corifeos, porque una vez consumada la debacle pueden oír una voz misteriosa que quizás les diga: “Id al diablo, malditos, porque habéis sembrado el hambre, la discordia y el odio en España, habéis arruinado su crédito internacional y casi habéis deshecho el centenario partido que fundó el tipógrafo Pablo Iglesias”.