Las tres barbaridades diarias de Podemos

Nos escandalizamos cuando Trump nos asimila a un país BRIC, pero acaso se quede corto. ¿Cuáles son los socios de los que depende este gobierno? ¿Hay alguno homologable? ¿Alguno que no sea un partido golpista, con sus líderes fugados de la justicia, o con sus líderes indultados a cambio de sus votos? ¿Es mucho mejor Podemos que Bildu? Con un gobierno que depende completamente de estos aliados, ¿cómo puede acabar nuestro país? ¿A qué llamamos normalidad democrática?

Ayer sin ir más lejos los líderes de Podemos ofrecieron todo un recital totalitario. RTVE invitó a uno de sus espacios informativos a una figura de Podemos, la cual dijo sin ningún reparo que Cuba no es una dictadura. Cuando la izquierda acaba con la libertad, a eso Podemos no lo llama dictadura, da igual que sea Cuba o Venezuela. ¿Llamaría dictadura a acabar con la libertad en España? Sin duda tampoco lo haría. Alejandra Jacinto exigía acabar con el bloqueo de Cuba sin llamar dictadura a su régimen ignorando además dos cosas: primero que no existe tal bloqueo, sino un embargo por parte de los EEUU. Cuba puede comerciar, como así lo hace, con el resto de países del mundo. Cualquiera puede tomar un avión en Madrid y viajar a Cuba como turista, o comprar habanos en un estanco. El bloqueo es un mito. En segundo lugar, la dictadura comunista no es la consecuencia del embargo sino su causa. Si cayera la dictadura, caería el embargo. No pensemos por otro lado que la postura de Alejandra Jacinto es un verso suelto en Podemos. Lo raro sería encontrar en el espectro podemita-leninista una figura que condenara la dictadura cubana o venezolana.

Ayer también Pablo Iglesias advirtió a Pedro Sánchez de que la derecha española quiere fusilarle a él, a su mujer y a su hermano, y que sólo puede salvarse convirtiendo España en uno de esos regímenes a los que los podemitas no consideran dictaduras, como Cuba y Venezuela.

Irónicamente, poco antes Pablo Iglesias le advertía a Trump que recordara cómo habían muerto Hitler o Mussolini. Es decir, por un lado Pablo Iglesias intenta hacer ver que la derecha quiere matar a Pablo Iglesias y a la familia de Sánchez para justificar una dictadura de izquierdas, y por otro es él quien amenaza a Trump con la muerte.

Paralelamente, Pablo Iglesias asegura que si en España existe democracia y libertad de expresión es gracias al comunismo.

Pablo Iglesias parece olvidar que Franco murió en la cama. Olvida también que lo que defendía el PCE como alternativa a Franco no era la democracia, sino la dictadura del proletariado, y que los retratos que colgaban los comunistas españoles de los edificios eran los de Stalin. Olvida por supuesto todo el terror rojo de la retaguardia republicana, auténtica cara del republicanismo alternativo al franquismo. Pero sobre todo olvida Pablo Iglesias que se pasa la vida denunciando el régimen del 78 porque dice que no fue una auténtica derrota del franquismo. Entonces, ¿cómo es que la libertad de expresión en España se la debemos a los comunistas? Pablo Iglesias no se ha ido a expandir su Canal Red a Dinamarca, sino a México. No cabe esperar de Podemos que quieran una cosa para México, Cuba o Venezuela y otra para España. El modelo que les gusta es la dictadura. El drama es que esta es la gente de la que depende nuestro gobierno, el tiempo pasa y la calidad democrática española se deteriora por momentos. Con estos mimbres, ¿podría esperarse cualquier otra cosa?

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