¿Puede haber una conexión entre las declaraciones y los papeles que está revelando Aldama con el extraño caso de la adjudicación de las multimillonarias obras para desdoblar los túneles de Velate? Los datos que se van conociendo invitan al menos a hacerse alguna pregunta y a empezar a sospechar si no puede haber algún tipo de relación.
La última gran obra que se ha puesto en marcha en Navarra es el desdoblamiento de los túneles del puerto de Velate. Una macro-obra exigida por la normativa europea por razones de seguridad y que exige un desembolso de más de 60 millones de euros.
La adjudicación de estas obras, sin embargo, ya ha empezado con mal pie y entre sospechas de favoritismo. La noticia en enero era que 3 de los 8 miembros de la mesa de contratación habían emitido votos particulares por su disconformidad en la valoración de las ofertas y la solvencia del ganador.
El caso de la adjudicación de las obras de los túneles lleva tiempo en Navarra dando vueltas por el foco de la actualidad ante la evidencia de que cada nuevo detalle que se va conociendo eleva el nivel de sospecha en vez de reducirlo. Así, por ejemplo, resulta que el presidente de la mesa de contratación tuvo un papel clave en la adjudicación, ya que sus puntos provocaron un cambio en la empresa licitadora mejor puntuada por el resto de miembros. La clave de su intervención es que otorgó sus puntos sabiendo las puntuaciones que habían dado los demás, y conociendo por tanto los puntos que necesitaba para ganar cada opción. El presidente de la mesa es el director del servicio de Nuevas Infraestructuras y por tanto un cargo de libre designación del departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra.
Hace escasas fechas, a la luz de todo lo acontecido, la Cámara de Comptos ha determinado que el principio de igualdad y transparencia «no estuvo garantizado en Belate».
Si la igualdad y la transparencia no estuvieron garantizadas en la multimillonaria adjudicación de las obras, ya sólo con eso nos encontraríamos ante una situación muy grave y con inevitables responsabilidades políticas. El mero hecho de que la igualdad y la transparencia no se garanticen en un concurso público multimillonario es dejar abierta la puerta a la corrupción y ya únicamente eso no se puede tolerar, aunque no pase por esa puerta la corrupción, ¿pero no pasó la corrupción?
Aquí es cuando entran en juego las últimas declaraciones de Aldama, los papeles y documentos detallando mordidas en obras públicas, y el reconocimiento de que había conocido a Rosauro Varo en el despacho de Abalos. Hay que recordar que Rosauro Varo es directivo de Acciona y que Acciona es la empresa adjudicataria de las multimillonarias obras de los túneles de Velate en el proceso sin transparencia y sin igualdad que viene siendo objeto de debate en Navarra.
Naturalmente nos encontramos de momento sólo ante situaciones que podrían estar relacionadas o no, sin todavía una pasarela firme y probaba de conexión, pero ante las que cabe una sospecha legítima porque de entrada las cosas se han hecho mal en el proceso de adjudicación. ¿Pero se han hecho mal por descuido o hay algo más? Esto es lo que habrá que investigar y aquí todo el mundo se va a tener que explicar.
Un comentario
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