Subvenciones, subvenciones, subvenciones.

El pasado 12 de mayo Mariano Rajoy pronunció un discurso inédito en los anales del Congreso, reclamando reducir las subvenciones a los partidos políticos, las organizaciones empresariales y los sindicatos. ¿De cuánto dinero estamos hablando. 

Según el último informe del Tribunal de Cuentas, en 2006 los partidos políticos recibieron subvenciones por valor de 193 millones de euros sólo en subvenciones por funcionamiento ordinario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros 15,7 millones de euros fueron subvencionados en 2009 para la financiación de los sindicatos.

Adicionalmente, patronal y sindicatos recibieron otros 503 millones de euros en concepto de cursillos de formación.

El pinchazo de la burbuja subvencionada

El conjunto de todas estas sumas arroja un total de 711 millones de euros. La autofinanciación de partidos y sindicatos no solamente ahorraría muchísimo dinero a los sufridos contribuyentes, sino que pondría en contacto a partidos y sindicatos -para su propio conocimiento- con ese frío mundo exterior en el que el dinero no cae del cielo o del presupuesto, y en el que viven los ciudadanos que los están sustentando. Puesto que las decisiones de los partidos y sindicatos afectan al mundo real, resultaría interesante que estos pudieran mostrar como un mérito su capacidad para sobrevivir en el mismo mundo real que los ciudadanos.

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5 respuestas

  1. Acabo de despertarme agitado, he tenido una pesadilla. El coche oficial de mi vecina, como en el cuento de Cenicienta, se convertía en calabaza…

    ¿Se imagina que mañana al despertar esto fuera una realidad?. Todos los coches oficiales convertidos en calabazas. La de crema de calabaza que íbamos a comer en este país, ahora, qué a gusto lo íbamos a hacer.

  2. Este país no se puede construir desde arriba (subvenciones para que los supuestos instrumentos vocales del pueblo -partidos, asociaciones y sindicatos tengan dinero que les niega la NO participación), sino desde abajo.

    O participamos, pagamos, exigimos, y nos movemos como personas, desde la familia, la comuidad de vecinos, de barrio, la asociación de afectados de X, de donantes para educación, música, cultura, defensa de X, o el producto de la sociedad civil subvencionada será un constructo deforme, tendente al mamoneo, amparo de los listos que viven de la teta estatal.

    España, a principios del XIX, sigue invertebrada, porque los españoles no estamos educados para participar. Sentimos el ridículo siempre, estamos instruídos en el arte de escaquearse, de no destacar, de no dar en público nuestra opinión.

    La cosa es no pensar.

    Aquí no se debate (no digo este Noble foro, por supuesto).

    Se escucha y luego se califica al otro; se le pone etiqueta, y una vez hecho esto, le podemos escupir.

    No reflexionamos: vemos la television.(así no pensamos, nos lo dan hecho, y es verdad, porque «lo ha dicho la tele»).
    No hacemos deporte, «sentimos los colores» (aunque el deporte competitivo esté lleno de m… no apoyamos realmente la base)
    No estudiamos nuestra religión: la respetamos «cumpliendo» (La Iglesia no está viva).
    No hacemos política ni democracia: pugnamos por el poder aún a costa de separar gravemente la sociedad, polarizandola a base de lo quesea, incluso sacando las momias de la guerra civil (que en Paz descansen, todos).

    En fin, el problema de españa es de todos, nace de todos, nos afecta a todos, y tiene que ver con nuestra forma de ser y hacer las cosas. Por supuesto que tenemos muchas cosas muy buenas. Pero, o mejoramos nuestra manera de educarnos, de comportarnos y vivir, siendo mejores, más exigentes, más creativos, o eso no lo va a cambiar ni Aznar redivivo.

  3. El mejor comentario que he leido hace mucho tiempo en toda la prensa: el de spurgus hoy. Spurgus: no se quien eres pero has dado en el clavo. Te felicito. Y si te presentaras a las elecciones, te votaba.
    Abrazos

  4. Intentar generar riqueza con las subvenciones es el mundo al revés. Es quitar el dinero al que sabe y hace dinero, el empresario, para que el Estado juegue a empresario y lo derroche con criterios interesados.Y cada vez más, el peso del aparato burocrático axfisia a la iniciativa privada. Se incentiva la inercia y la pasividad. Mal futuro.

  5. Qué ha molestado a alguien del «stablishmen» mi comentario sobre este particular y se me ha quitado. Vaya, ya veo por donde va la libertad de expresión en este «confidencial» y el espíritu de crítica democrática. Bueno pues nada, a seguir gastando en «publicidad», que seguro que algo se llevará este confidencial de las arcas que critica.
    ¡Ay, el pesebre del cuarto poder!

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