Si hubiera que calificar con una sóla palabra el congreso del PSOE de este pasado fin de semana seguramente la más apropiada seria “bochorno”. No sólo es el desfile de personajes y declaraciones, sino la aparente incapacidad de los socialistas para verse a si mismos ante el espejo. Cuando uno pierde pie con la realidad hasta ese punto el resultado es el ridículo. Parecían todos un grupo de alucinados. ¿Y qué hace el que conserva una cierta lucidez entre un grupo de maniáticos? Pues o se marcha o finge ser otro maniático. Lo que sucede es que de cara al futuro, para demostrar que no era un maniático, el que no lo sea tendrá que haber ido a un notario a prestar declaración que sólo fingía serlo, como Lobato. Este es el nivel al que les está llevando el sanchismo.
A este respecto, uno de los momentos más lamentables del congreso fue aquel en que todos aplaudieron enfervorizados a Griñán y Chávez, los líderes socialistas condenados por la corrupción en Andalucía y absueltos después por el Constitucional de Pumpido. Todos los socialistas que los jueces puedan condenar, los jueces nombrados por los socialistas los pueden indultar. ¿Y nos extraña que la corrupción prolifere con este clima de impunidad? Hay unas normas para los sanchistas y otras para los demás. El estado de derecho sólo rige para los españoles sin carnet del PSOE. Los políticos condenados del resto de partidos es justicia, los políticos condenados del sanchismo es lawfare. Para poder ser presidente, Sánchez intercambió amnistía por votos, ¿va a amnistiar a sus socios y no va a encontrar la forma de que queden impunes todos los delincuentes de su partido? No digamos cuando los sospechosos forman parte de su círculo íntimo. El estado de derecho ha sido dinamitado porque o rige para todos o ya no podemos llamarlo estado de derecho. Hay que reconocer sin embargo al PSOE coherencia en la farsa. O los condenados de los ERE de Andalucía han sido víctimas de lawfare, o el PSOE indulta a sus propios corruptos. Como no se puede aceptar la verdad, que es lo segundo, mantener la farsa de lo primero exige acabar aclamando y victimizando a tus propios corruptos.
Los dos principales mensajes del PSOE en su congreso son que Sánchez piensa perpetuarse en el poder, proclamando el carácter indefinido de su candidatura, y que el PSOE quiere acabar con la derecha. Todo tan democrático como el chavismo que embelesa a Zapatero. A fin de cuentas las tres patas del sanchismo son los que no llaman asesinos a los etarras, los que no llaman dictaduras a Cuba y a Venezuela, y los que no llaman golpistas y malversadores a Puigdemont y Junqueras. No cabe por tanto no preocuparse cuando el PSOE dice que pretende eliminar de la política a la derecha y vivir en un régimen en que no haya más que formaciones afines al gobierno.
La recuperación de Zapatero parece un fenómeno paralelo al de ovacionar a los condenados de los ERE. Zapatero es un político marcado por cuatro estigmas a cual más abyecto. Primero dejó al estado español en quiebra. Segundo cambio la estrategia de perseguir la derrota de la ETA por otra de integrar a la ETA en las instituciones para llegar al poder con sus votos. Tercero mintió el 11M para rentabilizar políticamente la masacre. Y cuarto es un mercenario del régimen criminal de Maduro. Un PSOE que ovaciona a Cháves, Griñán o Zapatero lo dice todo .
Decir que el PSOE de Zapatero mintió con los atentados del 11M es decir poco. Que el PSOE mintió es evidente. El PSOE afirmó la autoria islamista cuando todavía era incierta. El PSOE afirmó que los autores eran islamistas porque si la gente iba a votar con esa idea Zapatero ganaría las elecciones. Al PSOE le daba igual si los autores no eran islamistas, o eran islamistas instruidos por etarras, siempre que se descubriera después de las elecciones. En este sentido si algo no se le puede reprochar al PP es precisamente que tratara de ocultar la autoría de los atentados. Al principio pensó que había sido, ETA, como lo pensamos todos, de hecho el primer político que condenó los atentados atribuyéndoselos a ETA fue Zapatero.
