Noviembre de 2023. Ante la alarma social que estaba generando el imparable crecimiento de las listas de espera en la Sanidad, Chivite se colocaba ante las cámaras para anunciar solemnemente que en 200 días rebajaría en 5.000 personas las listas de pacientes en espera de atención médica.
En marzo de 2024, la propia Chivite volvía a comparecer hablando de este asunto reconociendo que los datos seguían siendo malos, que las listas no se estaban reduciendo, pero que todavía esperaba poder cumplir su compromiso para junio.
Llegado el mes de junio, las listas de espera seguían sin ver por ningún lado esa rebaja prometida de 5.000 personas. El consejero de Salud de Chivite aseguró que se había producido una cierta bajada antes del verano, pero que no se habían reducido en las listas de espera las 5.000 personas previstas y comprometidas. El compromiso de esta rebaja quedaba pospuesto para más adelante.
Ahora llegamos a septiembre y la previsión es no sólo que las listas no se van a rebajar en la medida prometida, sino que de hecho van a seguir subiendo. En el mes de julio, sin ir más lejos, las listas de espera no sólo no bajaron en 5.000 perosnas sino que la lista de espera para primera consulta se incrementó respecto a junio en 4.137 personas, alcanzando los 66.071 navarros esperando.
Acercándanos a los 70.000 navarros en listas de espera para atención médica, el objetivo de reducir la lista en 5.000 personas parece en realidad bastante modesto. Pero con los impuestos tan bajos que pagamos tampoco podemos exigir mucho a Chivite. Para el gobierno más progresista del mundo, incluso con cifras récord de recaudación, bajar 5.000 personas sobre una magnitud de 66.000 parece una proeza irrealizable. Lo que no parece en absoluto inalcanzable para este gobierno es prometer una y otra vez objetivos que después no se van cumpliendo. Suerte que el Gobierno de Navarra no es un medio de comunicación o habría que acusarlo ser una máquina de generar desinformación, bulos y fake news, y tendría que perseguirse a sí mismo con una eficacia de la que no parece capaz para gestionar nuestra sanidad.
