Los navarros ya casi somos 680.000. O sea, que estamos ante un nuevo récord de población. ¿Pero no había la gente dejado de tener hijos? ¿Esto cómo puede pasar? Lo cierto es que respecto a esta noticia interesa casi más el cómo que el cuánto. ¿Cómo somos esos 680.000?
La población navarra sigue al alza y alcanza ya las 679.181 personas https://t.co/fRqVDRFkiP
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) May 9, 2024
Para empezar, un punto llamativo es que no crecen todos los segmentos de población. Por grupos de edad, de hecho, la población navarra presenta un crecimiento negativo en el tramo de menores de 14 años de edad. También es negativo el crecimiento en el tramo de entre 35 y 49 años de edad. Por el contrario, el crecimiento positivo se produce en los tramos de edad de entre 15 y 34 años y entre los 50 y 89 años de edad.
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La conclusión está clara. No crecemos porque haya más niños. De hecho estamos envejeciendo y cada vez hay más ancianos. Crecemos tan sólo a base de importar población. El típico navarro nuevo ya no es un bebé sino un maromo de entre 15 y 34 años de edad. No estamos diciendo que esto sea bueno o malo, sino que esto es así.
La población migrante crece un 9% en 2023 en Navarra https://t.co/lz5sH121Mm
— SER Navarra (@SERnavarra) January 7, 2024
A la vista de estos datos, no puede sorprender que la población inmigrante alcanzara en Navarra en 2023 el 17,91% del total de la población. Pero esto es sólo una foto fija. Estamos ante un fenómeno que no va a parar de aumentar. Una vez más no es que esto sea bueno o malo, sea lo que sea es la realidad. La pregunta inquietante es acaso cuál va a ser la consecuencia de esta realidad y de esta forma de mantener o aumentar la población basada en la inmigración en vez de en la natalidad. O sea, si se va a producir una mezcla cultural, una integración de los inmigrantes en nuestra cultura y costumbres, o si se va a producir y en qué sentido una sustitución cultural.
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Finalmente, los datos de población desnudan algunos supuestos logros del gobierno como el de la ocupación. El ejecutivo presume de las cifras récord de ocupación y afiliación a la Seguridad Social, pero es que como vemos también tenemos cifras récord de población. Navarra en 2007 tenía 604.000 habitantes, frente a los actuales 679.000. Por consiguiente, en relación a la población, los 290.000 ocupados de 2007 representaban una proporción mayor que los 303.000 ocupados de los que tanto presume el gobierno en la actualidad. Por eso también la tasa de paro llegó a ser en 2007 del 4,27% y ahora es casi el doble, el 8,82%. La cuestión no es menor porque la demanda de empleo se encuentra directamente relacionada con la cantidad de personas que podemos absorber en el mercado laboral e integrar en la sociedad sin crear problemas de marginalidad y seguridad, o sin llevar a un nivel de ruptura la sostenibilidad del estado de bienestar.
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3 respuestas
No está mal el eufemismo del “crecimiento negativo” para denominar lo que no es sino un descenso , disminución,reducción o mengua del número de nacimientos.En línea con esta decorosa forma de expresión, sugiero que a la retirada de estatuas reales del Paseo de Sarasate se la califique de “emplazamiento negativo” de estas esculturas.Por de pronto, la imaginación de los nuevos gobernantes municipales ya ha dado para reconvertir la tala de árboles en su “apeo”.
O sea, que en Navarra lo que más nacen son «viejos» (entiéndase la palabra políticamente incorrecta) y lo que menos bebés.
Estoy deseando oír hablar a un político que que una de la cosas más importantes es que los navarros tengamos hijos y, la más importante de todas, que aprendamos a educar a esos hijos de forma que sepan cómo ser felices.
¿Niños? ¿educación? ¿felicidad? ¡Pero qué barbaridad! De eso no habla un político.
No hay apoyo alguno a la natalidad. Simplemente porque no se desea.
Se desea la venida de inmigrantes que son mano de obra barata a cortisimo plazo. Y es mano de obra barata para los negocios que los contratan o para cuidar a esa población cada vez mas envejecida.
Pero son mano de obra carisima si nos paramos a pensar el dineral que cuesta al contribuyente mantener a todas esas personas con seguridad social, viviendas «pagadas», «ayudas estatales» (que no reciben o en mucha menos cuantía los navarros de «aqui»). Pero eso es muy guay, muy moderno. Acoger a todo el que llega, en las condiciones que sea y creando el gasto que sea y dificultar hasta grados extremos que los jóvenes se puedan independizar, que encuentren trabajos suficientemente bien remunerados como para pagar un alquiler o una hipoteca y pensar en casarse.
Y cuando al fin se independizan y se casan, no encuentran la menor facilidad para poder tener hijos: Bajas maternales largas manteniendo el sueldo, por ejemplo, sería una medida muy necesaria. En casi toda Europa las bajas maternales son de dos años, incluso de tres en algunos paises.
¿Quien quiere tener niños para tenerlos que dejar en una guardería y correr a trabajar con el alma en vilo y el corazón en un puño pensando como estará el pobre bebé que ni puede hablar ni socializarse todavía, las largas horas de trabajo de sus padres?
¿Quien quiere volver del trabajo, casi siempre de jornada completa (porque de otra forma no se gana lo necesario para mantener una familia), para recoger al pobre bebé y seguir con todas las actividades que no han sido hechas a lo largo del día en la casa vacía?
No se puede culpar a la juventud de no querer hijos o de conformarse solo con uno.
Son tambien necesarias ayudas económicas a la maternidad, que aumenten con el número de hijos.
Y por descontado, el trabajo realizado en la casa para el cuidado de los hijos y el bienestar de la familia, debería ser reconocido como de importancia básica para la sociedad, y quien lo realiza, sea el padre o la madre (que eso lo debe decidir cada familia), debe de saber que su labor es de las mas importantes para el país. No el de ser considerado «persona florero».
Me he alargado mucho. Lo siento. Es que me indigna la hipocresía de los que nos están llevando al «hoyo»