La desinformación ya es el principal riesgo para la humanidad a dos años vista y el Foro Económico Mundial constata la creciente importancia de la amenaza de los bulos. Esto nos cuenta el Diario de Noticias ilustrado con una imagen del parking de Bonaire, sobre el que se especuló que en su interior, tras la gota fría de Valencia, podía haber muchas víctimas. Que la desinformación es un problema, nos dice el artículo del Noticias, lo podemos comprobar a diario al constatar la cantidad de noticias falsas, información manipulada y bulos de todo tipo que se ven en las redes sociales y en algunos pseudomedios digitales. No hay que irse muy lejos, subraya el Noticias, para recordar todas las falsedades que se publicaron en los días posteriores a la trágica DANA que se cebó con Valencia, con más de 200 muertos.
Efectivamente, la gota fría en Valencia fue escenario de la proliferación de diversos bulos, si bien no más que la proliferación de bulos habitual. Por ejemplo, el bulo de que había víctimas mortales en el parking de Bonaire. El problema es que este bulo lo difundieron muchos medios, como La Sexta, y a que este bulo lo siguió el bulo de que había sido inventado por Iker Jiménez, que simplemente fue uno más de quienes entre muchos lo alimentaron. Responsabilizar del bulo sólo a Iker Jiménez fue algo más que un bulo, fue una guerra mediática usando la desgracia para amordazar al contrario. Otros bulos fueron el de pretender que la riada era un hecho inusitado, sólo explicable por el cambio climático, cuando Franco había desviado el cauce del Turia en 1957 tras una riada catastrófica y para evitar similares situaciones futuras. También fue un bulo afirmar que si no llegaba ayuda del estado a Valencia era porque el estado no podía ofrecer ayuda sin que la comunidad se la pidiera. Incluso fue un bulo el tratar de negar que Pedro Sánchez nunca hubiera dicho la famosa frase de que si quieren ayuda que la pidan. O sea, no dijo literalmente ayuda sino recursos, pero el sentido de la frase era absolutamente el mismo. Y bulo al fin fue el pretender que los incidentes con la comitiva de Sánchez en Paiporta fueron obra de la extrema derecha, cuando ninguno de los detenidos tuvo con la extrema derecha ninguna vinculación y el enfado de la población con los políticos era general. El bulo era precisamente pretender que la población estaba encantada con el gobierno de Pedro Sánchez y que los descontentos eran sólo agitadores de la extrema derecha llegados del exterior.
Cuando de todos modos el Foro de Davos expresa su preocupación por la desinformación no se refiere a lo que pasa específicamente en España ni a lo sucedido en la Comunidad Valenciana. Al globalismo socialista mundial que se reúne en Davos lo que le preocupa no es la desinformación sino la libertad de expresión. Por eso su remedio contra la supuesta desinformación no es más información sino la censura. De hecho, los agendistas woke se reservan el derecho exclusivo de ser ellos quienes deciden lo que es información (lo que dicen ellos) y lo que es desinformación (lo que dicen los demás). En una democracia, por el contrario, la desinformación se combate añadiendo más datos y quien decide lo que es veraz es la persona que busca la información, no el gobierno mundial. De todos los millonarios que financian medios a los agendistas de Davos sólo les preocupa Elon Musk porque es el único que cuestiona la Agenda del Foro Económico Mundial. Irónicamente en la red social de Musk se puede opinar con libertad y X no tiene un sesgo determinado, a diferencia de todos los medios financiados por los millonarios davosianos. No quieren la verdad, quieren la unanimidad.
El supuesto peligro de la desinformación y el supuesto peligro de la ultraderecha ya cada vez engañan a menos personas. Llaman desinformación a todo lo que no dicen ellos y llaman ultraderecha a todos los que se oponen a su gobierno. Llaman peligro a que no sean ellos los únicos que puedan opinar y llaman peligro a que no sean ellos los únicos que puedan mandar. Salvarnos del peligro es que sólo ellos puedan opinar y gobernar. Eso no es salvarnos del peligro sino el peligro. Eso es la dictadura total.