Lo que vaya a hacer la economía en el futuro no deja de ser siempre una hipótesis. No obstante, resulta significativo que la recaudación de la Hacienda Foral en el primer trimestre del 2010, comparada con la del primer trimestre del 2009, tan sólo haya crecido un 0,92%. La persistencia de la debilidad económica es un problema en la medida en que el presupuesto de la Administración sigue creciendo año tras año, ajeno por completo a la coyuntura de crisis económica, mientras que la recaudación foral del año 2009 fue inferior en más de 550 millones de euros respecto a la del año 2007. Paralelamente, el gasto en 2010 será superior al de 2007 en más de 500 millones de euros.
Frente a esta situación, la cifra recién publicada es que la Hacienda Foral ha recaudado en el primer trimestre 706 millones de euros, frente a los 699 que recaudó en el primer trimestre del año pasado. No obstante, los ajustes tributarios con el estado restan más de 100 millones de euros respecto a la recaudación del año pasado. En conjunto, el total de la recaudación líquida tras estos ajustes es de 905 millones frente a los 1.015 del año pasado, suponiendo un descenso del 10,85%.
Como nota curiosa, la recaudación por el impuesto de matriculación sube un 15,74%. Un dato que maliciosamente se podría asociar a las promociones del Plan Renove Auto.
Pericolo.
Todos estos datos se producen ante una avalancha de avisos, provenientes de diversos ámbitos, respecto a que a la crisis de los dos años pasados, más que una recuperación en toda regla, pueda seguir un largo período de estancamiento, particularmente en el caso de España. FUNCAS reafirmó recientemente su previsión de un crecimiento del PIB del -0,5% para 2010 y del 1% para el 2011. El FMI ha pronosticado la caída de España entre las potencias mundiales del noveno al decimocuarto puesto en 2014. La OCDE pronostica seis años de desempleo y escaso crecimiento para toda Europa. De confirmarse un escenario de este tipo, los niveles de gasto que la Administración trata de mantener resultarían sencillamente insostenibles, y habría que hacer frente más tarde o más temprano a un ajuste traumático. Tanto más traumático en la medida en que la política anticrisis ha consistido precisamente en aumentar el gasto y esperar que la crisis se resolviera por sí sola. Que este escenario pudiera afectar particularmente a España no es un supuesto insólito. Suecia se enfrentó a una situación similar en los 90, estableciendo un antes y un después en el hasta entonces “paraíso socialdemócrata”. Algunas consecuencias de aquella crisis sobre el “socialismo perfecto” son el cheque escolar, el copago de la sanidad o un sistema de pensiones basado en la capitalización. Otros países, como Italia, han vivido en carne propia un escenario de estancamiento durante los primeros años de la última década. Este estancamiento es el que permitió a España superar a Italia en renta per cápita. La mala noticia es que es que ese estancamiento acaso ahora le toque padecerlo a España.
2 respuestas
Me ha hecho llorar esta noticia en el día que la Hacienda Foral me ha pegado el mayor rejón de la historia en el IVA.
Taguas dixit hace unos días en Burgos : (después de referirse a la caída de la recaudación y al incremento de las prestaciones sociales, que supusieron el 47 y el 22% del déficit en 2009) “Hay una partida de la que se habla poco, que es el incremento del consumo público, es decir, de los funcionarios y de su retribución durante la crisis. En 2008 y 2009 su sueldo y la variación de las plantillas explican un 23% de la variación del déficit”.
(El resto corresponde al Plan E).