Una chica de 15 años de Pamplona denuncia a un mena por obligarle a realizarle una felación

Que cada lunes en Navarra la actualidad se convierta en una recopiliación de robos, agresiones sexuales y acciones violentas es algo más que una anécdota, aunque la consejera Alfaro  pudiera pensar lo contrario. Es algo que va más allá de la propia gravedad de los sumandos individualmente considerados. Es decir, esto ya sería preocupante porque es evidente que la seguridad en las calles navarras, y muy particularmente en Pamplona, se deteriora por momentos, pero es que además una parte muy importante de todos los delitos son sistemáticamente cometidos por inmigrantes, muchos de los cuales además son menas y ya cuentan con un apreciable historial anterior.

De todos los delitos cometidos en las últimas horas, la agresión sexual por parte de un mena a una chica de 15 años no será el menos preocupante. El suceso, una felación forzada según lo denunciado, tuvo lugar en la madrugada del sábado al domingo en el contexto de las fiestas de la Txantrea. ¿Cuál es la solución? ¿Hacer como que no pasa nada? ¿Ocultar el origen de los agresores? ¿Llamar racistas a los que señalan el problema? ¿Seguir dejando que personas extranjeras que ya han elegido el camino de la delincuencia sigan viviendo aquí? Y los que defienden esta política de inacción y negación, ¿no tienen políticamente ninguna responsabilidad por su cegera y obcecación?

El catálogo de delitos y agresiones con que nos recibe cada lunes sólo puede crecer y crecer, como de hecho está sucediendo, en la medida en que las causas de este crecimiento no se atajen y en la medida en que el negacionismo sea la no respuesta a la situación.

Constantemente somos bombardeados, bajo pena de ser etiquetados como racistas, con todos los deberes y todas las obligaciones que tenemos respecto a los inmigrantes, ¿pero no tienen también los inmigrantes al venir algún tipo de obligación? Por ejemplo la de cumplir las leyes, o la de abrazar la forma de vivir del país que les acoge. Porque o los inmigrantes abrazan nuestra cultura, tradiciones y forma de vida, o nuestro país se convertirá en el tipo de país del que esas personas vienen, y del que por alguna razón huyen o se tienen que marchar para mejorar. ¿Queremos convertirnos en la clase de país del que vienen huyendo los inmigrantes? Pues habrá que proteger nuestra forma de vida y nuestro modelo de sociedad. No es cerrar la puerta a todo el mundo, sino a los que traen malas intenciones.

Resulta llamativa la necesidad de evidenciar que en el asunto de la inmigración no todo son obligaciones por parte del país de acogida, sino que también los inmigrantes tienen que tener alguna obligación. Sin embargo, malamente van a estar concienciados los inmigrantes de que tienen derechos y obligaciones cuando la propia población originaria parece convencida en buena medida, desde luego su clase política, de que los inmigrantes no tienen hacia el país de acogida ninguna obligación, ningún compromiso ni ninguna responsabilidad.

El término delincuencia importada o violencia importada no es muy popular, pero no tenemos ninguna obligación de importar ladrones, asesinos ni agresores sexuales. Tenemos derecho a saber quién entra en el país. Tenemos derecho a saber qué ha hecho en el lugar del que viene, o del que huye por sus acciones. Tenemos derecho a echar al que viene a delinquir. E igual que tenemos obligaciones con el que viene tenemos derecho a poner condiciones al que acogemos aquí. Obviamente podemos no hacer nada y cerrar los ojos mientras el asaltado no sea nuestro padre o la agredida sexualmente no sea nuestra hija o nuestra hermana, pero entonces no nos quejemos después.

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4 respuestas

  1. Creo que los «menas» de referencia estan presas del pánico, porque van a ser internados en un COA de menores no acompañados.Si a la extrema dureza de la medida de internamiento, unimos las modernas terapias educativas que se les administra,su reinserción está asegurada.
    Nos tratan como gilipollas,no solo por tener que sufragar el coste desorbitado de su manutención,sino también por simular que nos creemos que por su edad son inimputables,al no diferenciar el bien del mal.Toda una tomadura de pelo.

  2. Si todavia viviese el degenerado de Goytisolo (aquel escritor que se fue a Tanger porque alli el vicio de los chavalillos jovenes le salia más barato) y se enterase del caso diria que la chavala tiene que estar agradecida. La sociedad que se entrega a la izquierda firma su sentencia de muerte

  3. Ah claro, cuando no había inmigrantes no había ni violaciones ni agresiones. Los yonquis de lo viejo de los 80 de donde venían? Los violadores de La Manada no son de Sevilla?

  4. El feminismo actual tiene como objetivo tapar todas estas violaciones de mujeres cometidas por inmigrantes. Cuando todo esto empezó, ya sabían lo qué iba a ocurrir, que esta inmigración y el choque de las culturas, que la invasión con los estratos más bajos de esa sociedad iban a traer un aumento considerable de las violaciones. Necesitaban callar la boca a las mujeres que iban a ser violadas e hicieron que las cúpulas de los movimientos feministas estuvieran ocupadas por agentes que callan sistemáticamente todas las violaciones que comete esta gente.
    El feminismo actual es un agente más de la invasión.

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