CoCiudadana es un think tank compuesto por gente que un día lejano tuvo alguna relevancia (véase el caso de Enrique Goñi como ejemplo más ilustrativo) y que, al perder esa relevancia, se sacó de la manga este think tank para tener alguna reunión en la que hacer cosas de gente que una vez tuvo una relevancia. Además, como tienen presupuesto, una vez al año presentan un Panel de Tendencias que no es exactamente una encuesta, sino el destilado opinatorio de una serie de personajes representativos (a criterio de Cociudadana) del mundo de la empresa, de la universidad, de los medios, de organizaciones sociales, de la administración… Si el Panel es un reflejo de la opinión de los navarros no está claro, pero que es un reflejo de lo que quiere decir CoCiudadana está garantizado. Eso sí, María Chivite acudió a la presentación de este ya IX Panel de Tendencias orotgándole una cierta carta de naturaleza insititucional. Cómo por tanto lo podíamos ignorar.
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El caso es que algunos de los datos del panel, pese a que CoCiudadana no es una entidad particularmente hostil al socialismo imperante, deberían inquietar un poco a Chivite. Por ejemplo, el Panel señala una valoración decreciente de los principales pilares del estado del bienestar en Navarra, ya sea educación, sanidad, seguridad, transporte o infraestructuras. A destacar el importante desplome en sanidad. La referencia respecto a los paneles anteriores indica además que todo ha empeorado respecto a 2015, cuando nos cayó del cielo para liberarnos de la reacción el gobierno del cambio. Cambio ha habido, pero a peor. Y cada vez más a peor.
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Las fortalezas típicas de Navarra, como las infraestructuras, las exportaciones o el capital humano también van cada vez a peor según el Panel. No es por otro lado nada que no ratifiquen muchos otros indicadores y la percepción por experiencia propia de una buena parte de la población.
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Todo lo anterior invita a temer que no es que la gente en Navarra vote pentapartito por pensar que las cosas van bien, o que el pentapartito las hace mejor, sino que percibe que las cosas -las cosas importantes- van mal pero mayoritariamente a la sociedad le da igual a la hora de votar. Por supuesto todo esto ya no lo dice el Panel sino que es nuestra interpretación, pero para explicar los resultados electorales frente a esta percepción de lo mal que van las cosas, sólo cabe concluir la existencia de una mayoría social que odia tanto la alternativa que prefiere la decadencia. El pentapartito por tanto genera crispación porque el odio a la alternativa le mantiene en el poder incluso haciéndolo mal. Respecto al conjunto de España exactamente igual. Se trata de que la gente no tenga que elegir entre decadencia o cambio, sino entre decadencia o machismo, decadencia u homofobia, decadencia o xenofobia, decadencia o transfobia, decadencia o calentamiento, decadencia o gordofobia, decadencia o fascismo. Si tienes que elegir entre decadencia o muerte acabas eligiendo decadencia, así se vende la decadencia. A la izquierda se le pueden dar muchas lecciones en muchas cosas, menos en marketing.
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Mientras la gente compre mayoritariamente este marco es difícil el cambio, o la decadencia tendrá que ser mucho mayor para que pese más de lo que pesa el marco. Y entretanto el tiempo avanza y, lo diga CoCiudadana o su porquero, Navarra empeorando.
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