Si deprimente es ver por un lado lo que falta, con el desmoronamiento y la desbandada de personalidades de UPN, poco ilusionante es ver lo que queda, que en definitiva son Esparza de portavoz en el parlamento foral y Cristina Ibarrola insistiendo a estas alturas en el quesito de Sanz.
Si ayer alguien esperaba un horizonte ilusionante escuchando a Cristina Ibarrola, que ese horizonte sea ilusionante o no depende sobre todo de dos cosas: de la ilusión que le haga que la voz de UPN en el Parlamento de Navarra siga siendo la de Esparza, y de la ilusión que le haga que el PSN siga gobernando Navarra para siempre, de la mano de UPN como pareja suplente cuando el amor cuatripartito se agote. Pero socialismo en el menú para siempre. La ilusión que nos vende Ibarrola no puede ser más desbordante.
Para ceñirnos a la literalidad de lo dicho por Ibarrola, respecto a la continuidad de Esparza como portavoz de UPN en el parlamento foral dijo que “de momento no hay ninguna razón para cambiar al portavoz del grupo”. Respecto a pactar con el PSOE, Ibarrola dijo que está dispuesta a pactar “no sólo con el PSN, sino con cualquier otro partido que comparta con nosotros cómo poder solucionar los problemas que afectan a Navarra”. Desde luego es una forma de verlo, otra forma de verlo es que es que precisamente es el PSN el problema que tiene Navarra. Pese a haber sido expulsada de la alcaldía de Pamplona por el PSN para colocar a un alcalde de Bildu, Ibarrola añadió que anteponía el interés de los navarros “a las relaciones personales o una distancia que no hemos tendido nosotros, sino el PSN con sus actuaciones”. Adicionalmente, Ibarrola presumió del apoyo que frecuentemente presta UPN a Chivite, señalando que, pese a que Chivite no apoya nada de lo que propone UPN, Chivite ha presentado “12 proyectos de ley, de los que UPN votó no a 6, sí a 4 y se abstuvo en 2”. La líder de UPN puso muy en valor por tanto que sólo la mitad del tiempo UPN sea oposición y que para todo lo que no pueda contar con sus socios radicales, el PSN puede contar sin problemas con UPN: “no hemos estado en contra, por tanto, del 50% de las iniciativas del gobierno”. Esto a cambio de nada. La propia Ibarrola lamenta que “UPN ha presentado 5 proposiciones de ley y el bloque PSN, Bildu, Geroa y Contigo no ha aprobado ninguna”. Pues claro que no, ¿por qué te va a dar nada el PSN si lo que quiere de ti se lo das gratis cuando lo necesita?
Como por otro lado puede apreciarse, la buena disposición de Ibarrola para los pactos no es extensible a todo el resto de fuerzas políticas. Para Ibarrola hay dos líneas rojas que son VOX y Bildu. Esto excluye otra cosa que no sea un gobierno para Navarra dependiente para siempre de los socialistas. Lo que Ibarrola está diciendo a voces a todo el electorado de centro-derecha es que si quiere un cambio tiene que ser imposible que entre UPN y PSN sumen 26 votos. O sea, Ibarrola está pidiendo a toda la gente de centro-derecha que quiera un cambio que vote a otras formaciones de centro-derecha en vez de a UPN. ¿Cómo se reformarían de la mano del PSN todas las políticas equivocadas del PSN? ¿Cuándo empezará a intentar seducir UPN al votante en vez de al PSN? UPN parece empeñada es una estrategia destinada a promover la desafección entre sus propias filas y efectivamente es lo que parece estar consiguiendo. Si no lo ve por activa que lo mire por pasiva. ¿O no aprecia todavía a estas alturas esa desafección?
