El objeto de la reunión, como ya se venía anunciando, parece ser que era la renovación y sucesión de la actual Mesa Nacional de Batasuna, descalabrada tras la ruptura del proceso-trampa y las detenciones de Arnaldo Otegui y otros de sus líderes. Era intención de ETA, además, subir a lo más alto de la organización paramilitar a líderes de un perfil más adecuado a los nuevos tiempos tras la ruptura del alto el fuego.
Aralar, por su parte, se ha apresurado a calificar de “barbaridad judicial y política” la detención de la cúpula de Batasuna, considerándola como una “persecución de las ideas”. Olvida esta formación que a ETA no se le persigue por sus ideas, sino por sus crímenes, y a Batasuna a su vez por su integración dentro de ETA, judicialmente demostrada.
Queda por aclarar la presencia en dicha reunión clandestina, como vienen informando algunos medios, de miembros de ANV. Y queda por ver si la presencia de miembros de ANV en la reunión es interpretada por los poderes ejecutivo y judicial “a título individual” o como coordinadores de Batasuna y ANV. Según quiénes se encontraran en dicha reunión, y la documentación que pudiera intervenirse a los detenidos, podríamos estar ante la prueba definitiva de la conexión entre ANV y el complejo ETA Batasuna.