Después, conforme la policía fue tirando del hilo se siguió la pista islamista, sin ninguna ocultación por parte del gobierno, que el mismo día 11 anunció una segunda vía de investigación. De hecho los españoles fueron a votar el 14M cuando ya el 13M se habían producido las primeras detenciones de 3 marroquíes vinculados con el islamismo. Se acusa a menudo por tanto al PP de tratar de ocultar la autoría hasta después de las elecciones cuando ya estaba deteniendo islamistas antes de las elecciones. La gran pregunta es por qué hubo un atentado islamista justo antes de las elecciones como no lo ha habido en semejantes circunstancias en ningún otro país. ¿Acaso porque Zapatero había prometido retirar las tropas españolas de Iraq si ganaba? Los atentados del 11M habrían sido entonces la forma que encontró el islamismo de que Zapatero ganara las elecciones, y en ese caso no habría habido atentados sin la promesa de Zapatero. Por lo demás ha habido después de 2004 muchos atentados islamistas en todo el mundo, en países que apoyaron la guerra de Iraq y en países que no la apoyaron. De lo que no cabe dudar es del carácter nefasto y siniestro de Zapatero.
No hay otro PSOE. Esta es otra de las ideas que claramente se desprenden de este congreso. No hay un PSOE razonable y moderado. No existe un PSOE bueno. El PSOE “bueno” es el PP. Por lo menos Feijóo no ha ido al congreso del PSOE igual que fue al de la UGT, aunque por esa misma lógica hubiera debido acudir. Eso sí, le ha pedido a Sánchez que no dimita, que aguante hasta 2027. Quién tuviera como rival a Feijóo.
Culto acrítico al líder, ovaciones a los corruptos del partido, apuesta por una justicia colonizada, pretensión de acabar con la derecha y gobernar sin oposición, exhibición de Zapatero como referente del chavismo… ¿Qué más podemos traer a colación para intentar determinar lo peor del congreso? Pues quizá también el trato con la prensa afín. Ya sabemos que el PSOE llama pseudomedios, máquina del fango, esparcidores de bulos o difundidores del discurso del odio a todos los medios que le critican, ¿pero cómo son los medios que merecen su aprobación? ¿Cómo debe ser un periodista para poder ser validado por el PSOE? Pues uno que vaya al congreso del PSOE a cantar y bailar con los líderes del PSOE, como este del Huffingtonpost que bailotea con Elma Saiz. Pone los pelos de punta pensar que preparan una ley para amordazar a todo aquel periodista que no baile a su son. ¿Qué es entre todo esto lo peor? Que no hay nada en este PSOE que no vaya en dirección contraria al patriotismo, al pensamiento crítico, al estado de derecho, a la prosperidad, a la lucha contra la corrupción, a la belleza, a la verdad y a la libertad.
¿Seremos entonces incapaces de encontrar un sólo aspecto positivo en este akelarre de gordinflones cantando puño en alto el himno de la famélica legión? Dentro de todo, la nota positiva es la enmienda introducida en su ideario para limitar la participación en el deporte femenino a sólo las mujeres biológicas. Es sentido común, pero Echenique dice que esa abrazar el discurso de VOX. La cuestión de fondo es sin embargo que esto es más que una pequeña matización, es el reconocimiento de la carencia de fundamento lógico de todo el discurso de la izquierda sobre la mujer. Porque si hay que distinguir entre las trans y las mujeres biológicas, por tanto ser mujer es biología y no ideología, y consiguientemente el género no es tampoco una cosa autodeterminable, ¿que queda entonces de toda la ideología de género y de los talleres escolares para niños que nos quieren imponer? Lo mejor del congreso sería por tanto esto y lo peor todo lo demás, a un nivel tan detestable que resultaría complicado señalar lo peor de lo peor o lo mejor de lo peor.