La verdad es que, hablando en serio, estoy totalmente en contra de la fusión de las familias. Y también en contra de la de los ayuntamientos por pequeños que estos sean. Porque hay municipios diminutos en población que son grandes en historia, en territorio y en biodiversidad política. No digo que no se puedan agrupar servicios, que para eso ya están las mancomunidades comarcales y los poderes regionales. Lo que digo es que antes de eliminar el rango de ayuntamiento a un pueblo con el argumento de su poco peso poblacional habría que pensarlo muy bien. Al fin y al cabo las realidades humanas nunca son simétricas y cuando las fronteras se trazan con escuadra generan conflictos graves. La mismísima ONU acoge en su seno lo mismo a Andorra que a Rusia. Tampoco extraña demasiado que en el diálogo autonómico Cantabria o Navarra hablen de tú a tú con Andalucía o con Cataluña. La realidad es siempre plural, diversa, desigual, sorprendente. Tampoco nos obsesionemos ahora demasiado con los recortes, porque la igualdad no siempre resulta más económica. A lo mejor ahorramos más suprimiendo un par de concejales en Pamplona que cinco ilustres ayuntamientillos.
Un comentario
Es verdad que hay que tener cuidado cone l efecto péndulo. pero creo que Juan Cru< Alli, en sus tiempos de vice de Sanz hablaba de las 500 entidades locales, que son muchas para Navarra.
Pero no pensemos solo en las pequeñas y despobladas. Pensemos en las más de 20 entidades de la comarca de Pamplona (que en términos prácticos SON Pamplona, dado que acogen a pamploneses, y son dormitorios de Pamplona)y han disfrutado de una serie de ventajas e ingresos derivados de su proximidad con la capital. Y sin embargo, se comportan como "estados indepndientes" decidiendo el uso del suelo, y apropiándose de las enormes plusvallias de la cosa urbanística, lo que da lugar a disparates como el centro de Arte de Huarte, o las magníficas casas de cultura y Ayuntamientos de Ansoain, etc… y que van a resultar finalmente inviables cuando (como es el caso, no tengan más terreno que construir).
En esos pueblos de la cuenca, se han dado fenomenales enriquecimientos de los campesinos fuertes que han animado la presentación de candidaturas independientes, que muchas veces han mirado mucho por sus propios intereses… Todo muy legítimo, en principio, pero indudablemente, muy mejorable. Y sobre eso debiéramos reflexionar, quitando las patitas de los Partidos de encima, porque lo trastocan todo, mintiendo como bellacos.