España vota que Begoña es culpable y que Pedro Sánchez debe irse. Este ha sido el veredicto de las urnas. De 61 diputados, 31 son españolistas no sanchistas. Mayoría absoluta, veredicto inapelable. La minoría sanchista, además de minoría, es menos progresista que nunca. Si ya de por sí la izquierda es minoría, dentro de la minoría sanchista habría que restar al izquierdismo el porcentaje de Junts y el PNV, con lo que el voto real de izquierdas se queda en el 43%. El begoñazo de la izquierda en España es histórico.
Decíamos que Begoña es culpable y Sánchez debe irse porque así es como planteó las elecciones europeas el propio presidente: como un plebiscito sobre su persona y las actividades de Begoña. O yo o el fango, y va la gente y vota fango.
Lógicamente ganar o perder las elecciones no implica la culpabilidad o inocencia de doña Begoña para las personas normales y razonables, pero no fue así como Sánchez planteó las elecciones. Si planteas las elecciones como un juicio paralelo y las pierdes debes irte. O no haber planteado así la cita con las urnas. Naturalmente es poco probable que Sánchez sea coherente y que a la luz del varapalo vaya a marcharse. No es coherente pero es consciente y cobarde. Ayer se escondió miserablemente de las cámaras al conocerse el recuento. Ayer no salió al balcón con #freeBego a celebrar el resultado. O sea, que es perfectamente consciente del significado del resultado.
Bajando al análisis numérico del resultado, tenemos una participación del 49% frente al 60% del año 2019. Sin embargo, pese a bajar el número de votos, suben los votos del PP, suben los votos de VOX y surge Alvise con 800.000 votos. Es decir, toda la derecha sube en votos pese a la bajada de participación y el PP y VOX suben en votos y porcentaje pese a la irrupción de la formación de Alvise.
Los datos anteriores sugieren que la campaña de Pedro Sánchez ha sido un desastre. Convertir la votación en un referéndum sobre las actividades de Begoña ha servido para desmovilizar completamente a su electorado. Naturalmente hay un núcleo de votantes imperturbables que le siguen votando igual, pero en las europeas de 2019 el PSOE tuvo 7,36 millones de votantes y ahora ha tenido 5,26.
Resulta tranquilizador que el begoñazo le haya salido a Pedro Sánchez tan mal. ¿Cree usted que los resultados de la derecha no son lo bastante buenos? Pues imaginemos por un momento que a Sánchez le hubiera ido bien y que la imputación y las sospechas sobre Begoña Gómez le hubieran dado votos. Sería insoportable pensar que a mayores sospechas de corrupción y a más comportamientos éticamente reprochables más votos tiene el PSOE, pero todavía no vivimos en una España tan surrealista. Todavía hay esperanza. Todavía no tienen tanto poder. En este sentido la apuesta bolivariana no le ha salido bien al PSOE y con estos resultados se queda sin legitimidad democrática para colonizar la justicia, para amordazar a los periodistas y hasta para seguir en el gobierno.
El PSOE ha perdido 3 puntos porcentuales, pero Sumar-Podemos han perdido otros 2 puntos respecto a 2019. Es decir, la coalición de gobierno ha perdido 5 puntos porcentuales. Puede parecer poco castigo para todos los despropósitos que el PSOE acumula a sus espaldas, pero una vez más interesa no infravalorar el poder de la izquierda ni los avances de la derecha. Con el control del sanchismo de la mayoría de los medios, de la chequera, de la educación y de la cultura, ¿podemos esperar otra cosa después de luchar mucho que pequeños avances y gracias? Debemos ser conscientes del famoso tablero inclinado sobre el que estamos jugando, pero no para victimizarnos sino para cambiar ese tablero llegado el momento. Porque es muy típico de la derecha llegar al poder, no cambiar ese tablero y después quejarse de la fortaleza de la izquierda cuando vuelve a la oposición.
Por su parte la derecha ha tenido un resultado espectacular. No solemos ser conscientes de que los gobiernos del PP con mayoría absoluta se han producido con porcentajes de voto que no han superado el 45%. El marco en el que nos movemos históricamente, y del que no deberíamos separarnos demasiado para no alimentar expectativas irreales o para infravalorar avances importantes, es que la derecha no nacionalista nunca ha tenido más de ese porcentaje de votos en ninguna elección. Ayer, sin embargo, PP+VOX+Alvise obtuvieron un 48,41% de los votos, a lo que aún cabría añadir el 0,69% de votos de Ciudadanos para que la fachosfera superara el 49%. En las europeas de 2019 entre PP+VOX+CS sólo sumaron el 38,74%. El conjunto PSOE+Sumar+Podemos, sin embargo, pese a todo su aparato mediático ha pasado del 43,25% al 38,11%. Si trasladáramos las cifras de las elecciones de ayer a unas elecciones generales el sanchismo-begoñismo estaría acabado.