Desde que resulta imposible confiar en las encuestas, nos enfrentamos a ciegas a las citas electorales. A estas alturas, como señala Iñaki Iriarte, ya nadie sabe si los sondeos que apuntan a una victoria de Bildu servirán para apuntalar esa victoria, como una profecía autocumplida, o si ante esos sondeos y el temor a una victoria de Bildu puede haber una reacción inesperada y un voto oculto que le mantenga al PNV en el poder otros cuatro años. Ninguno de los dos escenarios resulta demasiado entusiasmante para muchos vascos, no digamos para el resto.
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Abundando en la falta de entusiasmo ante el posible resultado del domingo, si consultamos los datos de las anteriores elecciones vascas resulta que sólo votó el 49% del censo. Como suena: la abstención alcanzó el 51%, bien es cierto que con cierto factor COVID de por medio. En todo caso, ¿son válidas unas elecciones en la que a la largo de los años han tenido que exiliarse decenas de miles de no nacionalistas y en las que como en 2020 no participa ni la mitad de la población? Democracia es en general un nombre que por muchos motivos les viene grande hace tiempo a las citas con las urnas en el País Vasco. Una victoria de Bildu, si ocurre, sería el desenlace lógico de esa anormalidad. Si no sucede esta vez, será la siguiente si nada empieza a cambiar.
🟢 ELECCIONES VASCAS 2020: Resultados finales
🗳ESCRUTADO – 100%🟩 PNV – 31 (+3)
🟩 BILDU – 21 (+4)
🟥 PSE-EE – 10 (+1)
🟪 ELKARREKIN – 6 (-4)
🟦 PP+Cs – 5 (-4)
🟩 VOX – 1 (+1)#Elecciones12J #EleccionesVascas2020— Asuntos Públicos (@_apublicos) July 12, 2020
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En las elecciones generales del pasado julio, sin embargo, votaron el 66% de los vascos. Otro punto interesante de esa comparativa es que en las autonómicas de 2020, con un 49% de participación, votaron a Bildu 250.000 vascos, y en las generales de julio, con un 66% de participación, votaron a Bildu 275.000. O sea, que a Bildu le votan siempre prácticamente los mismos. Son los demás los que salen a votar o se quedan en casa según las circunstancias. El electorado de Bildu está siempre ultra-movilizado. Son activistas fanáticos.
Resultados generales 2023 pais vasco… perder el que ? pic.twitter.com/weRGJHqKXL
— El_Granaino (@Emiliko_RoysoN) July 28, 2023
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Respecto al resto, llama por ejemplo la atención que VOX obtuviera en las Generales 6.573 votos en Alava, donde se disputa un escaño con Bildu que en las pasadas autonómicas fue para VOX, con 4.734 votos en la provincia. Si VOX convenciera a todos los alaveses que le votaron en las generales que también le votaran en las autonómicas el diputado de VOX por Alava estaría garantizado.
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No menos llamativo es que en las autonómicas, en las que insistamos votan muchos menos vascos, los nacionalistas sumaran en 2020 casi el 68% de los votos. Una cifra no mucho menor que las que se barajan ahora. Sin embargo en las generales del año pasado, en las que votaron muchos más vascos, los nacionalistas sólo obtuvieron el 48%. Esto es porque en las autonómicas hubo 553.000 vascos que votaron nacionalista, frente a 598.000 que votaron nacionalista en las generales, mientras que en las autonómicas sólo hubo 280.000 votos no nacionalistas que fueron casi 590.000 en las generales. O sea, quizá no es tanto que haya gente que vota nacionalista en unas elecciones y no nacionalista en otras, sino que los nacionalistas votan siempre y los no nacionalistas participan mucho más en las generales que en las autonómicas. Esto distorsiona bastante el resultado de las elecciones y, sobre todo, ofrece un falsa imagen de total hegemonía nacionalista en la sociedad vasca que sólo sale de las elecciones autonómicas. Pero también es un poco porque, por la razón que sea, los votantes no nacionalistas lo propician.
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Por lo demás, toda la polvareda con el reciente e inusitado descubrimiento de que Bildu no considera terroristas a los etarras, parece no tener otro objeto que justificar un futuro apoyo del PSOE al PNV. Es decir, todo es una campaña orquestada por el aparato mediático del PSOE, se trata de resucitar a la ETA, a la que el aparato mediático del PSOE había previamente enterrado, para no sólo justificar un previsible apoyo al PNV tras las elecciones, sino para poder culpar al propio Bildu y a la torpeza de su candidato por ese apoyo. Posverdad, hipocresía y equipo olímpico de opinión sincronizada: firma PSOE, caso cerrado.
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