En los últimos días venimos insistiendo en una idea inconcebible, inusitada y revolucionaria: la idea de que los recursos, en el mundo real, son limitados, digan lo que digan los políticos. En el mundo real, también el crédito es un recurso limitado. Esto significa que cuanto más crédito acapara alguien, menos crédito queda para los otros.
En realidad, que la Administración al gastar por encima de sus posibilidades se endeude y acapare todo el crédito se trata de un hecho bien conocido, al que los economistas llaman crowding out y al que en ocasiones anteriores ya hemos aludido.
Si bien se ha negado que en España se esté produciendo este efecto, hace tiempo que las cifras vienen avalando este hecho. Los últimos datos proceden del Boletín Económico del Banco de España del mes de marzo. En la gráfica puede apreciarse cómo el crédito al sector privado se seca en la misma medida en la que se dispara la financiación del gasto público.
El acaparamiento del crédito por parte del sector público cobra especial relevancia en una crisis caracterizada, precisamente, por la falta de liquidez. El principal problema con el que se han encontrado las empresas y los particulares para financiar su actividad ha sido precisamente la dificultad de acceder al crédito. Parece que al menos un factor para explicar esta dificultad, o al menos para agravarla, puede estar reflejado en el gráfico.