En un sentido amplio de la expresión y entendiéndola como sacar a la luz algo que estaba oculto, en estos días, un grupo de ginecólogos navarros han salido del armario. Han dado un paso adelante y han manifestado públicamente que estarían dispuestos a practicar abortos en Navarra, que en Navarra existen los ginecólogos no objetores.
Sentimos desilusionarlos pero…ese gesto, heróico para algunos, no pasa de ser una confirmación de lo que ya sabíamos En 2009 se publicó en un periódico galo de gran tirada, parte de la entrevista a un ginecólogo navarro pro-abortista, que también firma el documento actual, en el que se aseguraba que en Navarra había un linchamiento hacia los ginecólogos pro-abortistas. Es curioso que se hable de linchamiento en este caso y no se hable de asesinato en el caso del aborto…Para unas cosas se utilizan términos tan concisos y duros, y para otras, eufemismos: interrupción voluntaria del embarazo. ¡Hay que ver!
La idea equivocada de la bondad intrínseca de las leyes es el motor y el argumento principal del documento hecho público. Si hay una ley que dice que se puede hacer, hagámoslo. La primera ley limitando los derechos de los judíos en la Alemania nazi fue la “Ley de la Restauración de la Administración Pública” promulgada el 7 de abril de 1933. Con ella los funcionarios y empleados judíos, fueron excluídos de la administración pública. Y después de esta, vinieron muchas que desembocaron en la “legitimidad” de la matanza nazi en favor de la pureza de la raza aria. ¿Alguien con dos dedos de frente piensa que esas leyes, por ser leyes, eran buenas y había que cumplirlas? También hubo médicos de ideología nazi que se prestaron a realizar experimentación con judíos como si de ratas de laboratorio se tratara. ¿Justifica su actuación el que existieran leyes en las que pudieran ampararse, diciendo que los judíos no eran personas, igual que se pretende hacer con los niños en el vientre materno? La historia ha colocado las cosas en su lugar al igual que lo hará, más tarde o más temprano, con genocidio abortista.
Para quienes consideren que este “dar la cara” es propio de héroes, les recuerdo que los héroes son los que salvan a la humanidad y la naturaleza, los defensores de los débiles.-la madre, víctima de las desinformación, y el hijo, en este caso-. Aquí falta algo más que los superpoderes y la capa para serlo, falta la esencia del heroísmo.