Las rentas bajas navarras son en el IRPF las más maltratadas de España

No, ni la capitalidad de Madrid, ni los misiles iraníes, ni los dioses aztecas justifican que Navarra tenga los impuestos más altos de España, el antifuero absoluto. Por tanto no es que estemos por debajo de Madrid, sino que estamos por debajo de todo el resto de comunidades. El IRPF es el ejemplo más evidente. Los navarros estamos achicharrados a impuestos. ¿Los navarros ricos? No, todos.

Acaba de publicarse el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal del años 2024, que compara la fiscalidad de todos los principales impuestos de todas las comunidades autónomas. No lo hace comparando sólo los impuestos del tramo más altos, sino que establece también una comparativa para los diversos tramos de renta. Así, por ejemplo, para calcular el indicador de las rentas bajas se ha tomado el promedio del IPRF a pagar para un sueldo bruto de 15.500 euros (el sueldo más común en España) y otro de 19.300 euros. Se entiende que cuanto más reducido es el IRPF para estas rentas, en mejor posición estarán las comunidades autónomas. Pues bien, el resultado es que las rentas bajas navarras son en el IRPF las más maltratadas de España. Por contra la que mejor trata a las rentas bajas es Madrid, aunque el eslogan sea que maltrata a los pobres para beneficiar a los ricos. Navarra no es país para ricos, tampoco lo es para pobres.

El truco es evidente. Cuando nos venden la especie de que se van a subir los impuestos a los ricos, o que Madrid baja los impuestos a los ricos o que ha quedado una buena noche en Tegucigalpa, lo que se trata de tapar es el maltrato a las rentas medias y bajas. Nos suben los impuestos a todos constantemente, y la cortina de humo permanente es hablarnos sólo de los ricos. Ahora han repuesto los niveles de IVA sobre los productos básicos y se enfadan con Mercadona por recordárnoslo.

Subir los impuestos a los ricos es tan sólo un paso necesario para poder subírselos a todo el mundo. O sea, si los ricos pagan por ejemplo un 40%, tienes que aumentar los impuestos a los ricos al 45% para poder subírselos a los pobres al 40%. Los ricos son sólo la avanzadilla de los impuestos.

Por otro lado, como solemos repetir, no se puede al mismo tiempo ordeñar la leche y espantar a las vacas. Si de lo que se trata es de que los presupuestos los financien principalmente los grandes contribuyentes, entonces no puedes espantarlos. Tienes que atraer a las vacas si quieres más leche. Cuando maltratas a los grandes contribuyentes o a las empresas lo que realmente estás buscando no es recaudar más de ellos, sino construir una coartada para subir los impuestos a los pobres.

España no tiene por lo demás una economía dinámica con grandes contribuyentes, no hemos hecho esa apuesta. La fiscalidad asfixiante de la que nos hemos dotado, frente a economías como la irlandesa o la polaca, nos han condenado al estancamiento. La vía del sector público ha avanzado mucho más que la del sector privado y el resultado es el descarrilamiento de la economía. La riqueza nominal crece, pero la real no. El empleo, computando los parados temporales que ya no figuran como tales, se encuentra estancado. No estancado a niveles europeos, no digamos estadounidenses, sino estancado a niveles españoles. Lo único que crecen son el gobierno y sus gastos. Y como la economía real no crece al mismo ritmo que el gasto público, nos tienen que subir los impuestos. Y como nos suben los impuestos nos asfixian, nos queda menos dinero para llegar a fin de mes, eso gripa el consumo, la economía real se estanca y la pescadilla se atraganta al tragarse su cola. Y por supuesto con este panorama y esta fiscalidad aquí no viene ningún rico a establecerse. Es más, el que es de aquí si puede tampoco se queda. Y entonces lo que toca es pagar más los pobres, que para eso tenemos el gobierno, el fuero y la fiscalidad más progresistas del mundo.

Nota final: los mismos nacionalistas que nos co-gobiernan bien que se cuidan de que sus impuestos sean menores que los nuestros y que la CAV sea más atractiva para los inversores que Navarra. Irónicamente sus electores en la CAV les apoyan aplicando una política de bajos impuestos y sus electores en Navarra les votan aplicando una política de altos impuestos en Navarra. No es que la política de impuestos bajos sea buena para la CAV y la de impuestos altos buena para Navarra, es que a los nacionalistas en Navarra les da igual la fiscalidad porque ellos están en la construcción nacional de Esukadi. Y no es que a la construcción nacional de Euskadi no le interese la prosperidad de Navarra sino que la destrucción de Navarra y la construcción nacional de Euskadi corren paralelas. Porque es más fácil plantear un cambio cuando las cosas van mal que cuando van bien.

https://taxfoundation.org/wp-content/uploads/2024/10/IACF-2024-WEB.pdf

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