Sin duda se ha viralizado menos de lo que merece, pero la imagen de un bote de humo lanzado en mitad de la biblioteca de la UPNA resulta bastante llamativa y digna de análisis.
👉 Alarma en la UPNA por un bote de humo durante una protesta estudiantil https://t.co/Oe4FgQubxd
— Pamplona Actual (@Pamplonaactual) March 20, 2024
Si la UPNA no existiera habria que inventarla pic.twitter.com/QVnpcc7C9Y
— Javi⚡ (@Javierrlopez_) March 20, 2024
¿Y a quién se le puede ocurrir lanzar un bote de humo dentro de un edificio y más concretamente en la biblioteca de una universidad pública`llena de alumnos? ¿A la extrema derecha neonazi? ¿A la aviación israelí? Pues no. En este caso la respuesta es sencilla. El lanzamiento del bote de humo formó parte de la parafernalia de la izquierda abertzale para su enésima huelga estudiantil. Las manadas violentas de la izquierda abertzale tienen que entrenarse periódicamente como cualquier ejército que se precie, para estar disponibles y operativas en caso de necesidad.
#M20IkasleLangileokGrebara
Inposizioen eta negozioen menpeko hezkuntzari aurre egiteko ezinbestekoa da ikasleok batu eta borrokatzea.Martxoaren 20an ikasle langileok grebara! pic.twitter.com/cEJkFwHCdB
— Ikasle Abertzaleak (@IAbertzaleak) March 4, 2024
Los incidentes en la UPNA, aparte de otros que se han producido con motivo de la huelga en Navarra y la CAV, nos conectan necesariamente con otras cuestiones como las fotos de los etarras en la Korrika o la violencia de los Indar Gorri. O con los “txabales” de Alsasua. Existe un denominador común que es el culto a la violencia por parte de la izquierda abertzale. La izquierda abertzale ha aparcado la violencia por una decisión estratégica, no por una evolución moral. Tampoco ha aparcado totalmente la violencia, sólo los asesinatos. A la izquierda abertzale no le interesa acabar con esa otra violencia que antes formaba parte de lo que se llamaba “terrorismo de baja intensidad”. Esa violencia es una ventaja política y social de la izquierda abertzale a la que no está dispuesta a renunciar. Una violencia en virtud de la cual es más cómodo ser simpatizante de la izquierda abertzale que no ser simpatizante de la izquierda abertzale. Una violencia que por tanto incentiva que todo el que quiera evitarse problemas y vivir cómodo simpatice con la izquierda abertzale. Una violencia que permite imponer un paisaje político uniforme. Y esa violencia, para poder ejercerla, necesita un cierto nivel de organización y de práctica que se ejercita periódicamente en situaciones como una huelga estudiantil.
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Por lo demás, señalar una vez más la impunidad con la que operan ciertos grupos que lanzan botes de humo en la biblioteca de la UPNA o contra el edificio de la Diputación. Será que no se trata de indeseables que se dedican a trabajar el campo y contra los que la implacabilidad del gobierno se puede atemperar.
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