No sería del todo cierto pronosticar que las víctimas del terrorismo van a caer en el olvido. No van a caer, las van a arrojar al olvido. Por si fuera poco, COVITE señala que la mayor parte de las víctimas del terrorismo son anónimas, no permanecen a ninguna asociación, e incluso cuando dan testimonio han pasado muchos años desde sufrir su victimación.
La mayoría de las víctimas del terrorismo son anónimas. No están asociadas a ninguna asociación y han vivido en el ostracismo y el silencio gran parte de su vida.
Esa es la realidad de la mayoría de las víctimas como bien refleja este informe del @MemorialVT.#Memoria pic.twitter.com/x78n14iGZo
— COVITE (@CovitePV) March 4, 2024
Es comprensible que muchas víctimas no quieran convertirse en activistas, ni siquierta caras conocidas, y superar su pena como puedan, generalmente en el anonimato, en su lugar de residencia o en otro, pero para la sociedad y para la causa de la justicia la violencia que sufrieron no puede caer en el olvido. No podemos olvidar ni a las víctimas ni a los verdugos, porque lo uno iría por lo otro. Algunos quieren lo uno precisamente para lo otro.
Hoy en @abc_es contando qué es, el por qué, cómo, desde cuándo y para qué del Archivo Audiovisual de Víctimas del Terrorismo.
Y que busco tu apoyo. pic.twitter.com/6V7iqoqEkr— Iñaki Arteta Orbea (@IakiArtetaOrbea) March 3, 2024
Es por esto que resulta particularmente interesante una iniciativa como la de Iñaki Arteta, la cual pretende dejar grabados todos los testimonios posibles de las víctimas del terrorismo. El hecho es que conforme pase el tiempo no sólo es probable que los hechos sucedidos vayan cayendo o siendo hechos caer en el olvido, sino que para recuperar la memoria habrán desaparecido las víctimas y su testimonio en primera persona. Crear un archivo del testimonio de las víctimas contando su experiencia es por tanto no sólo una necesidad moral como sociedad, o una demanda de justicia, sino una herramienta histórica de ineludible necesidad.
“Ningún otro poder en la Tierra puede conseguir lo que hace una cámara. Uno cree que su memoria lo retendrá todo, pero no. Se desvanece, se desdibuja”. Hazte de nuestro equipo, colabora con este Archivo Audiovisual. https://t.co/ub2EHiSUkS…… ES 82 3035 0016 57 0160025659 pic.twitter.com/l9t0FZ8K46
— Iñaki Arteta Orbea (@IakiArtetaOrbea) March 1, 2024
Frente a los casos de tantas personas que sufrieron la violencia y la injusticia en otras épocas, de las que sólo queda un frío e indirecto testimonio general e impersonal por parte de los historiadores, guardado en polvorientos legajos, en nuestro tiempo tenemos la posibilidad de grabar directamente el testimonio de las víctimas, hablando ellas en primera persona de su experiencia, sin intermediarios, poniendo voz, cara y ojos a su injusticia.
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La mala noticia es que ahora que esto se puede hacer técnicamente a lo mejor no interesa políticamente. De todos los cientos de miles de millones de euros que recauda el gobierno todos los años, hay mucho dinero para muchas cosas pero no el suficiente para esto. Además del factor dinero hay que tener en cuenta el factor tiempo. Poco a poco las victimas y su voz se irán extinguiendo. Por el contrario, el testimonio público de una puede animar a otra. Y con un poco de suerte, y de colaboración económica, su mensaje personal y colectivo y su memoria pueden perdurar en el tiempo. Porque no sólo es que su experiencia puede quedar en el tiempo, es que debe quedar en el tiempo.
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