En es estos últimos días la foto de Pedro Sánchez con la portavoz de Bildu, por lo que esa foto significa, y la revisión del Amejoramiento impulsada por Bildu en Navarra, han reflotado una vez más el debate sobre las pretensiones anexionistas del nacionalismo vasco sobre Navarra y la posibilidad de una consulta para materializar esa anexión.
Chivite abraza la exigencia de Bildu para tratar la anexión de Navarra al País Vasco https://t.co/GYh5jVJ8CD
— Navarra.com (@navarra_com) October 17, 2023
El hecho es desde luego que si Bildu pide esa consulta la habrá. Incluso si los nacionalistas catalanes piden una consulta ilegal a cambio de la investidura la habrá, cuánto más no va a haber una consulta legal sobre Navarra. Porque en virtud de la Transitoria Cuarta lo transitorio en la Constitución no es la Transitoria, sino la propia configuración de Navarra. Gracias a la Constitución del 78 y la Transitoria Cuarta hay en España 16 comunidades autónomas definitivas y una provisional, transitoria y revisable que es Navarra. Y todavía hay personas fuera del nacionalismo que defienden esta clausula fatal.
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Sea como sea, la cosa es que en Navarra se puede celebrar legalmente una consulta para que nuestra comunidad sea anexionada a la CAV. Si por tanto Bildu la pide, cómo se la iban a negar. Si Pedro Sánchez concede a cambio del poder hasta lo que está fuera de la ley, qué problema iba a haber en conceder cosas que están dentro de la ley. Por supuesto ha habido 45 años para eliminar la Transitoria Cuarta, pero no se ha hecho nada. A menudo la molicie y negligencia de los buenos facilita mucho más el mal que la propia habilidad de los malos. La Transitoria Cuarta se activará o no, pero sea lo que sea no será por lo difícil que se lo hemos puesto al nacionalismo o por lo diligentes que hemos sido todas estas décadas en bloquear esta posibilidad.
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Respecto a la Transitoria Cuarta, la Constitución dice que para activarla “la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente”, el Parlamento de Navarra, el cual “adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen”. Para la consumación de la incorporación a la CAV, además de la mayoría del parlamento foral, se requiere que la decisión “sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos válidos emitidos”.
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Es decir, desde 2015 existe una mayoría parlamentaria en Navarra capaz de activar el mecanismo previsto para la incorporación de Navarra a la CAV. Si no se ha activado este mecanismo no es por falta de medios sino por falta de voluintad. Entre 2015 y 2019, de hecho, se podía haber convocado la consulta sin necesidad siquiera del PSN. Ahora hace falta el PSN pero esto es poco problema para el nacionalismo, siendo determinante para que el PSOE mantenga el poder a nivel estatal. Que el nacionalismo vasco quiere la integración de Navarra en la CAV no es ningún secreto, sino un objetivo explícito y actual. El programa de Bildu para las forales de 2023 establecía que “Nosotras queremos que Nafarroa tenga soberanía plena en una Euskal Herria confederal y republicana”. La reforma del Amejoramiento que Bildu proponía en su programa electoral iba precisamente en esa dirección. La pregunta es por tanto si al nacionalismo le conviene o no activar la Transitoria Cuarta y si caso de activarla podría ganar o no la anexión a la CAV.
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Si el nacionalismo vasco pensara que puede ganar una consulta en Navarra y materializar la anexión a la CAV, no cabe duda de que la consulta ya estaría convocada. Si esa consulta no se ha hecho ya es porque el nacionalismo pensaba que no podía ganar el voto favorable a la anexión. La cuestión es si ahora eso ha cambiado o si podría interesar la celebración de la consulta aunque ganara el no a la anexión.
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Respecto a los resultados de una hipotética consulta, lo cierto es que tomando como referencia los resultados de las elecciones forales parece asegurado el no a la anexión. Frente un 30% de voto nacionalista, habría al menos un 60% de voto no nacionalista y no anexionista, incluso dejando en el limbo la postura al respecto de Podemos-Sumar. Claro que ya puestos podemos especular con si Bildu, a cambio de mantener a Sánchez en Moncloa, podría exigirle al PSN que hiciera campaña a favor del sí. Tampoco está claro, de todos modos, que el resultado fuera distinto pidiera el PSN el no o el sí.
