Mientras aquí y en el resto de Europa estamos discutiendo sobre si se aprueba o no que las alumnas musulmanas asistan a sus clases con velo islámico o no. Marruecos expulsa a cristianos, ya van más de 100 cristianos expulsados de su territorio en muy poco tiempo. Cierto que la mayoría de los expulsados son protestantes pero no por eso dejan de ser cristianos. Ayer leía que la semana pasada se conoció el caso de un español, empresario durante muchos años en Rabat, que fue expulsado por ser evangélico. Mientras tanto el Gobierno español, suponemos que siguiendo los pasos de la Alianza de Civilizaciones, sigue sin decir nada. La nota de prensa que leí decía “No ha habido ni una protesta. Ni una llamada al embajador de Marruecos en Madrid para que explique qué está pasando.” La situación es muy grave. Por ello, ante estos silencios cabe preguntarnos: ¿Por qué el Gobierno se cuida tanto de evitar cualquier conflicto con el país vecino?