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Cuestión distinta puede ser la conveniencia para el nacionalismo de activar la T4 en este momento incluso previendo la derrota de la anexión. En el caso del nacionalismo catalán, por ejemplo, tampoco se está exigiendo una consulta dando por hecho la victoria del voto independentista. En realidad, lo más probable es que si hubiera una consulta en Cataluña la perdieran los independentistas. Pero para los independentistas es más importante la propia consulta que el resultado. O sea, seguramente no esperan celebrar una consulta y ganar a la primera. Lo que quieren es que se haga la consulta, que se siente el precedente y que el estado reconozca el derecho a celebrar la consulta. Lo importante para los nacionalistas no es ganar a la primera sino ganar en algún momento, a la segunda, a la tercera o a la trigésimoctava. El muro de contención no es por tanto el resultado de una consulta sino el hecho de que se celebre la consulta. La mala noticia es que los nacionalistas pueden querer una consulta, la ganen o la pierdan, y el PSOE sólo quiere estar en el poder. Si el PSOE permite una consulta que pierdan los nacionalistas, puede mantener el poder y vender el resultado como una victoria. No es imposible por tanto un acuerdo entre los socialistas y los nacionalistas respecto a una consulta. Básicamente porque el objetivo del PSOE sería ganar la primera vez, para poder seguir mandando, mientras que el objetivo del nacionalismo sería ganar a la primera, o a la segunda, o a la tercera. A Sánchez si para entonces no es presidente le da igual sentar el precedente y el resultado que pueda haber en Navarra o en Cataluña en una segunda, tercera, o novena consulta futura. Lo único que importa es seguir una noche más en Moncloa. Al precio que sea.
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5 respuestas
Eso es fácil, proponer un referéndum en Navarra para eliminar definitivamente la transitoria cuarta. UPN no tuvo cuajo para proponerlo en su día y estoy seguro que si se celebrara hoy ganaría el sí. Soy VOX o UPN y lo lanzo como gran propuesta electoral a partir de todas las próximas campañas electorales
Otra estrategia para los eliminar los referéndums separatistas es el acta de claridad canadiense que tras dos referéndums perdidos por los nacionalistas de Quebec el gobierno de Canadá convocó a un grupo de expertos jurídicos para ver como acabar con el problema porque estaba claro que los de Quebec lo volverían a intentar una tercera vez.
La solución fue el Acta de Claridad que tanto molesta al nacionalismo vasco y catalán, En primer lugar se reconoce que una región de Canadá pueda independizarse pero el referéndum tiene que hacerse cumpliendo varios puntos. Uno de ellos es que la pregunta tiene que ser clara y sencilla nada de una segunda pregunta si a la primera se ha respondido que sí (cómo lo plantearon en Cataluña). El segundo punto es el de exigir una participación con un gran % del censo, dando por invalido el resultado si solo vota por ejemplo el 35% (como ocurrió en Cataluña)
El tercer punto es muy importante ya que fue el gran error del referéndum del Brexit en UK, la diferencia entre el si y el no debe ser alta no valiendo un resultado de 51% a favor y 49% en contra con un censo de más de 40 millones. Se debe hacer así porque muchos que votaron sí al Brexit cambiaron de opinión nada más empezar los problemas de la salida de la UE. Para ser aceptado el resultado debe haber un 70% de síes
Sigo reivindicando mi derecho pa participar en el referéndum de independencia de Cataluña…
Por cierto ,de los dos de la foto, quien es «el gordo»?
Los nacionalistas / separatistas sólo organizan los referéndums cuando están seguros de ganarlos. Si se equivocan y no los ganan los invalidan, como sucedió en Tortosa con el monumento a la «Batalla del Ebro». Tampoco los promocionan cuando no les interesa, caso del, Valle de Arán. En cualquier caso, los repiten hasta que salga lo que ellos quieren, entonces se acaban los referéndums. Joseba Arregui, en su libro colectivo » La secesión de España», y en concreto en los capítulos escritos por los profesores Ruiz Soroa y López Basaguren extrapolan los requisitos que a la luz de la llamada «Ley de Claridad» canadiense y de la praxis británica deberían exigirse para afrontar una consulta independentista (entiendo que es aplicable al caso de Navarra adaptándolo al contexto) en una comunidad autónoma: 1) Una comisión del Congreso de los Diputados controlaría el proceso. 2) La pregunta sería clara e incondicional 3) Para que su resultado produjera efectos políticos, se requeriría una mayoría reforzada en ningún caso inferior a la mayoría absoluta del censo (lo más cabal es el 60% del censo) 4) Cualquier provincia en la que no se superara esa barrera quedaría excluida del proceso. 5) Se fijaría un intervalo de al menos 20 años antes de que pudiera repetirse la consulta. 6) Cumplidas todas las demás premisas se entablaría una negociación para fijar los términos, plazos y obligaciones respectivas hasta culminar la secesión.
Cuando aprobaron el vigente Estatuto de Cataluña,que consideraban Eldorado,establecieron el requisito para su reforma de la aprobación por las dos terceras partes del Parlamento catalán.La independencia es algo más que la modificación,así que un principio elemental de congruencia exigiría la autorización previa del cambio de status(habilitante del referéndum) por el Parlamento de Cataluña,como mínimo,con el expresado quórum de los 2/3 delos miembros que lo integran.
Me intriga saber si en la reciente entrevista entre Pere Aragonés y los parlamentarios de Bildu utilizaron «pinganillos» para hablar, o bien en la intimidad hablan la lengua «opresora».